San Cristóbal deja al descubierto restos de sus 14 monolitos y cruces templarias
Almería
¿Para qué eran y que representaban? El urbanista e historiador Ginés Valera resuelve el enigma y propone su recuperación
El entorno de la Alcazaba escupe calor al visitante y mucha obra. Con tres proyectos en marcha, uno de ellos corresponde a los trabajos del Ayuntamiento de Almería para la regeneración del Cerro de San Cristóbal como espacio turístico, supervisado por el Sagrado Corazón de Jesús. A los pies de la escultura y a lo largo de la subida de fuerte pendiente, las tareas de desbroce de los terrenos han dejado al descubierto restos de antiguos monolitos y de cruces templarias que el urbanista e historiador Ginés Valera ha detectado y documentado.
Las indagaciones históricas iniciadas por Valera años atrás y un reciente aviso vecinal le ha conducido a inspeccionar, palmo a palmo, el terreno detectando restos cuadrangulares parcialmente derruidos de los monolitos y trozos esparcidos por la ladera. ¿Pero qué eran? Valera resuelve el enigma tan rápido como asciende la cuesta:
“Son las 14 estaciones del Vía Crucis Penitencial del Señor de la Pobreza de la Archicofradía de la Hora Santa”. Una tradición multitudinaria de la Semana Santa de los años 40 –de hecho, hay una fecha, 1947, grabada en cemento sobre la pared rocosa–, que dejó de celebrarse en 1966.
“En su Vía Crucis pasional al encuentro con el Sagrado Corazón de Jesús situado en el cerro de San Cristóbal, Nuestro Padre Jesús de la Pobreza era portado sobre un humilde trono repleto de claveles rojos y ramas de olivo por 12 hombres con sencilla túnica morada y faraona cubriendo sus cabezas, escoltado por un pelotón de Guardias Civiles y una multitud de fieles y devotos”. Salía de Las Claras y se detenían a rezar en estos monolitos, 14 en total, que representaban las Estaciones de la Pasión de Cristo.
Como recuerda Valera, eran monolitos de mármol con cruces de madera incrustadas, que fueron desapareciendo por el vandalismo. Las bases, de cemento, además, han sido casi todas retiradas en anteriores intervenciones municipales, pero aún quedan vestigios de cuatro monolitos.
Propone Valera al Ayuntamiento y a la Diócesis recuperar estas 14 estaciones –dispone de planos con su ubicación–, reconstruyendo los monolitos, o al menos uno de ellos mediante la técnica de anastilosis, como testigos del pasado reciente de Almería e indicar la presencia de las cruces templarias esculpidas en el Cerro.
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