Rodolfo Miranda: "Era necesario mantener mis raíces para triunfar"
El científico recibió el premio a la Proyección Internacional Trabaja en el desarrollo nanoimanes, objetos moleculares y dispositivos cuánticos
Ha hecho de la ciencia su vida y todo gracias a un sueño que comenzó en el Instituto Nicolás Salmerón de Almería. "Cuando estaba en el Instituto, fui consciente de que tenía que reunir el valor para irme y superar el miedo a llegar. Sabía que era estrictamente necesario mantener mis raíces para triunfar en este viaje", confesó Rodolfo Miranda tras recoger el galardón a la Proyección Internacional otorgado por Diario de Almería en los premios entregados en la gala de su octavo aniversario.
Miranda, que recibió su distinción de manos del presidente de la Diputación de Almería, el popular Gabriel Amat, se ocupa del crecimiento autoorganizado de nanoimanes, objetos moleculares y dispositivos cuánticos en superficies, de la exploración de los efectos de tamaño cuántico en nanoestructuras, y trabaja además en el desarrollo instrumental de un Microscopio Túnel de Barrido polarizado en espín (Sp-STM) y un Microscopio de Fotoemisión que permitan visualizar nanoestructuras orgánicas e inorgánicas a baja temperatura y en ultra alto vacío. Una carrera que tiene sus raíces en una provincia almeriense en la que "tenía sueños de ser investigador y contribuir a la obra colectiva más importante de la humanidad, la ciencia" Y es que, afirmó durante su intervención, "el mundo sería inimaginable sin los resultados de la ciencia y la tecnología que se deriva de ella". No obstante, Miranda defendió que "la ciencia es mucho más que resultados prácticos. Nos hace libres porque nos enseña a pensar de forma autónoma y nos da un modelo racional del mundo y de nuestro papel en él".
El premiado aseguró a su vez que ha tenido "la suerte y el privilegio" de poder dedicarse profesionalmente a la ciencia guiado y llevando en el "corazón" y en todas sus conferencias, proyecciones y proyectos la "imagen de Almería", entre otros motivos gracias a una "bellísima acuarela de mi ahijada Elena" y a los recuerdos de su "niñez entre cañas en El Zapillo", barrio en el que tuvo su "primer amor", el de su mujer María del Mar. Por ello, agradeció especialmente al Diario de Almería, junto a su familia y amigos, por haber "contribuido tanto a que las raíces que me ligan tanto a esta tierra sigan perfectamente regadas".
Miranda nació en Almería. Estudió Físicas en Santander y Madrid e hizo la tesis doctoral en la Universidad Autónoma. Tras su tesis doctoral marchó a Alemania, y en 1984 obtuvo una plaza de profesor titular de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Madrid.
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