Situación insostenible en muchos locales hosteleros tras tres meses sin abrir
Desescalada Almería
Desde el 13 de marzo, multitud de establecimientos de restauración y hoteles siguen aún cerrados
Sin turismo, sin terrazas muchos de ellos y sin un futuro esperanzador, muchos de ellos están en una posición crítica

Tres meses se cumplen este sábado desde que el Gobierno decretase el estado de alarma con motivo de la crisis mundial sanitaria por el coronavirus. Casi cien días en los que multitud de negocios del sector hostelero y hotelero no han visto ni un céntimo tras el cierre de sus establecimientos.
Muchos de estos no han decido dar ese paso hacia adelante, como otros compañeros que desde la Fase 2 si han plantado cara a la COVID-19, al no tener terrazas ni disponer de espacio para ellos. Son los llamados pequeños bares, esos en los que hasta no hace mucho las sillas y mesas se sustituían por las tertulias en torno a la barra. Junto a ellos, otros tantos no han abierto al no disponer de metros suficientes para instalar sus terrazas y, dicho sea de paso, al no contar con la ayuda de los estamentos según ellos mismos.
Es el caso de Jovellanos, 16, establecimiento ubicado en una de las vías principales del centro almeriense que recibe el mismo nombre. Será mañana martes cuando este negocio, que goza de gran fama y valoración de los clientes gracias a un magnífico grupo de profesionales, vuelva a abrir la persiana de su local. “En la calle abriré con tres mesas, las que la ley me permite, y dentro con otras tres. El problema es que yo tengo un aforo de 22 personas. Si sumas las tres mesas ya tengo a 12 personas”, indica David Martinez, gerente del bar. La incertidumbre y la grave crisis sanitaria ha hecho que este negocio, como otros tantos, reduzca la plantilla. “En principio estaremos la cocinera y yo y, según veamos la cosa, si tengo que meter a alguien por las noches, lo meteré”. Esta tardía apertura en comparación a otros compañeros del sector ha llegado por el espacio. “El número de mesas limitaba mucho pero no podíamos aguantar más. Necesitamos ingresar dinero para hacer frente al pago del alquiler, facturas, luz, agua...nos está comiendo”, indica David a este rotativo.
Pese a ello, afronta esta ‘vuelta al tajo’ con muchas ganas. “Nos ha llamado mucha gente para hacer reservas y vamos a ver cómo va la cosa y también nos debemos a nuestros clientes. Eso es algo que me motiva”, relata. “He pedido mesas para ponerlas justo delante del convento. Hice un mapa y por ahora no he obtenido respuesta del ayuntamiento. Con que me dejen poner dos mesas más, para un total de cinco fuera, ya sacaría a otra persona del ERTE”. El local, además, ha instalado una mampara en su zona de barra, siguiendo las medidas de seguridad higiénico-sanitarias. “He tenido yo que hacer frente a esa compra. Por ahora yo no he visto ni un duro de los organismos municipales”, finaliza el gerente de ‘Jovellanos,16’.
En esa misma calle, ‘El Jurelico’ es otro de los negocios que aún no ha levantado su persiana. De hecho, cuentan fuentes cercanas, no sabe si abrirán en este mes de junio porque, unida a la crisis sanitaria, hay que lamentar la lesión del cocinero de este local.
Unos metros más abajo se encuentra el establecimiento ‘El Vino en un Barco’, otros que ha esperado hasta prácticamente el inicio de la Fase 3 para reabrir sus puertas desde el pasado mes de marzo. Concretamente lo hizo este pasado viernes. “No he abierto hasta ahora porque no he podido poner terraza. Además, se da la circunstancia de las obras en la calle Arco. Ha sido complicado sin poder poner mesas en la calle, con reducción del aforo y sin poder sacar a los trabajadores del ERTE”, indica su gerente Catalina Landín. “Abro por no quedarme la última pero con las peores circunstancias. Todo ello además, sin terraza por unos trámites burocráticos que se alargan en el tiempo. “Tengo todo pero me obligan a tramitar la licencia de cero y eso lleva mucho tiempo. Sigo todo lo que me va indicando el ayuntamiento, sin saltarme ningún procedimiento pero con esto del teletrabajo, ahora es muy complicado”. Este bar abrió el pasado viernes con cuatro empleados y solo en horario de noche. “Por ahora es el horario que me planteo pero poco a poco iremos viendo. Hemos abierto con siete mesas y a partir de este lunes, si todo va bien, también abriremos la barra al estar permitida en Fase 3”. Sin embargo, Catalina tiene una espina clavada al no haber podido abrir, aún, ‘Aduana’, otro negocio que regenta en la Plaza del Carmen . “No hemos abierto debido a las dimensiones de este bar. A ver cómo transcurren estos días para plantearnos su apertura”, finaliza.
En esa misma calle Arco, donde además de con la crisis sanitaria también tienen que lidiar con las obras que se están realizando en esta vía, tampoco ha abierto sus puertas aún ‘Patio de Vecinas’ al encontrarse en una situación similar a sus homónimos, sin poder instalar una terraza.
