El cura de Topares se va de la comarca con pintadas de cruces invertidas en su casa

La iglesia topa con Topares

Los grafitis han aparecido en la vivienda del párroco que hay junto a la iglesia de Vélez Blanco y en la tienda del pueblo

El sacerdote, que es señalado por los vecinos de Topares como uno de los principales "culpables" del conflicto entre la Hermandad de Ánimas y el Obispado, se ha despedido de los vecinos de María "con un sermón y un perdón"

Párroco M. J. Martín Romero durante una misa en Topares, el día de difuntos en el cementerio de la pedanía.
Párroco M. J. Martín Romero durante una misa en Topares, el día de difuntos en el cementerio de la pedanía.

Tras meses sin dar misa en la parroquia de Topares, el cura con el que el pueblo mantiene un conflicto sin resolver desde hace casi dos años se va de la comarca. Unos apuntan a huida tras los continuos enfrentamientos, y otros lo describen como un traslado rutinario y habitual que el Obispado de Almería ordena cada ciertos años. Sea como sea, lo cierto es que se va diciendo adiós también a los feligreses del municipio de María y de Vélez Blanco de donde ha sido también el párroco en estos años. Así lo anunció en la misa de este pasado domingo, cuando tras pronunciar un sermón quiso también pedir perdón a los marienses si en algún momento hubiera podido ofenderles, tal y como han avanzado a este periódico testigos del momento..

Las pintadas “vandálicas” de Vélez Blanco fueron cubiertas de inmediato

Las pintadas, que prácticamente todos lo vecinos, el Obispado e incluso las administraciones públicas locales tildan de “vandálicas”, fueron retiradas de inmediato. En el caso de las cruces que aparecieron en la fachada de la casa del párroco, que está junto a la iglesia, fue el propio Ayuntamiento de Vélez Blanco quien ordenó cubrirlas de pintura. Y en el caso de la tienda, fue la dueña del establecimiento quien las cubrió con pintura nada más percatarse de los hechos. Según ha podido conocer Diario de Almería, por el momento no se ha presentado ninguna denuncia que esté relacionada con este asunto, un paso prioritario y necesario para poder visionar las grabaciones de las cámaras de seguridad que hay instaladas en la zona y que pudieran dar luz a un asunto que ha dado que hablar en la comarca.

El sacerdote M. J. Martín Romero se va de esta comarca de Los Vélez coincidiendo además con otro acontecimientos desagradable que se ha vivido en la zona. Fue concretamente el día 17 de junio, sábado marcado por los actos de constitución de los ayuntamientos, cuando en la fachada de su casa (en uno de los laterales de la iglesia de Vélez Blanco) aparecieron pintadas unas cruces invertidas. Las mismas que aparecieron también en otro punto de la localidad, concretamente en la fachada de la tienda. El pueblo se levantó revolucionado ante semejante hallazgo, que nadie se explicaba, y no solo por lo que pudiera significar (la cruz invertida o cruz de San Pedro es un símbolo cristiano que representa la forma en la que fue crucificado San Pedro, cabeza abajo. En tiempos recientes, producto de la moda y las películas de Hollywood, se ha relacionado la cruz invertida con el satanismo o la aversión al cristianismo), sino por la ubicación de las mismas y en medio de un clima de tensión constante entre los vecinos y el Obispado.

Diario de Almería se ha puesto en contacto tanto con el Obispado para conocer el por qué de esta despedida y qué significado o explicación le dan a las pintadas. El vicario general, Ignacio López Román, señala que “M. J. Martín Ramos cambia de destino, pero se trata de algo que está dentro de la normalidad de cambios de cada verano; él lleva 7 años y ya tocaba un cambio. Aún no está decidido quién lo va a sustituir pero a buen seguro, quien vaya, irá con el deseo de servir a todos”. Y en lo que se refiere a las pintadas de las cruces invertidas, está convencido de que son “vandálicas”. Como asegura, “de vez en cuando hacen pintadas en las iglesias”. Por el momento no le dan mayor importancia a este suceso que no ha sido denunciado y que “ni se ha repetido, ni el cura cree que vaya contra su persona. Y ni mucho menos ha pensado que se trate de alguien de Topares y que haya podido actuar guiado por el conflicto que hay abierto”, como ha señalado el vicario.

La noticia de la despedida ha corrido como la pólvora en toda la comarca y ha sido recibida con cierta alegría entre los vecinos de la pedanía de Topares. Es más, el cambio de cura era algo que ya habían pedido en más de una ocasión como solución a un conflicto que comenzó en la Navidad del año 2021 y que a día de hoy, pese a varias reuniones para llegar a un entendimiento, no está zanjado y ha acabado, por segunda vez, en el Juzgado de Vélez Rubio.

El próximo 27 de septiembre están citadas las partes en el Juzgado de Vélez Rubio, en Audiencia Previa, para intentar llegar a un entendimiento o finalmente señalar la vista para celebrar el juicio y que sea un juez quien determine quién tiene la razón en este asunto que tiene que ver con la inmatriculación de varios inmuebles por parte de la iglesia y que la Hermandad de Ánimas reclama como propias.

El nuevo cura que llegue a la comarca tendrá una tarea ardua: Intentar poner paz entre los feligreses y la iglesia, para devolver al pueblo la ilusión y a la parroquia la confianza.

Audiencia Previa para el Obispado y la Hermandad

Años convulsos, de malos entendidos, de enfrentamiento y acusaciones en las dos direcciones..., han cerrado la historia del párroco M. J. Martín Romero en las localidades de María, Vélez Blanco y Topares. Más concretamente en este último, donde los miembros de la Hermandad de Ánimas lo acusan de ser uno de los principales causantes del conflicto que mantienen con el Obispado de Almería por la propiedad de los inmuebles que rodean a la iglesia. Son, como ha venido contando Diario de Almería, en total cinco los locales que la iglesia se inmatriculó, en virtud de los artículos 206 y 304 de la Ley y el Reglamento Hipotecario, y que el pueblo reclama como suyos al haber sido construidos, según argumenta el presidente de la Hermandad, Alfonso Serrano, con los ahorros de todos e incluso mantenidos.

La historia lleva ya casi dos años de trayectoria y posiblemente sea la justicia quien ponga fin a un problema que ya ha acabado dos veces en manos del juez (la primera por parte del Obispado aunque se retiró la demanda y la segunda por parte de la Hermandad).

Cabe destacar que el Obispado de Almería ha mantenido siempre la puerta abierta al diálogo y al entendimiento. Incluso la última propuesta en firme que se hizo a los topareños fue la de suscribir una cesión de los locales por un periodo de 50 años, ampliables a otros 50 años, para que puedan seguir haciendo uso de ellos como hasta ahora, en los mismos términos. Los vecinos rechazaron la cesión y decidieron ir a por todas en la vía judicial, convencidos de que el juez les va a dar la razón.

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