Los Vélez se queda sin agua
Alcaldes y Plataforma en Defensa del Agua se plantan contra el uso "ilegal" de los pozos que abastecen 500 hectáreas de cultivos de lechuga en María y Orce desde hace 15 años
La Comarca de Los Vélez se está quedando sin agua, sufriendo una sequía sin precedentes y que, según los más mayores de la zona, no tiene parangón con ninguna crisis hídrica del pasado.
Todo comenzó hace unos quince años, cuando la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Agricultura, permitió que una serie de empresas hortofrutícolas hicieran uso de pozos para explotar agua subterránea del acuífero de Sierra María-Maimón, al tiempo que hubo una conversión de 500 hectáreas de secano a regadío, con la correspondiente aportación hídrica que esto requiere. Aquí comenzó la pesadilla de una Comarca que desde finales del año pasado se ha levantado contra un fenómeno que según sus estudios técnicos apuntan a que es el responsable de tan acuciante sequía.
Son en torno a una decena los pozos que abastecen a estas hectáreas antes de secano y que desde la última década están produciendo lechuga a pleno rendimiento, provocando que los manantiales históricos de la Comarca y de los que depende el regadío de las Vegas de Vélez Blanco, Vélez Rubio y Chirivel, más de 2.000 hectáreas, se estén viendo en serio riesgo. Esto se traduce en el sustento de más de medio centenar de familias cuya economía se deriva de la agricultura. Para más inri, el abastecimiento del casco histórico de Vélez Rubio proviene directamente de este recurso, afectando así a unos 5.000 vecinos.
"Toda la Comarca está preocupada, porque la situación ya ha tomado tintes de extrema gravedad. Entendemos que las extracciones de agua para abastecer las 500 hectáreas de lechuga que comenzaron hace 10 años no son legales y hemos elaborado un informe que indican que la sequía que vivimos es consecuencia directa de esta práctica, que está teniendo consecuencias terribles", lamenta el alcalde de Vélez Blanco, Antonio Cabrera, sobre el problema que más le preocupa a él y a sus vecinos en estos momentos.
El Manantial de Los Molinos, que abastece a los municipios, ha visto como su caudal ha ido disminuyendo en los últimos diez años, y drásticamente en los últimos dos, pasando de más de 100 litros por segundo a apenas llegar a los 40. Pese a su gran belleza, pasear por estos municipios ya no es lo mismo que hace un lustro. La tristeza por la escasez se palpa en el ambiente, pero también salta a la vista. "Hace un año y medio la fuente de Los Cinco Caños aún estaba funcionando", dice Cabrera, hoy no echa ni gota de agua.
Por todo ello, vecinos, ayuntamientos y la Plataforma 'Por la defensa del agua en la comarca de Los Vélez' han dicho: ¡basta ya! Piden soluciones urgentes a la Administración, en este caso en la figura de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y también del Segura. El pasado lunes por la tarde, el Teatro Municipal de Vélez Blanco fue el lugar elegido para una reunión multitudinaria de los afectados, a fin de establecer una hoja de ruta y también informar del trabajo que están llevando a cabo las corporaciones municipales al respecto. Cientos de regantes y vecinos acudieron a esta llamada, preocupados y repletos de preguntas. "Tenemos que arreglar esto de manera urgente, vamos camino de que la situación del acuífero sea irreparable", subraya Antonio Cabrera, primer edil de Vélez Blanco. Precisamente ayer recibió la llamada de la Confederación del Guadalquivir. Hay primer paso. La semana que viene se reunirán alcaldes y plataforma con los subinspectores de la Confederación, presumiblemente en casa, aunque aún está por confirmar. A dicha reunión llegarán con los deberes hechos, y presentarán un estudio desarrollado por Diego Gea y Francisco Moreno, hidrogeólogos que conocen bien el funcionamiento del acuífero de Sierra María-Maimón, y donde reflejan cómo son las extracciones en estos pozos los que están provocando un desajuste que podría dar con el fin de esta fuente de riqueza subterránea en la comarca. Un trabajo meticuloso, y llevado a cabo sin ninguna ayuda ni medio económico, dedicándole muchas horas a una empresa en la que está en juego el futuro hidrológico de la zona.
La comarca, difícilmente, aguante otro año en esta situación. Es más, ya el pasado verano apenas se pudo regar la cuarta parte de la vega, con dos o tres riegos ocasionales al año, debido a la disminución de los caudales.
Toda la comarca se ha volcado con este movimiento que persigue la inmediata paralización de los pozos, antes incluso de que la Administración competente verifique que son los causantes de esta situación, como todos indican, y así favorecer la recuperación de unos manantiales de los que dependen los 12.000 habitantes.
"Cada vez que vemos un camión de lechuga pasar, se nos va media vida con él. Agotaremos todas las vías posibles. Si no dan resultado, lo tengo claro, me plantearé otras medidas de presión como la huelga de hambre", concluye el alcalde de Vélez Blanco.
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