Dos de los bares más emblemáticos de la ciudad se encuentran en la calle Granada. El primero de ellos, ‘Bonillo’, esa pequeña taberna conocida por almerienses y visitantes con las bravas más conocidas de Almería. Sin posibilidad de terraza y con escasísimos metros de negocio, el establecimiento aún no ha abierto sus puertas. En esa misma vía se encuentra ‘Capitol’, otro de los clásicos, el cual -pese a abrir y probar fortuna en la Fase 2- se encuentra actualmente cerrado tras probar suerte sin éxito. “Allí no tenemos terraza. Probamos suerte pero no nos fue bien y volvimos a cerrar. Además, la clientela nuestra es de más de 50 años y ese tipo de público aún no está saliendo a la calle porque no se fían”, narra Andrés López, gerente de este establecimiento. El negocio, que también cuenta con un local en la Plaza Marqués de Heredia y que está a las puertas de abrir otro en El Zapillo, abrió con 25 mesas de las más de 35 que normalmente tiene. Sin embargo, no pierden la esperanza. “Si todo va bien, reabriremos el próximo 1 de julio aunque las expectativas no son buenas. Nosotros funcionamos mucho con la gente de vacaciones y de segundas viviendas y ese público no lo vamos a tener este año”. Además, y por si fuera poco, la calle Granada no es una vía de tránsito ni pilla de paso, sin olvidar que no tiene aparcamientos cercanos y multitud de negocios están cerrados.
Con esta pandemia mundial que azota a todo el planeta, “el que no tenga terraza lo tiene complicado”. Sin embargo, no todo son noticias malas. Hace unos días, el gerente si pudo abrir el negocio ubicado en el centro almeriense al contar, este si, con terraza. “Estamos funcionando bien. Aproximadamente facturamos un 20-30% menos que, con la que tenemos encima, no está nada mal, la verdad”, indica David. Allí, de hecho, todos los trabajadores han sido “rescatados del ERTE”, una noticia sin duda positiva para este grupo hostelero.
El optimismo llega de la mano de un tercer negocio que abrirán en los próximos meses. ‘Capitol Costa' será su nombre y estará ubicado en el local que ocupaba ‘Entre Mares’ en El Zapillo. Pensábamos abrir en junio pero con todo esto, nos iremos para agosto o septiembre. De todos modos, la verdad, no hay prisa. Prefiero ir tranquilo y abrir con plenas garantías y en condiciones a ir con prisas”, finaliza Andrés.
Apenas una calle más abajo, en Alcalde Muñoz, nos encontramos otro negocio que aún no ha podido abrir sus puertas. “Somos un bar pequeño, sin terraza, con barra y dos mesas. Ha sido inviable abrir todavía”, indica Carmelo, gerente de ‘El Pescaíto’. “Si ahora abro, con un 40%, yo pierdo dinero. Nosotros vamos día a día, no como otros negocios. El ayuntamiento solo ayuda a los negocios con terraza, a mi por ahora no me ha ayudado ni me ha llamado nadie. Gracias a Dios, el dueño del establecimiento es una persona comprensible y me ha perdonado unos meses pero son muchos gastos diarios como luz, agua y un largo etcétera. Son muchos días ya sin llevar dinero a casa”, matiza Carmelo. “Quiero abrir cuando acabe la tercera fase y volvamos a la ‘normalidad’, porque sino es que no gano dinero, pierdo. Es una pena porque lo poco que tienes ahorrado nos lo hemos comido en estos tres meses, un desastre”, finaliza.
Estos solo son algunos de los tantos bares, restaurantes, chiringuitos, locales de ocio nocturno, terrazas y hoteles que no han podido volver a la normalidad en esta pandemia. Algo que, a la mayoría de ellos, les ha dejado en una situación muy complicada. Sin ingresos pero con multitud de gastos a los que hacer frente. Y, además, con la incertidumbre de cómo irán transcurriendo estas próximas semanas de desconfinamiento y de una vuelta a la normalidad que no será como la normalidad que conocíamos hasta el momento. Todo ello, además, sin las ayudas que muchos reclaman por parte de los organismos oficiales. Un sector que produce el 7% del PIB del país y que, sin embargo y como otros tantos, está muriendo por momentos.
Sin turismo en los complejos hoteleros
Hotel Barcelo Cabo de Gata es uno de los tantos que todavía no ha reabierto por la crsis sanitaria. “Si todo va bien, reabriremos el 22 de junio pero con muy poca ocupiación. Sin turismo internacional, va a ser complicado. Vamos a perder mucho dinero, esto es una ruina absoluta pero queremos estar con Almería y defender nuestros servicios. El spa lo abriremos el 26 de junio y ya hemos cerrado algunos eventos. Abriremos con 25 personas, con los servicios de bar, restaurante y piscina, y con las máximas medidas para clientes y trabajadores’, comenta su gerente Rafael Jiménez.
El Gran Hotel Almería, integrado en la cadena Ohtels Hotels&Resorts, tiene previsto por su parte reabrir sus puertas para finales de este mes junio conforme a la última fase de desescalada del Gobierno, de manera que ya cuenta con reservas de habitaciones para los meses de julio y agosto así como para la celebración de determinados eventos que se han visto desplazados; todo ello bajo estrictos protocolos de seguridad e higiene que se implantarán singularizadamente con la colaboración de una empresa especializada.
También te puede interesar
Lo último