Víctimas de la sinrazón (I)
Barbarie. Trece hombres padecieron los zarpazos de ETA, GRAPO, el terrorismo islámico, extrema derecha o incluso en determinadas acciones por parte de elementos de las Fuerzas de Seguridad
DURANTE los últimos treinta años del pasado siglo, un nutrido grupo de almerienses sufrieron y fueron objeto de la sinrazón de la barbarie y de la deshumanización más absoluta que supone la violencia terrorista en su expresión máxima, como lo constituye el asesinato. Un total de trece hombres padecieron los zarpazos de ETA, GRAPO, el terrorismo islámico, las iras de la extrema derecha o incluso en determinadas acciones por parte de determinados elementos de las Fuerzas de Seguridad en extrañas y controvertidas circunstancias.
Esteban Maldonado Llorente (20). Guardia Civil. El 5 de octubre de 1975 murió en atentado en el País Vasco. El agente, había salido de la academia de Valdemoro tres meses antes y su primer destino fue la localidad vasca de Mondragón, donde en plena juventud encontró la muerte victima de un vil asesinato.
Hijo y hermano de guardias civiles, Esteban Maldonado se convirtió en el primer miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado vinculado a la provincia de Almería asesinado por la banda terrorista de ETA.
Juan Mañas Morales (25). Empleado De FEVE. Llegó a Almería acompañado por Luís Montero y Luís Cobo Mier para asistir a la primera comunión de su hermano y encontraron la muerte. Un teniente coronel de la Guardia Civil, Carlos Castillo Quero, en un exceso de celo y logro de medallas, sin comprobar datos básicos de identificación, fue el principal culpable de sus torturas y y ordenar matarlos al confundir a los tres inocentes con los etarras Mazusta, Bericiartúa y Goyonoeche. Unas irreflexivas decisiones provocaron que fueran detenidos cuando efectuaban unas compras en un local en la Urbanización de Roquetas de Mar.
José Luís Martínez (30). Inspector CNP. Primer policía almeriense quien en unión de otro compañero, fueron secuestrados, torturados y asesinados en Hendaya cuyos cadáveres maniatados de pies y manos con un tiro en la nuca fueron hallados un año después de su desaparición. El secuestro tuvo lugar el 4 de abril de 1976 después que los agentes llegaran hasta Hendaya donde a los propios compañeros del servicio de aduana, les entregaron sus armas y credenciales policiales tal como exigían las leyes. La alarma se activó al día siguiente los funcionarios, que llevaban alrededor de un año en la capital donostiarra no se incorporaron a la Comisaría de San Sebastián
Arturo Ruiz García (21). Estudiante. Vinculada a Almería buena parte de la familia del joven estudiante asesinado el 23 de enero de 1977 en Madrid por un comando ultraderechista durante una manifestación Pro-Amnistía. Su padre de Bedar y su abuelo, funcionarios municipales residieron en Santa Fe de Mondujar y Los Gallardos. Su hermano, Juan Manuel Ruiz fue durante más de diecisiete años director de Acebuche Como autor directo de los disparos que provocaron su muerte fue detenido José Ignacio Fernández Guaza, quien tras el crimen huyó a Francia. También fue implicado el argentino Jorge Cesarsky Goldenstein
José María Lozano Saínz (22).Guardia Civil. Murio acribillado a tiros por dos sujetos la mañana del 28 de enero de 1977. El agente en unión de otro compañero, Antonio Guareña, prestaban servicio de vigilancia en las oficinas de la Caja Postal de Ahorros número 41 en la colonia de Oroquieta del distrito de Villaverde de Madrid. Había contraído matrimonio el 4 de diciembre de 1976 y llevaba escasamente un mes casado. El cruel destino quiso que se convirtiese en el primer guardia civil almeriense victima del grupo terrorista GRAPO.
José Artero Quiles (42).-Industrial. Hasta la fecha ha sido el único civil asesinado por la banda terrorista ETA. Había nacido en la barriada de El Llano del Espino de Albox y fue asesinado a balazos el 24 de marzo de 1980 en la localidad guipuzcoana de Escoriaza. Dos individuos con chubasqueros y con pasamontañas asesinos de ETA, que venían controlando sigilosamente todos sus movimientos lo acribillaron a sangre fría en el momento en que se disponía a subir a su coche. En la penumbra de la noche acechaban sus pasos. Tras salir de una cafetería se dirigió hacia la calle Hildalgo donde tenía aparcado su coche un Renault 6 matrícula AL-7007. Murió en el acto.
Francisco Gómez-Gómez Jiménez (28).Guardia Civil. Nació en Almería el 23 de julio de 1950 y llevaba tres años en la Benemérita. Casado y padre de dos hijos, perdió la vida asesinado por la barbarie terrorista de ETA en cuya acción terrorista murió otro miembro de la Guardia Civil. Como resultado de la explosión otros dos agentes. El atentado tuvo lugar sobre las tres y cinco de la madrugada del 13 de enero de 1979. El Land Rover de la Guardia Civil en que viajaba saltó por los aires al explotar una bomba, cuando el vehículo circulaba por la carretera comarcal 6.317 que une el santuario de Loyola con Azcoitia.
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