Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Almería
Hay estudios que sitúan lamentablemente a Almería en el top 5 de las ciudades españolas donde se registran un mayor abandono de animales, tanto de perros como de gatos, ocupando el cuarto y el quinto puesto, respectivamente, junto a otras capitales como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. Aunque el Ayuntamiento de Almería endureció en 2021 las sanciones por abandono animal, con multas desde 2.001 euros hasta los 30.000, el servicio de captura y rescate en la vía pública sigue siendo necesario y acarrea un peso nada ligero sobre las arcas públicas. De hecho, la capital almeriense ha tenido que incrementar el gasto y alcanzará los 1,3 millones de euros para costear tanto a los ‘laceros’ como la estancia y cuidados de los animales capturados y trasladados al Centro Municipal Zoosanitario que, por otro lado, ha necesitado de obras de ampliación.
El propio Ayuntamiento alertaba el pasado año del crecimiento del número de abandonos en el término municipal, así como de los casos en los que los propietarios entregan a sus mascotas al Zoosanitario en busca de una familia adoptiva hasta el punto de agotarse la alimentación para los animales, en su mayoría perros y gastos, que se encuentra bajo su custodia.
En licitación se encuentra ahora la contratación de los servicios de rescate, recogida y cuidado de animales en el término municipal de Almería, que cuenta con un presupuesto base de 1.365.424,33 euros (IVA incluido), lo que supone un incremento del gasto en los dos próximos años de un 140% con respecto al contrato anterior para cubrir las necesidades del Zoosanitario, cuyos servicios se han incrementado en el último lustro. A esta notable cantidad, el Ayuntamiento tiene que sumar otros gatos relacionados con las citadas comidas o los derivados de la asistencia veterinaria, por ejemplo.
El plazo de presentación de ofertas finaliza el próximo día 5 de septiembre y deben atender a los nuevos requerimientos municipales, entre los que destacan un incremento de la plantilla, que pasará a tener de ocho a doce cuidadores, de un auxiliar administrativo a dos, así como un auxiliar de clínica y asistencia veterinaria para el control de la fauna salvaje. Esta ampliación de la plantilla es necesaria debido a la implantación del método CER, cuyos gestores necesitan apoyo para el control y supervisión de la colonias felinas y el censado de las mismas”, explicaba hace escasos días el Consistorio.
Igualmente se hace imprescindible para cubrir las necesidades del centro tras su ampliación en 2021, cuando pasó de alojar 150 animales a 250, prestando el servicio el mismo personal.
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