La alcaldesa de Almería pide a la Junta sacar las naves industriales encajonadas en la ciudad

“Apostar por crear más suelo para la industria es una fórmula efectiva para atraer inversiones que generan empleo, riqueza y mejor calidad de vida para los almerienses”. Son palabras recientes de la alcaldesa de Almería, María Vázquez, si bien lo primero para atraer actividad industrial es disponer de espacios para su asentamiento. Tan evidente es, que la falta de suelo que registra el término municipal capitalino es una de las principales preocupaciones, lo que ha llevado a la regidora a Sevilla, donde ha solicitado a la Junta de Andalucía que atienda esta demanda, así como la conveniencia de sacar de la trama urbana las naves industriales que se han quedado encajonadas en la ciudad. Especialmente, las afectadas por el soterramiento de las vías del tren por su estrecha imbricación con el futuro bulevar.

Acompañada por la concejal de Urbanismo, Eloísa Cabrera, y de técnicos municipales, la alcaldesa ha mantenido este miércoles pasado una reunión en Sevilla con el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, en la que han abordado, después del encuentro en Almería el pasado mes octubre, las actuaciones que se puedan realizar “a medio plazo” y su encaje dentro de la futura Ley de Espacios Productivos en la que trabaja el Gobierno andaluz.

A su regreso, Vázquez ha desgranado el interés municipal por llevar fuera del ámbito del soterramiento las zonas y polígonos industriales que se han visto envueltos por el crecimiento de la ciudad, sugiriendo al consejero la posibilidad de facilitar modificaciones en los planes urbanísticos ya aprobados que permitan extraer y reubicar las naves en otras áreas más apartadas, como solución adelantada al nuevo Plan General de Ordenación Urbana que el Ayuntamiento quiere abordar, en el que quedarían contemplados nuevos polígonos en el término municipal a establecer a largo plazo.

En este panorama de modificaciones, Vázquez se ha referido en concreto al ámbito que se encuentra afectado por la segunda fase de integración del ferrocarril, que abarca desde la zona de El Puche-La Goleta hasta la avenida del Mediterráneo y a la creación de “un gran bulevar lleno de jardines y de zonas nuevas, que choca con las naves industriales”.