La revolución almeriense del tatuaje
Rodrigo Gálvez, el tatuador de los famosos
Rodrigo Gálvez ha convertido el sello propio InkBro, con canal de Youtube y estudios, en la marca más puntera del país y demandada por artistas y deportistas. En breve abrirá un centro pionero en Cortijo Grande. Estará en la gira de Alejandro Sanz con una iniciativa solidaria contra el cáncer

No hay amante de los tatuajes ni profesional que se esté iniciando que no conozca el canal InkBro TV de Youtube. Ya supera el centenar de vídeos con tutoriales y consejos a coste cero y reflexiones sobre la industria de la tinta en la piel con más de 251.000 suscriptores al inicio de la cuarta temporada y la participación de ídolos del fútbol y la música como Sergio Ramos, James, Alejandro Sanz y Rosana.
Los vídeos de InkBro son el alma de un proyecto revolucionario, de formación, estudios propios y con una vertiente solidaria dedicando jornadas maratonianas de trabajo altruista a mujeres que superaron el cáncer de mama, que ha venido dibujando desde la nada Rodrigo Gálvez Miras (Almería, 1981), ya conocido como el tatuador de los famosos, al tiempo que se forjaba una larga trayectoria de premios y reconocimientos internacionales con un impacto mediático en redes sociales poco común en el gremio.
Por sus manos y punteros han ido pasando en los últimos años cantantes de la consideración de Marc Anthony, Miguel Poveda y Antonio Carmona, estrellas de la NBA como Luka Doncic y Willy Hernangómez, la presentadora y actriz Pilar Rubio y el torero José María Manzanares. Por citar sólo unos nombres de una cartera de clientes del show business que no ha dejado de engordar. Sin embargo, el reto de Rodrigo, el tercer hijo de un mecánico y una costurera que pasó su infancia en El Zapillo, nunca ha sido canalizar exclusivamente su destreza y habilidades artísticas en los cuerpos de las celebrities.
Es un espíritu inquieto, forjado en el esfuerzo nómada de años fuera de casa y sin vacaciones y el continuo emprendimiento, que ha conseguido poner patas arribas al antiguo oficio de la tinta y la aguja desechable. Porque InkBro no es sólo un reconocido canal en redes sociales, es una marca con fuerte proyección dentro y fuera de España, en convenciones y seminarios de Europa, Estados Unidos y América Latina.
Y todo lo ha conseguido en una década. Lo suyo fue una vocación tardía, aunque sus cualidades con el dibujo eran evidentes desde una edad muy temprana, bastante más que las académicas al no ser muy aplicado en el aula. Después de una juventud de escarceos con el mundo de la pasarela -representó a Almería en Míster España 2001- y el de la noche como camarero, en 2009 entró de lleno en el tatuaje con su primer estudio en Loja, el pueblo más occidental de Granada, al que se había traslado porque consiguió un puesto de trabajo en el Registro de la Propiedad. Comenzó con amigos y familiares, pero pronto fue creciendo la agenda hasta el punto de atesorar una lista de espera más larga que la del SAS.
Meses atrás se estaba preparando las oposiciones para ser bombero y se apuntó a un curso de tatuador para buscar ingresos. Y lo que iba a ser casi una afición de veinteañero, se ha convertido en su forma de vida, de éxito, porque su teléfono echa humo desde hace tiempo. Diez años más tarde de la primera aventura empresarial, ha decidido lanzar un nuevo centro coworking del tatuaje pionero en España. Y lo hará en su ciudad, en el bloque 35 de la calle Lepanto de Cortijo Grande. “Quiero tener a los mejores de Almería”. Y les ofrece un concepto difícil de rechazar.
El nuevo equipo InkBro, que lo compone el promotor y otros tres tatuadores, contará con los patrocinios y el material de calidad al mejor precio, un tirón considerable en redes y platós por la alianza que ha labrado con los famosos y a través de los vídeos del canal. El segundo estudio -el primero lo abrió en Madrid hace dos años- contará con una barbería, sección de supresión de tatuajes y técnicas avanzadas de micropigmentación para ojos, labios, cejas e incluso de tapado de estrías.
El local de más de 200 metros cuadrados tendrá un espacio para seminarios y para las grabaciones de tutoriales. A los tatuadores no se les cobrará, como es habitual, una comisión en cada trabajo que realicen y se fijará una tarifa fija por el box y unirse al proyecto al ser un modelo coworking. También acudirán bajo el sello a convenciones internacionales y en junio se incorporan a #LaGira de Alejandro Sanz en una iniciativa para tatuar en los conciertos con fines benéficos.
