‘El Walili’ ya es historia: culminan el desalojo de los jornaleros de Níjar
Inmigración
Dos incendios intencionados, afortunadamente sin heridos, han sido la única nota negra de un operativo sin sobresaltos
Almería/Con los tribunales de su lado y un proyecto “pionero” para la erradicación de los asentamientos chabolistas en la mano, el Ayuntamiento de Níjar ha culminado este lunes el desalojo y derribo del poblado de ‘El Walili’, uno de los de mayor tamaño y, tal vez, de los más conocidos al encontrarse ubicado en un lateral de la carretera de San José.
Y a pesar de que miles de turistas han pasado por su lado durante años y más años, posiblemente pocos fuesen conscientes de que en este “pueblo” levantado con objetos y artefactos improvisados, era posible encontrar desde una mezquita a una peluquería, todo para dar una cierta normalidad a los cientos de personas que residían en él.
No todos ellos han esperado a este lunes. Un día antes eran muchos los que ya que se habían trasladado a otros asentamientos o, en su defecto, habían dormido en casas de amigos, familiares o incluso en espacios facilitados por sus empleadores para que no tuviesen que alejarse demasiado de su puesto de trabajo.
Algo que el Ayuntamiento ha calificado como “una solución autogestionada y a su medida” y ha añadido que Servicios Sociales hará un seguimiento de las personas que fueron censadas en el transcurso de las comunicaciones e información pública anterior al derribo del asentamiento, y que ha permanecido activo durante tres meses.
Los que permanecían aún, podían ver cómo a las siete de la mañana se desplegaba un operativo que ha contado con unos 60 agentes de la Guardia Civil, así como miembros de la Policía Local, dos equipos de Bomberos, ambulancias contratadas por el consistorio y una trabajadora social que ha sido la responsable de informar a los extranjeros.
El desalojo se ha desarrollado sin apenas incidentes, aunque se han producido dos incendios, ambos “provocados intencionadamente”, según el gobierno local. El primero ha ocurrido alrededor de las 07:30 horas y ha afectado a unas cinco chabolas de la cara sur del asentamiento y el segundo, de mayores proporciones y pasadas las 08:30, se ha registrado en la cara norte y se originó en una chabola en la que “intencionadamente había sido almacenado combustible”.
Afortunadamente, no ha habido heridos. El único daño ha sido el emocional. Entre llantos y caras compungidas, muchos no sabían si coger el autobús que los llevaría hasta el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación en la barriada de Los Grillos. Gente como Hamal, un inmigrante que hace siete años convirtió ‘El Walili’ en su hogar. “Aquí hay gente que vive desde hace 15 o 20 años”, apunta, asegurando que a pesar de las promesas del Consistorio “no hay nada”.
“Están mandado a la gente a una nave (…) No tienen corazón, la gente no ha podido recoger sus cosas”, asevera este magrebí, quien lamenta además que muchos han tenido que pedir permiso a sus jefes y ahora “han podido perder el trabajo que tienen”. Más o menos es lo que también afirma otro magrebí: “El Ayuntamiento no me da nada”.
EL CENTRO QUE ES COMO UN INTERNADO
En una parcela en la barriada de ‘Los Grillos’ se construye una promoción de 62 viviendas en alquiler a precio asequible que se van a utilizar como alojamientos transitorios para temporeros, con una subvención de 1.547.351 euros del Programa de Fomento del Alquiler de la Junta de Andalucía.
Aún no están concluidas, por lo que la primera parada de los desalojados en este barrio es el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación. Conforme llegan a él, son atendidos por Médicos del Mundo, Cruz Roja, Almería Acoge, Fundación Cepaim y las Hermandas Mercedarias en una especie de “barracones” que anteceden su paso a dicho centro, que dispone de 300 literas.
“Es como un internado. Yo me crie en un internado y es como un internado”, aseguraba la alcaldesa Nijareña, Esperanza Pérez (PSOE), a miembros de Unidas Podemos y Por Andalucía, que se han desplazado al lugar para poder cerrar una cita con ella y una visita posterior a las instalaciones. Ha valorado “muy positivamente” el desarrollo del realojo.
“Tengo que felicitar a todos aquellos que durante meses han trabajado para llegar a este momento en el que, por primera vez en 20 años, se les da a esos moradores una verdadera ruta de convivencia en condiciones dignas”. “Hemos tenido un realojo en paz pese a los intentos de algunos por convertirlo en tragedia con incendios provocados o intimidando a los moradores para que no subiesen a los autobuses con destino al centro de acogida y derivación”, dice.
En el transcurso de la operación de este lunes han sido atendidas unas 180 personas de las 254 censadas por los servicios municipales durante los últimos tres meses. De éstas, hasta las 12:00, unas 60 ya habían sido reubicadas y otras 20 en trámites.
A pesar de todo, las críticas no cesan
La Plataforma Derecho a Techo ha denunciado este lunes que la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez (PSOE), ha "incumplido uno a uno todos los compromisos adquiridos con las organizaciones" de ofrecer un alojamiento digno a todas las personas que habitaban el asentamiento El Walili, y ha sostenido que el desalojo se ha "deshumanizado".
"Ni dispositivo sanitario, ni Servicios Sociales, ni atención personalizada, el único objetivo que se ha conseguido es el de dispersar a las personas que habitaban el poblado hacia otros asentamientos menos visibles de la zona, para lograr que este asentamiento –en la carretera hacia el Parque Natural Cabo de Gata- no se perciba por los turistas. En ningún momento han pretendido proporcionar alojamiento digno a estas personas", ha denunciado en una nota de prensa.
Asimismo, los representantes de Podemos y Por Andalucía que se han desplazado ante el asentamiento y han criticado el desalojo. "Hay 60 guardias civiles y una trabajadora social, creo que la cosa habla por sí sola sobre cuál es la prioridad del dispositivo", ha indicado a los medios el diputado autonómico de Por Andalucía José Manuel Gómez Jurado, quien ha asegurado que los ocupantes del asentamiento están "asustados" porque "no saben a dónde los van a llevar". "Les están destrozando las casas, están a la intemperie pasando frío, sin saber nada del protocolo", ha trasladado.
No obstante, y al igual que el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid y secretario de Políticas Antirracistas de la dirección estatal de la formación morada, Serigne Mbayé, ha afeado la falta de información recibida por los afectados, quien estaban "inseguros" al desconocer "a dónde" iban a ser trasladados y qué va a pasar después con ellos.
"La gente no se fía porque el Ayuntamiento no ha cumplido con lo que dijo", ha añadido Mbayé, quien también ha incidido en la falta de "servicios sociales" en la zona del desalojo a la que han llegado dos autobuses preparados para efectuar el traslado de los morados junto con "funcionarios intentando convencer a los chicos para llevarlos" a la zona de acogida.
Así, ha detallado que la mayor parte de los moradores del Walili no han querido moverse de la zona hasta conocer las condiciones de realojo, al tiempo que se han quejado de la falta de recursos habitacionales alternativos así como la baja disposición para alquilar viviendas en la zona, cercanas a sus lugares de trabajo, ante la falta de recursos para el transporte.
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