Retirada manual de las chumberas

La operación contra la plaga de la cochinilla del carmín, que ha hecho languidecer a las chumberas de la Alcazaba, ha sido retomada por el Ayuntamiento de Almería. En la ladera del conjunto monumental de titularidad municipal, una brigada de la Concejalía de Medio Ambiente trabaja esta semana para completar las tareas, iniciadas a finales del pasado mes, con la retirada de los restos de poda de las paletas. Lo hacen manualmente, debido a la orografía de los terrenos que complica la actuación, por lo que aún quedan por delante varias jornadas para dejar limpia de esta plaga la estampa del principal monumento de la provincia.

La poda emprendida por el Consistorio, a solicitud de la dirección de la Alcazaba, tuvo que interrumpirse ante las dificultades de las máquinas utilizadas a la hora de cortar el tronco debido a la humedad que las chumberas concentran. El Ayuntamiento pudo cortar parte de las paletas y optó por dejar secar la planta al objeto de facilitar las labores, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan José Alonso.

La actuación municipal es ahora retomada por el área con medios mecánicos, pero también exclusivamente humanos. En una parte de la ladera, la más baja, la excavadora puede actuar a la hora de retirar los restos de la poda, si bien no puede abarcar la totalidad de la zona de actuación. El terreno es muy escarpado en la parte alta de la ladera, donde manualmente los operarios proceden estos días a cortar las bases de las chumberas, ya secas, y a retirarlas.

De nuevo ayer de visita de inspección, el concejal responsable de Medio Ambiente, Juan José Alonso, explicó que al plan de choque contra la cochinilla del carmín todavía le queda tiempo por delante. Una vez que finalice este desbroce, que no afecta a las raíces, "tenemos que esperar a que la planta renazca. Será cuando brote, cuando volvamos a aplicar productos herbicidas. Antes, la planta no los absorbe, por lo que el compuesto químico no sirve de nada". El resultado final, al menos en esta ladera -las otras son de propiedad de la Junta de Andalucía y del Gobierno central-, estará por ver. Dependerá en buena parte de la propia naturaleza.

En principio, la imagen que presentará la Alcazaba en este área de actuación será una ladera de tierra sin la habitual estampa de las chumberas, de la que se ha preferido prescindir ante las incomodidades que el mosquito blanco estaba provocando a visitantes y a los residentes y comerciantes del casco histórico.

Habrá que esperar, por un lado, a comprobar cómo evoluciona la plaga -hay chumberas infestadas en terrenos no municipales- y, por otro, si las paletas vuelven en el futuro a estampar las faldas del monumento.