Senderos desde Villafranca del Bierzo hasta Portomarín
Para recorrer 104 kilómetros fueron necesarias 7 horas y 35 minutos, en los que los peregrinos disfrutaron del paisaje en una de las etapas más duras del Camino

Buenos días, el gran día del camino, la temida subida a O Cebreiro ( Piedrafita). Puerto largo, con una pendiente media del 8%, pero a tener en cuenta que eso es por la antigua carreta, por le camino, el esfuerzo es considerable, ya que en muchísimos tramos hay que bajarse de la bicicleta y arrastrarla. Hay cuestas de hasta el 25%, increíble.
Para todos es una etapa muy dura.
Amanece, un buen día, algo de fresco por la mañana y nos disponemos a salir después de un potente desayuno. Hoy nuestra parada es arriba en el alto, con un bocadillo de jamón y como siempre Coca-Cola, para estimular.
Comienza la subida y como ayer todos juntos, pero ya en las primeras rampas, empezamos a notar las piernas muy cansadas de ayer y de los casi setecientos kilómetros a la espalda. Pasamos por pueblecitos precisos, Pereje, Trabadelo, La portela de Valcarce, Vega de Valcarce, Ruitelan etc. Calentamiento, hablamos y comenzamos a subir. Ya en las primeras rampas nuestro amigo Cristian se marcha y decide irse por el camino de tierra. Detrás yo y a continuación Antonio, Patri y Miguel. Quedamos arriba del alto. Después de la ascensión cerca de dos horas, llegamos y descansamos.
No se ha terminado pues hay que seguir subiendo. Tenemos el Alto de San Antón, y el Alto de O Poio ( comúnmente conocido por todos los peregrinos como Alto del Pollo). Estas subidas nos ponen a prueba, pues amigos las piernas están al limite. Terminamos en el alto del Pollo, reunión, coca cola y nos disponemos a bajar.
Una bajada alucinante, súper difícil pero que se toman velocidades increíbles. Bajada súper técnica hasta llegar a Sarria. Parada obligada a comer pues estamos vacíos. Hemos bajado como 25 kilómetros.
Salimos de Sarria, dirección a nuestro destino, y os puedo asegurar que este tramo es más duro que todo lo anterior. Un constante subir y bajar por sendas súper estrechas. Los montes de Galicia son así. Los pueblecitos están arriba, abajo. Agotados, pero que muy agotados llegamos a Portomarin.
Ha sido un gran día, Una cena base de pasta y pollo, tratamos de que nos recupere para la etapa final, de mañana. Santiago, esta ahí, casi se ve ya.
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