El SAS constata un descenso de las agresiones físicas a los sanitarios

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) constata un descenso de las agresiones físicas a los sanitarios. Según han informado desde este servicio, desde el pasado mes de enero han sido un total de seis las agresiones físicas registradas en la provincia almeriense, nueve menos que en el mismo período del año 2016, en el que se llegaron a producir un total de 15 en centros de salud y hospitales. Desde el SAS han detallado que han sido 16 las agresiones verbales denunciadas por los profesionales desde que comenzara el año 2017, una cifra que el Sindicato Médico de Almería (Simeal), ha considerado que en la realidad se llega a duplicar. Tal y como han indicado desde el colectivo, "aunque incidimos en que se denuncien las agresiones, son muchos los profesionales que deciden no lo hacerlo por miedo a posibles represalias".

Recientemente la Secretaría de Estado de Seguridad ha elaborado un protocolo de Actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que homogeneice sus procedimientos y criterios de actuación, contemple medidas específicas para hacer frente a estos hechos, y posibilite el seguimiento de la evolución de este fenómeno. Desde el Sindicato Médico han señalado que "lo que deberían de hacer es reforzar la vigilancia con más personal". Han detallado que por ejemplo en el Hospital Torrecárdenas hay apenas dos vigilantes para todo el centro. "Solo en el servicio de urgencias debería de haber uno o dos profesionales velando por la seguridad de los sanitarios". Y es que precisamente es en este servicio donde las agresiones son más frecuentes. Prácticamente a diario se suceden las verbales. Según contempla el protocolo del Ministerio del Interior, además de los interlocutores policiales para combatir las agresiones a profesionales sanitarios, se va a crear un Observatorio de Seguridad Integral de Centros Hospitalarios, se reforzarán los dispositivos de seguridad y vigilancia en el entorno de los centros sanitarios y se organizarán actividades informativas y formativas para que los profesionales puedan prevenir estas situaciones y sepan "autoprotegerse".

Se establecerán cada año dos periodos de carácter mensual en los que se intensificarán tales actuaciones, durante mayo y octubre, aunque podrán activarse en más ocasiones en función de la evolución de la criminalidad y un aumento de la incidencia de esta problemática.