Almería concede su Escudo de Oro al Club de Mar

El Ayuntamiento de Almería ha decidido otorgar el Escudo de Oro de la Ciudad de Almería al Club de Mar, la mayor distinción que la capital concede a personas y entidades que destacan por su valiosa aportación a la sociedad almeriense, con motivo del 75º Aniversario de esta institución dedicada al fomento principalmente de los deportes náuticos.

Desde el Club de Mar se ha recibido la decisión del Ayuntamiento de reconocer su larga labor y trayectoria como un "enorme honor y un acontecimiento de gran relevancia para nuestra institución", que lo celebrará el próximo jueves 26 de septiembre.

Es la fecha escogida para la entrega del Escudo de Oro por parte de la alcalde de Almería, María del Mar Vázquez, en una ceremonia que se celebrará a las 12:00 horas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almería.

En sus siete décadas y media, el Club de Mar ha vivido ha sido pionero en numerosos deportes no sólo de carácter náutico, si no en numerosas actividades deportivas como el tenis, el squash, el pádel…etc. que iniciaron su actividad en la ciudad en las instalaciones de esta institución. Primero junto al Puerto pesquero y luego en su actual ubicación al lado del parque de Las Almadrabillas.

Es un referente en el mundo náutico y entre sus instalaciones se han forjado icampeones de Andalucía, España, Europa y del mundo. Merece la pena dedicarle unos minutos a la página web del Club donde se narra su génesis y su evolución con datos que a muchos podrán sorprender.

“El embrión del Club de Mar fue gestado en el año 1948 por unos ciento cuarenta aficionados que se agruparon para organizar el deporte náutico en Almería, armados de la ilusión y el impulso que proporciona la juventud y llevados de un gran deseo de hacer algo bueno por y para Almería”. Como explican, el tesón puesto en la empresa les llevó a crear en pocos años un centro de actividades náuticas y un centro de reunión para iniciativas sociales, recreativas y culturales, único en su género en Almería, en lo que en su momento eran los restos de unas antiguas construcciones destinadas a leprosería, en la zona más sucia y deteriorada del Puerto. 

Ahora afronta una nueva etapa de futuro, ya que forma un elemento clave en el desarrollo del proyecto Puerto-Ciudad.