Salvemos el convento
El Consistorio inicia una campaña de concienciación para rehabilitar el Claustro del Convento de San Pascual Bailón, inmueble del siglo XVII que está en riesgo de derrumbe Necesitan 40.000 euros
La provincia de Almería cuenta con un importante y rico patrimonio cultural que, en determinados casos, ha sido víctima del abandono y su consiguiente deterioro. Es el caso del Convento de San Pascual Bailón en la localidad de Laujar de Andarax, un edificio con una extensión de más de 3.000 metros cuadrados que fue construido por la Orden Franciscana en el siglo XVII, siendo fundado en 1691 por el laujareño fray Antonio Murillo-Velarde y que, tras siglos de esplendor, ahora presenta un avanzado estado de abandono que hace peligrar que siga manteniéndose en pie.
Por esta razón, y tras infructuosos intentos en las últimas décadas para conseguir su rehabilitación y su puesta en valor, el Ayuntamiento de la localidad ha querido aprovechar el tirón que tienen en la actualidad las redes sociales para crear un hashtag (una etiqueta identificativa) con el que impulsar una campaña de concienciación. Si busca en Twitter o Facebook #SalvemosElConvento encontrará ya centenares de alusiones a este proyecto para conseguir que el Claustro pueda ser accesible sin peligro de derrumbamientos.
La alcaldesa, Almudena Morales, señala a este periódico que "la única parte que pertenece al Ayuntamiento como tal es el Claustro. Por esta razón queremos arreglarlo y que se pueda visitar".
Hay que recordar que actualmente el inmueble tiene distintos propietarios, lo que dificulta su mantenimiento en pie. Una primera zona es municipal, la iglesia -también arruinada- es de un particular y la de la fábrica de harinas corresponde a varios herederos. "Puede haber más de 40 personas con titularidad en el edificio", añade la regidora "por lo que es complicado acometer la reforma del convento además de que supondría un desembolso económico incalculable".
La alcaldesa señala que "si no hacemos nada al final terminará convirtiéndose en un solar. Por eso nos hemos centrado en salvar el Claustro, ya que han sido varios los arquitectos que nos han informado que es lo más viable y lo que tiene mayor valor arquitectónico e histórico".
Por el momento, el Ayuntamiento ha vallado la zona para impedir el paso ya que el riesgo de derrumbe es palpable mientras el edificio languidece cada día que pasa un poco más.
La campaña, que ya cuenta con una imagen con un lema contundente, Porque está en nuestras manos no perder nuestra historia, comenzará su carrera para conseguir fondos económicos con la tradicional celebración este fin de semana de las fiestas patronales. "Todos los años se paga un euro por el bocadillo que se da en la comida. Este año el donativo va a tener el objetivo de recaudar fondos para descombrar, limpiar, asegurar y realizar pequeñas actuaciones para que se pueda visitar el Claustro", explica la alcaldesa.
Para tal fin se va a instalar una urna para poder hacer donativos en todo los actos públicos que organice el Ayuntamiento a partir de ahora y se va a habilitar una cuenta bancaria. El objetivo es llegar a los 40.000 euros con los que poder acometer todos los trabajos necesarios para salvar el Claustro de este convento que tras su clausura albergó otros usos como fábrica de harinas o cuartel de la Guardia Civil.
La iniciativa ha calado hondo y ya "son varios carpinteros los que han contactado con el ayuntamiento para ayudar de manera altruista en las labores de rehabilitación", comenta Morales.
Además, esta campaña también ha permitido reactivar a la antigua asociación Amigos del Convento que batalló durante décadas para su rehabilitación y que ahora también se implicará para salvar parte del patrimonio histórico y cultural de esta localidad de la Alpujarra almeriense.
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