Almería y las colas de la “desesperación”

No son las colas del hambre, que también son cada día más largas. Estas son las colas de la desesperación, del dolor, de la incertidumbre..., de pacientes que aguardan, desde mucho antes de salir el sol, en la puerta de su centro de salud para suplicar una cita con el médico de cabecera. 

La imposibilidad de contactar por teléfono con el mostrador o las limitaciones de la aplicación Salud Responde para agendar las consultas a los usuarios, empujan a los ciudadanos a peregrinar día tras día por las calles de Almería en busca de un bien tan necesario como es la sanidad. Sanidad que es pública, pero que desde un tiempo a esta parte (una imagen vale más que mil palabras) sólo parece ser para los más rápidos, para los menos perezosos que se levantan a las seis de la mañana o para quienes tienen la suerte de lograr alguno de los huecos que hay al día en las consultas de los facultativos de Atención Primaria. 

Diario de Almería, testigo directo

Los usuarios de muchos centros de salud de Almería a los que en los últimos días se ha acercado este periódico para ser testigo directo de la situación (Centro de Salud Cruz de Caravaca, Nueva Andalucía, Ciudad Jardín o Puerta del Mar, entre otros) , dicen estar “desesperados” y “resignados”. Se quejan de que no les cogen el teléfono y de faltas de citas. Describen que las salas de espera en muchas ocasiones están vacías inexplicablemente, que llegan al mostrador pasadas las nueve de la mañana y ya no hay hueco para atenderles ni siquiera con los números de urgencias. Se preguntan si el sistema está realmente colapsado o si los sanitarios han optado ya por cumplir estrictamente su cupo de cada jornada sin echar ni un solo minuto más (como es su derecho) para provocar que los responsables de esta situación muevan ficha y ponga solución de una vez por todas.

Prácticamente todos, sanitarios y pacientes, señalan a la falta de personal como el principal problema que no se acaba de atajar. Y esta reivindicación no es nueva. Diario de Almería lleva meses denunciando la preocupante situación que vive la provincia (no es la única de Andalucía), la Plataforma Marea Blanca se ha manifestado para exigir al Gobierno andaluz una solución urgente al colapso de la Atención Primaria... Y por ahora pocos cambios se perciben. De ahí la desesperación de todos, incluidos los celadores que son los que en la mayoría de las ocasiones tienen que lidiar con el malestar de los usuarios y los que invitan a presentar reclamaciones para que quede constancia. Las palabras se las lleva el viento.

El hecho de que la administración anuncie planes de choque, más inversión en materia sanitaria, que se den por zanjadas las temporadas vacacionales que es cuando históricamente más se ha resentido el sistema en cuestión de personal..., no ha cambiado nada... La situación es prácticamente la misma desde el pasado mes de noviembre del año 2023 (como poco), cuando ya los medios de comunicación se hacían eco de semejante panorama, día sí y día también, en los consultorios y centros de salud de cada barrio de la capital. Y lo mismo en la localidad de La Mojonera, Roquetas de Mar, El Ejido, en la barriada de El Alquián, en el municipio de Berja, en Vera...

Diario de Almería, también ha podido comprobar que hay centros de salud que no tienen cola de pacientes a primera hora de la mañana, como es el caso del Centro de Salud Plaza de Toros, Vega de Acá, Alborán, Oliveros o Virgen del Mar.  

Y donde no hay colas pero sí otras complicaciones, no menos preocupantes, que hacen la vida difícil a los pacientes es en municipios de la Almería rural. Un ejemplo preocupante es la situación de los núcleos que dependen del Centro de Salud de Serón, en la Comarca del Almanzora (Alcóntar, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayarque, Lúcar, Serón y Tíjola). En estos casos ni siquiera con madrugones de las 6 de la mañana hay opción de que te atienda el médico. La realidad es que el facultativo no va al centro de salud. “Hoy no hay médico, no sabemos si vendrá mañana...”; “La enfermera sí está en su consulta pero el médico hoy no podrá pasar consulta porque no está...”, “Hoy sólo tenemos enfermera, si hay alguien que necesita atención urgente tendrá que bajar a Tíjola o Serón...”. Es la cantinela de cada día desde el pasado mes de julio, lo que da buena cuenta de que no fue cosa solo de las vacaciones estivales. La falta de personal se ha extendido hasta casi llegar a final de año, con una “desatención evidente a una población envejecida, con escasos recursos para desplazarse hasta los pueblos más cercanos donde sí hay sanitarios”, como señalan los alcaldes de los pueblos afectados, que llevan semanas reclamando soluciones ante la impotencia y desasosiego de sus vecinos. 

La historia no es ni mucho menos algo específico de la provincia de Almería. En Andalucía y otras comunidades autónomas el retrato es similar o incluso peor.