Un abogado apadrina a su padre por primera vez en 170 años

Nueve letrados se incorporaron ayer al ejercicio de la profesión de abogado. Después de jurar y prometer respetar y hacer cumplir las leyes, los nuevos profesionales están preparados para trabajar y pedir justicia ante los tribunales.

Para Ángel Robustiano Matías, Elena Casares, Renata Florentina, Manuel Martínez, Francisca María Abad, Eduardo Segura, Miguel Ángel Sáez, Baldomero Espejo y Emilio José Cruz, ayer fue un día de fiesta. Un día emotivo en el que acompañados por sus respectivos padrinos y familiares pudieron percibir el afecto de los demás compañeros de profesión, que se brindaron a asesorarles, aconsejarles y darles su opinión cuando así lo necesiten.

Precisamente fue el propio decano del Colegio Provincial de Abogados de Almería, José Pascual Pozo, quien se dirigió a ellos para dejarles constancia de que tienen las puertas abiertas tanto en la institución como en la propia junta directiva, que "les ayudará en todo lo que esté en su mano cuando así se lo pidan". El decano también les animó a utilizar todas las herramientas e infraestructuras que el Colegio pone a su disposición, al tiempo que les animó a ser optimistas ante la especial situación de crisis por la que atraviesa el país, y a luchar para conseguir las metas que se fijen para el futuro. Pozo destacó que "ahora forman parte de una institución con más de 170 años de vida y en la que es muy importante estar informado".

Por primera vez en la historia de la institución, un abogado almeriense ha sido el padrino de su padre en el acto de jura o promesa. Se trata de Francisco Espejo, quien como indicó en su discurso, comenzó a estudiar la carrera de Derecho junto a su padre, quien doce años después ha concluido los estudios y ayer fue "todo un honor" apadrinar su juramento. "No me siento tu padrino aunque hayas jurado doce años más tarde que yo, pues tú me has enseñado muchas cosas, entre otras, que esta profesión no es solo normas y leyes, sino sentido común", indicó en el inicio de su intervención.

Espejo hizo referencia a la crisis y animó a los nuevos colegiados a "ser miembros activos del Colegio de Abogados de Almería", al tiempo que les aconsejó escuchar a los clientes y a no dejar nunca de estudiar. Pero les advirtió que "en la abogacía lo importante no es saber Derecho, sino conocer la vida, porque lo que la vida reclama no está en los libros". En este sentido quiso dejar bien claro a sus nuevos compañeros que "quien no tenga más guía que las leyes será un desventurado". Baldomero Espejo casi se emocionó al escuchar las palabras de su hijo.