La alcaldesa presenta el nuevo Paseo de Almería con mayoría social a favor de peatonalizar

El Paseo de Almería sube el telón de obras con la más que esperada presentación esta misma mañana del proyecto de peatonalización, –o como se le denomina desde hace unos meses “de tránsito compartido”–, para el cual la alcaldesa y su equipo de gobierno cuentan con viento favorable a la hora de emprender esta intervención de la que se espera el resurgir de la avenida comercial por excelencia de la capital almeriense, después de sufrir los embistes de las grandes superficies comerciales, la pandemia y su efecto multiplicador de la venta online, y la fuga imparable en esta última década de grandes franquicias. 

Los cambios introducidos sobre aquella idea ganadora para la peatonalización del Paseo y Obispo Orberá en la pasada legislatura están más que cocinados y le serán servidos hoy por la regidora a los comerciantes, los más interesados por el impacto de esta intervención de la que se lleva hablando desde la Corporación del 99 (hace ya la friolera de un cuarto de siglo), pero que repercute sobre la generalidad de la ciudad. De tan vital importancia para la economía local que es objeto de estudios en la Universidad de Almería, donde el catedrático de Marketing Juan Carlos Gázquez Abad ha supervisado uno de los últimos trabajos sobre la materia realizado, para su final de grado de Marketing e Investigación de Mercados, por Francisco Javier García Peña, quien ha incorporado a su análisis una encuesta realizada a ciudadanos en general y comerciantes del centro, en particular. 

Se les ha lanzado cuestiones como “¿está usted a favor de la peatonalización del Paseo de Almería?” o “¿cómo cree que repercutirá en su negocio?” El resultado le ofrece al Ayuntamiento una corriente favorable a esta intervención, si bien tampoco es aplastante. El estudio desvela que 65% de los ciudadanos encuestados está a favor de la peatonalización; un 20% está en contra, mientras que los indecisos en engrosan el 15% de los no tienen una opinión formada.

Luces y sombras

“Una mayoría significativa de los ciudadanos se muestra a favor de la peatonalización, lo que indica un amplio respaldo popular”, traduce los datos el trabajo, donde también se apunta que este apoyo se basa principalmente en los beneficios esperados para la calidad de vida urbana y el medio ambiente, beneficios que reciben, respectivamente, un 70% y 60% de apoyo, lo que sugiere que los almerienses valoran las mejoras en salud y bienestar asociadas con un entorno más limpio y peatonal.

No obstante, hay sombras expresadas sobre esta intervención, siendo las principales preocupaciones ciudadanas el acceso al centro y el aparcamiento, expresadas por la mitad de los encuestados. “Es –explican– una preocupación crítica que podría afectar la aceptación general de la peatonalización, si no se aborda adecuadamente”.

La opinión favorable desde el sector comercio es más sutil, pues apuestan de forma clara por llevar a cabo una peatonalización el 55% de los comerciantes encuestados. Existe una reticencia significativa del 30% y una fracción indecisa que alcanza el 15%. 

Los que abogan por peatonalizar lo hacen principalmente porque poseen expectativas de aumento en el tráfico peatonal, un 60% y, en consecuencia, las ventas. Por el contrario y tras estos datos, persiste la preocupación, según indica el estudio, por una posible pérdida de clientes por el acceso vehicular y los aparcamientos (40%), y los costos adicionales por adaptaciones necesarias en sus negocios (35%).

Los comerciantes consultados han sugerido la concesión por parte de la administración pública incentivos fiscales y subvenciones, así como campañas de promoción y mejoras en la infraestructura como medidas adicionales con las que revertir la situación decadente del Paseo.

“Tanto ciudadanos como comerciantes ven potenciales beneficios en la peatonalización del Paseo de Almería, pero sus preocupaciones deben ser abordadas para asegurar el éxito del proyecto”, considera en sus conclusiones el Trabajo Final de Grado, donde también se expone, además, que la “clave” será implementación de medidas complementarias que mejoren el transporte público, proporcionen incentivos económicos y promuevan una comunicación constante y transparente con todas las partes interesadas.