¿Cómo acertar con el importe de tu préstamo?

Contenido patrocinado

Tomar la decisión de solicitar un préstamo es un paso importante, sobre todo por cómo afecta a nuestra economía doméstica. Estos productos financieros pueden ser la inyección de capital perfecta para hacer adquisiciones, o para esa reforma que nunca pudiste hacer. No obstante, contratarlos exige asumir una serie de responsabilidades bastante importantes.

Si no quieres toparte con sorpresas desagradables y contratar un préstamo con la cantidad perfecta, te vamos a ayudar. Aquí vamos a ver las pautas más importantes a seguir para controlar las cantidades de cualquier tipo de préstamo, así como algunos consejos y herramientas para que puedas ver mejor cuánto puedes pedir y en cuánto tiempo debes fraccionarlo.

Cómo elegir la cantidad perfecta en tu préstamo

Elegir la mejor cuantía al pedir un préstamo es una tarea mucho más simple de lo que parece, pero para ello es necesario que tengas claras varias cuestiones. Aquí vamos a ver varios aspectos clave para establecer la cifra más acertada a tu banco o financiera, como también lo útil que es contar con un simulador de préstamo personal fiable que haga las cuentas por ti y te permita ver con más claridad los plazos, las cuotas y los intereses.

Echa un vistazo a continuación, vamos a darte las claves para elegir la cantidad perfecta a la hora de pedir el préstamo a tu banco. Prepárate para tomar nota con lo que vamos a contarte, porque todo lo que vas a ver aquí es fundamental para poder afrontar tus préstamos con facilidad y sin temer por no llegar a fin de mes, o por posibles impagos:

  • Evalúa tus necesidades financieras

Mucho antes de empezar a hacer cuentas y cálculos, es importantísimo tener claro para qué necesitas el préstamo. ¿Tienes que cubrir una reparación inesperada? ¿Estás pensando hacer una reforma importante en casa? ¿Te quieres ir de viaje?

Todas estas cuestiones son primordiales, ya que así podrás empezar a tantear un presupuesto que sirva de referencia a la hora de indicar las cantidades. De hecho, debes ver cuánto capital puedes aportar tú independientemente del préstamo. Es lo primerísimo que debes analizar y asentar.

  • Controla tu dinero

Un paso fundamental para determinar la cantidad adecuada a solicitar es realizar un análisis en profundidad de tus ingresos y gastos mensuales. Examina tus fuentes de ingresos estables y calcula tus gastos fijos, como hipoteca, servicios, alimentación y transporte. Con este análisis tendrás una visión mucho más clara del dinero real del que dispones y del que puede destinar al pago de las cuotas del préstamo sin poner en peligro tus ahorros.

Recuerda que debes mantener siempre margen para poder pagar el préstamo sin problemas. Una vez firmes, todo estará fijado y cambiarlo será muy difícil, además los impagos o los retrasos suelen implicar pagar más dinero como sanción. Lo mejor es que estimes una cuota que no supere nunca el 30% de tus ingresos al mes. Es una referencia muy útil para afrontar bien estas situaciones.

  • Usa un simulador para hacer cálculos más precisos

Vivimos en la era digital, así que hay herramientas para todo, incluso para tomar decisiones financieras como la de un préstamo. Tienes a tu disposición simuladores de préstamos como el de Oney, que te permiten hacer los cálculos sin que tengas que complicarte, indicando plazos, intereses, importe a pagar mensualmente e incluso si podrás o no afrontar todo el gasto.

¿Y cómo se usan? Tomando como referencia el que acabamos de citar, los pasos son bastante sencillos:

  • Elige para qué vas a usar el préstamo (reforma, vehículo, imprevistos u otros).
  • Establece una cantidad total para el préstamo.
  • Decide en cuántos meses pagarlo.
  • Observa la cuota mensual y procede.

En algunas entidades es posible que tengas que añadir algún dato financiero adicional, pero el patrón suele ser el mismo. Con esto en cuenta, ve ajustando valores para controlar tanto los plazos como el importe a pagar, las cuotas y sobre todos los intereses. A más tiempo de préstamo, menor será la cuota, pero más acabarás pagando en intereses.

Puede resultar bastante tentador solicitar la cuantía máxima que te ofrezca la entidad prestamista, pero no hay que olvidar nunca que nunca se paga solo el dinero que se pide, siempre hay un porcentaje adicional que viene de la mano del TIN o del TAE. Por eso hay que intentar ajustar al máximo, para no pagar mucho más de lo que deberías y para que las cuotas no pongan en peligro tu economía.

El equilibrio puede parecer complicado, pero teniendo todos estos aspectos claros y haciendo bien las cuentas, podrás hacerlo fácilmente. Máxime en los tiempos que corren, que tenemos simuladores de hipotecas que nos hacen la vida mucho más fácil. Con ellos, todo el proceso se simplifica, aunque no te pueden hacer más fácil el pago de las cuotas, eso ya es algo que depende de tu poder adquisitivo.

stats