Almería capital descarta ampliar el ‘coto’ a los bares en el centro histórico

El Ayuntamiento de Almería ha vuelto a sacar a las calles con mayor presión de exceso de decibelios, en buena parte por el ruido de bares, locales de copas y terrazas, los sonómetros que hace tres años desembocaban en la decisión de duplicar la denominada zona acústicamente saturada (ZAS), abarcando aproximadamente desde el parque Nicolás Salmerón hasta Puerta Purchena. El resultado de las nuevas mediciones realizas por encargo de Urbanismo al objeto de revisar el Mapa de Ruidos de la capital almeriense determina la necesidad de mantener los actuales límites donde no cabe ni un negocio de hostelería más y descarta la conveniencia de ampliar este radio de protección.

La revisión del Mapa de Ruidos, para la cual el Ayuntamiento no ha esperado tanto tiempo –para la anterior habían transcurrido ocho años cuando la Ley 37/2003 establece la obligación de actualizarlos cada cinco años–, ha pasa ya por una primera aprobación plenaria el pasado mes de julio de un modo, paradójicamente, silencioso. Quizás porque la sesión iba cargada de nuevas ordenanzas que le restaron protagonismo, si bien ahora el documento se encuentra en exposición pública y abierto a posibles alegaciones para su posterior aprobación definitiva. 

La empresa especializada Virocem es la que se ha ocupado de evaluar los niveles sonoros tanto de el primer ámbito de la ZAS de 2011, que llegaba hasta plaza San Pedro, como del área extendida hasta Puerta Purchena una década después. El muestro ha abarcado en total 124 puntos repartidos por toda la aglomeración de Almería, cuarenta de los cuales han estado dirigidos a mediar la contaminación acústica de la actual ZAS, replicando las ubicaciones de entonces y distinguiendo los días laborales de las noches de los fines de semana (viernes y sábados), con micrófonos colocados a una distancia máxima de metro y medio de las fachadas de las edificaciones durante más de una semana. 

De los 40 puntos evaluados en la ZAS, correspondiente a 30 calles, 35 superan los límites recomendables de sensibilidad por lo que el Ayuntamiento ha decidido mantener la limitación de la zona acústicamente saturada sin que el estudio haya detectado la necesidad de llevar a cabo una nueva ampliación.