El auge del ladrillo obliga a realojar a los gatos de la Vega de Almería en una ‘casa de acogida’

204 chalés y 687 plurifamiliares, espacios verdes y deportivos. Es el desarrollo previsto en una amplia pastilla de suelo situado entre Nueva Almería y el paseo marítimo, recientemente autorizada por el Ayuntamiento de la capital, que posibilitará la expansión de la ciudad, si bien este crecimiento entra en colisión directa con las colonias de gatos de la Vega asentados en estos terrenos de propiedad privada. Los felinos silvestres tienen que marcharse para dejar paso a las obras y, ante esta situación, el Consistorio se dispone a transformar un solar municipal en una ‘casa de acogida’ en la que dar refugio a los animales.

El proyecto de urbanización aprobado la pasada semana comenzará a materializarse con el vallado de los solares. Unas tareas previas que podrían comenzar este mismo lunes, por lo que la maquinaria municipal se ha activado desde el área de Sostenibilidad Ambiental, encargada estos últimos meses de poner en práctica la legalización de las colonias de gatos. Después de mantener una reunión con personas cuidadoras de las colonias de la Vega afectadas, el Ayuntamiento ha licitado la ejecución de obras para la transformación de un solar en este refugio en el que poder reubicar a una veintena de gatos ferales.

El espacio escogido es una parcela de la que es titular el Consistorio, que se encuentra entre el centro de pistas de la Dirección General de Tráfico y el estacionamiento municipal de caravanas y autocaravanas del paseo marítimo de Ribera. La idea es construir cuatro recintos contiguos de ocho metros de largo, ocho metros de ancho y dos metros de alto, creando un recinto vallado y con zonas sombreadas en las que poder dar cabida a los animales de cuatro colonias con una estimación de tres metros cuadrados de espacio por cada gato.

En quince días, una vez firmado el contrato con la empresa adjudicataria, este recinto deberá estar listo con un presupuesto base de licitación de algo más de 28.200 euros.

Un gesto por parte del Ayuntamiento que es bien recibido por las cuidadoras, que comprenden la situación derivada del desarrollo de los solares de la Vega, aunque no exento de temores por el riesgo de que se cree lo que llaman un “gueto de gatos” o “chabolismo felino”.

La instrucciones de desalojo, para empezar, les ha pillado a las cuidadoras de sorpresa y están inmersas en planificar la operación de captura de los gatos bajo su custodia, una intervención que entraña dificultades y que genera estrés a los gatos, que creen que se verá agudizado ante el cambio de espacio en el que vivirán y, sobre todo, por el hecho de convivir en un mismo recinto y vallado, por lo que las cuidadoras de dos de las cuatro colonias se están planteando otras alternativas al considerar los problemas de adaptación y las posibilidades de que los animales sobrevivan

De hecho, ya han solicitado mejoras. Entre ellas, la dotación de puntos de toma de agua y aperturas para que los gatos puedan entrar y salir del recinto, entre otras.