El Sagrado Corazón de Jesús se pone casco en Almería

Al Sagrado Corazón de Jesús solo le queda dirigir la mirada hacia el cielo si no quiere contemplar obreros pues, literalmente, la escultura que reposa sobre el Cerro de San Cristóbal se encuentra sitiada por las distintas actuaciones puesta en marcha por el Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía en aras de extraer, de una vez por todas, del abandono este entorno de la Alcazaba y restaurar las murallas del conjunto monumental que se extienden tras esta cima que, a su vez, ofrece al visitante una de las mejores panorámicas de la ciudad.

Ahora, desde luego, desde este mirador se respira, más que el sosiego del Mediterráneo como fondo de la estampa de la ciudad, el polvoriento trajín de obreros. La mejora de la calle Pósito, entre las espaldas del Ayuntamiento de Almería y la base del Cerro, está concluida al igual que su extensión hasta llegar a la Alcazaba –el nuevo acceso–, así como el aparcamiento, ya asfaltado y organizado. Pero las obras han proseguido y se encuentran en marcha tres grandes proyectos: el parque de La Hoya, la propia regeneración del Cerro de San Cristóbal como gran espacio turístico y la rehabilitación de la muralla del conjunto monumental. Un rosario de picos y palas que al Sagrado Corazón le resultaría milagroso hace dos décadas cuando ninguna administración se hacía responsable de la degradación de esta zona de la ciudad pese a ser turísticamente la de mayor atractivo.

El valle de La Hoya, que se extiende desde la Alcazaba al Cerro de San Cristóbal, está prácticamente listo en su transformación como el Parque Jardines Mediterráneos, una antigua aspiración de la capital almeriense que data de la década de los noventa.

Con una inversión de tres millones, esta explanada de cuatro hectáreas pronto podrá ser inaugurada, dejando para la historia la acumulación de basuras –se retiraron 2.282 metros cúbicos de residuos –, y aspirando a la reapropiación ciudadana de lo que antiguamente fue el desaconsejable barrio de Las Perchas.

El Ayuntamiento, que capitanea esta actuación, espera tener en su totalidad los trabajos concluidos en septiembre, si bien ya el Sagrado Corazón puede contemplar desde su cima el resultado de esta intervención paisajística sobre las que actualmente se realizan pruebas de iluminación y estanqueidad de los aljibes restaurados para el riego de los 20.0000 ejemplares plantados.

En diciembre arrancaban a los pies del Santo otras obras municipales, las correspondientes al proyecto de regeneración del propio Cerro de San Cristóbal, del que también se lleva tiempo atrás hablando. Con la previsión de poder concluir los trabajos justo dentro de un año si no surgen tropiezos por el camino, esta regeneración urbana y paisajista de 3 millones se extiende sobre una superficie de 2,5 hectáreas que, a través de nuevos caminos accesibles, infraestructuras, vegetación e iluminación ornamental, pretenden convertir el Cerro, con su Sagrado Corazón, en un espacio de referencia cultural y turística. “Es un mirador espectacular desde el que contemplar las dos principales señas de identidad de Almería, el mar y la Alcazaba, y está a cinco minutos de Puerta Purchena”, comenta el arquitecto Jesús Basterra, ganador del concurso de ideas resuelto en 1999.

La parte más árida del proyecto está prácticamente resuelta. Tras la retirada de escombros y piedras, desbroces , los trabajos actuales son “los menos vistosas y más ruidosos”, si bien ya se puede hacer uno idea de los senderos que están siendo dibujados sobre la ladera y ver la concentración de gaviones que conforman el entramado de las calles que en tiempos pasados tuvo el Cerro y que definen las zonas que serán transitables además de “aterrazar” el ámbito de actuación.

Con una inversión próxima al millón de euros y con un año de plazo, comenzaba en enero la restauración de la muralla de San Cristóbal, que facilitará el acceso al visitante entre las torres C-1 y C-5 de la Alcazaba, así como en las terrazas de las torres de ese tramo, acondicionando el recinto de la escalera de acceso al adarve.