Supera asegura que el Ayuntamiento de Almería no quiere las ‘llaves’ del Jairo Ruiz y Florido

Almería

La empresa afirma que está dispuesta a dejar la gestión de estas centros deportivos y del pabellón de Araceli desde antes incluso de la prórroga, que se vieron “obligados” a aceptar

Usuarios han protestado por las condiciones actuales del Jairo Ruiz / Rafael González

Supera (Sidecu), la empresa concesionaria que gestiona tres centros deportivos de Almería, el Rafael Florido, el Jairo Ruiz y el José Antonio Segura del barrio de Araceli, ha sido contundente sobre la situación que atraviesan estas instalaciones que, a tenor de las declaraciones de sus responsables, están deseando abandonar. “Si nos dijeran ahora que entregáramos las llaves, las tendrían sobre la mesa en cinco minutos”, pero, mantienen, el Ayuntamiento no se las ha pedido pese a los múltiples ofrecimientos que el grupo empresarial asegura haber hecho al equipo de gobierno.

Recuerda Supera las pérdidas que arrastra derivadas de la subida de los costes energéticos y de la pandemia, motivos por los que ha reducido su nivel de servicios como la prestación de clases con monitores y anulado el uso de piscinas, sin que ello les haya reportado cifras positivas. Son centros, según Supera, que están generando pérdidas y que, además y en concreto en el Centro Deportivo Jairo Ruiz, requieren de grandes inversiones que la concesionaria no va a asumir.

Primero, porque su contrato, ya en prórroga, acaba en tres años sin capacidad, por tanto, para amortizar gastos. Y, segundo, porque se trata de cuestiones que la concesionaria entiende que competen al Consistorio al tratarse de “graves deficiencias estructurales” que han desembocado en el cierre de la zona de pabellón del Jairo Ruiz, además de la renovación de la caldera. Solo esta mejora la cifran en 100.000 euros. Las otras dos instalaciones amplían la lista de necesidades.

Siendo esta la situación expuesta por el grupo gallego, la dirección insiste en que al Ayuntamiento “se le ha dicho por activa y por pasiva” que están dispuestos a dejar la gestión de los tres centros que le fueron adjudicados en 2006. Incluso, sin contraprestación alguna por el tiempo que aún resta para finalizar, en 2026, la prórroga, en el caso de que el Consistorio abordara una rescisión del contrato. “No lo hacen porque tendrían que subrogar a todo el personal” que actualmente trabaja en los tres centros, siendo la otra alternativa buscar a una nueva empresa que se ocupe de estas instalaciones “con pérdidas”. Según manifestaba el concejal de Deportes ante las quejas de los usuarios publicadas en la edición de ayer del Diario de Almería, distintas áreas municipales están trabajando en un proyecto deportivo y pliegos para sacar a concesión los tres centros de Supera, en cuanto el grupo decida irse.

La empresa informa que esto podía haberlo hecho el Consistorio desde tiempo atrás, ya que el deseo de abandonar la gestión fue trasladado antes de firmar la prórroga que, según Supera, se vieron obligados a aceptar por uno de los artículos del contrato de los que hizo uso el Ayuntamiento, en 2021. “Lo saben desde hace años, pero no es de su interés”, sentencia el grupo gallego.

Deficiencias estructurales de “riesgo”

Una de las gravosas inversiones que Supera indica que es necesaria realizar en el Jairo Ruiz es la reparación de deficiencias estructurales en este edificio que se construyó con motivo de los Juegos Mediterráneos de 2005 y que ha conllevado al cierre de la zona del pabellón por los riesgos aludidos que entraña. La empresa cuenta con una evaluación realizada por un arquitecto en el que se registran “déficits estructurales muy importantes que afectan a la seguridad del inmueble”. Informe del que la empresa asegura haber dado trasladado en su momento al Ayuntamiento.

En cuanto a las quejas de los usuarios, Supera mantiene que no está desatendiendo cuestiones básicas como la limpieza y el mantenimiento. “No es cierto –como apuntaban usuarios–, que solo se limpie los lunes. Se hace todos los días y por las noches también, y se van reparando las averías que van surgiendo”. El cierre de la piscina “fue acordado con el Ayuntamiento en el momento de la prórroga para garantizar el equilibrio económico” de la concesión y, admite Supera, se han practicado otros recortes ante el descenso de usuarios como el cierre de la sauna, uno de los vestuarios o el descenso de las clases con monitores. En cuanto al agua caliente, asegura haber solucionado de forma parcial el problema y se está a la espera de que llegue una “pieza del extranjero” con la que terminar de reparar la caldera, obsoleta.

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