El cantante, que hace unos meses regaló a Rodrigo una de sus pinturas y con el que mantiene una excelente relación, quedó impresionado con la labor solidaria que han realizado con las mujeres que han sufrido cáncer de pecho. El tatuador almeriense es capaz de reconstruir con su tinta la areola y pezón con una simetría más perfecta que la de la cirugía al trabajar la textura, las sombras y el color con el máximo realismo al ojo. Es, además, el punto y final a la etapa de lucha contra esta enfermedad, una vez superada la quimioterapia y puestos los implantes.
Alejandro Sanz y Rosana son ya uno más de la familia de Rodrigo, han sido muchas horas de sesión con el zumbido de la máquina de tatuar Cheyenne. Pero, sin duda, el vínculo más especial lo tiene con Ramos. Es su “compadre” y estará en la boda de mediados de junio en Sevilla. También le acompañó, incluso sobre el césped de Cardiff, en otros momentos únicos para el capitán del madridismo como la final de la Champions. “Cuando una persona te hace sufrir tanto tiempo o le odias o le quieres”.
Es uno de sus razonamientos sobre el cariño que viene recibiendo de los artistas y deportistas que lucen sus creaciones, pero hay más motivos que avalan su creciente notoriedad. Hoy por hoy es uno de los referentes nacionales en el hiperrealismo con el que impregnó las pieles de centenares de personas de medio mundo y un maniático de la perfección a base de horas. Y nunca comentará, ni en público ni en privado, las “intimidades” de su cartera de famosos.
Una serie de ingredientes del buen tatuador en una receta que enriquece con su carácter cercano y humilde. En su cuerpo luce tatuajes de los celebrities a los que ha 'castigado' con su puntero, compensando en cierta medida tantas horas de dolor. Y en su casa en Cortijo Grande, en un chalé que reformó hace unos años en el que la música no deja de sonar por un altavoz de torre que permanece conectado a su móvil y portátil, guarda una colección de tesoros.
De Ramos y Jesé tiene las camisetas con dedicatorias muy especiales, un cajón flamenco que le regaló Antonio Carmona, discos de Poveda, un lienzo que le dibujó Alejandro Sanz y un cuadro en el que Marc Anthony le reescribió la letra de 'Vivir mi vida'. Al artista que ha vendido más de doce millones de discos lo ha visitado en un par de ocasiones, en Miami y Santo Domingo, compartiendo vivencias con Jennifer López y los cubanos de Gente de Zona, y le acompañó en parte su gira por España sobre el escenario y el backstage con su círculo más íntimo. También conserva el Premio Almería Joven del Instituto Andaluz de la Juventud que le concedieron en noviembre de 2015.
Se siente un “privilegiado” por dedicarse cada lo que le gusta y por un sinfín de experiencias en una carrera de fondo con etapas prolongadas en Loja, Zamora, Alicante, Mallorca, Nueva York y Basilea (Suiza), ciudades en las que aprendió a mejorar su técnica con grandes profesionales para después acabar abriendo estudios en Biel, Madrid y ahora Almería. De sesiones maratonianas en Magaluf con 14 tatuajes en un día a ingleses poco preocupados por el resultado a obras maestras para los amantes de la tinta como las que ha cristalizado en la espalda de Sergio Ramos en laque sobresale un atrapasueños, un guardián y un lobo que es su animal favorito.
Su principal creación tiene una sonrisa roja desencajada, Mischa Maria Christen al que transformó en Joker Boy. Es casi un hermano para Rodrigo y forma parte de sus proyectos con InkBro después de años de convenciones, horas en el estudio y tapas por Almería. Y es que Rodrigo es un enamorado de su tierra, un embajador para cada uno de sus clientes a los que suele invitar a conocer la provincia. De hecho, los guiños de los famosos con la provincia son habituales.
El estudio que abrirá en Cortijo Grande será una excusa más para que puedan visitar a su tatuador de cabecera, un almeriense de cualidades artísticas, pero con múltiples facetas. Míster, atleta de la pértiga, funcionario en Registro de la Propiedad, opositor a bombero y camarero en la noche. No le han faltado las ocupaciones con la diferencia de que en el tatuaje, que es la resistencia al olvido, impulsa un nuevo tiempo más profesional, didáctico y mediático. Rodrigo Gálvez, con su marca InkBro, es la revolución del tatuaje.
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