Rescates con toque médico en emergencias extrahospitalarias
Sucesos
El capitán médico en excedencia y director de Urgencias del Distrito Sanitario Poniente, Óscar Garrido, forma a la Guardia Civil
El objetivo es llevar la medicina a cualquier lugar y circunstancia
Almería/Si alguien sabe bien lo que significa llevar la medicina a cualquier rincón, por aislado o extremas que sean las circunstancias, ese es el capitán médico en excedencia Óscar Garrido. El actual director de Urgencias del Distrito Sanitario Poniente de Almería pudo ejercer en la lejana base antártica ‘Gabriel de Castilla’ y ha participado en sendas misiones en el exterior con las Fuerzas Armadas. Así pues, ha vivido en primera persona el tener que atender a un paciente en puntos geográficos recónditos y sin un hospital a manos.
Una experiencia que se complementa con su pasión por deportes de montaña y que ha dado pie a un intercambio durante años con cuerpos como la Guardia Civil o servicios de Bomberos para llevar la atención médica urgente al entorno natural o lugares de difícil acceso. Y ahora ha iniciado una nueva línea de colaboración con la Sección de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Granada, que en esta ocasión se ha traducido en unas jornadas teóricos prácticas, cuya primera iteración narra en primera persona a este periódico.
“Es un proyecto para intentar llevar la asistencia médica urgente allá dónde se necesite; sea en una cima, pared, barranco, acantilado o sima natural, o bien un edificio, puente, presa, mina o estructura artificial. Desde Distrito Sanitario Poniente de Almería actualmente estamos redactado los primeros convenios de colaboración con Guardia Civil de Montaña de Granada y Bomberos de toda la provincia de Almería”, relata el sanitario a Diario de Almería.
Porque Óscar tiene claro que “las víctimas que se encuentren en un lugar de difícil acceso no entienden de burocracia ni plazos, sino de salvar su propia vida y la de sus seres queridos”. Esto se está traducción en un intercambio de formación, asesoramiento en logística y puesta en común de procedimientos, “pero siempre con la mirada siempre fija en la asistencia real conjunta allá donde esté el paciente”, con los citados cuerpos.
Óscar desvela que ya el pasado mes de abril impartió dos clases teórico-prácticas de primeros auxilios avanzados y específicos para la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (SEREIM) de la Guardia Civil de Granada, en las que se trabajaron puntos como la identificación y manejo de los diferentes tipos de shock; control de hemorragias; valoración de trauma torácico grave y drenaje del neumotórax a tensión.
“En mayo repito experiencia, con dos ediciones más, para formar al resto del GREIM, aprovechando su plan de formación anual que durará todo un mes, y les acompañaré en algunos de sus entrenamientos más técnicos como observador privilegiado, buscando ese objetivo final de llegar al paciente más inaccesible”, apunta.
En este sentido, el médico insiste en que Andalucía es “rica en espacios naturales, en industria y en turismo, aparte de ser un área con actividad sísmica y no estar exenta de otras catástrofes naturales, que pueden bloquear o colapsar los servicios sanitarios de nuestros pueblos y ciudades”. Por ello, realiza un llamamiento a dar un “paso firme y valiente hacia la medicalización de los rescates” a las administraciones y a los profesionales que se dedican a las urgencias y emergencias sanitarias y cuentan con conocimientos acerca de cómo moverse en entornos técnicos de difícil acceso, tanto en el medio natural como el urbano, con buenas o malas condiciones meteorológica, e “incluso sean capaces de pasar la noche al raso al cuidando de un paciente crítico y en la mejor compañía, la de guardias civiles o bomberos profesionales”.
Como ejemplo, señala que sólo los municipios a los que atiende el Distrito Sanitario Poniente cuentan con mil kilómetros cuadrados con “sus altas montañas, valles, simas y costas”. Por ello, se ha optado por dar este primer paso.
Para Óscar, esta preocupación por garantizar la asistencia médica en cualquier lugar comenzó en abril de 2015, con el accidente de unos barranquistas españoles en Marruecos”. En concreto, aquellos que quedaron atrapados en el cañón marroquí de Uandras. El suceso ocurrió cuando participaba en unas jornadas de espeleología en Sorbas junto a miembros del Espeleosocorro Andaluz. Me ofrecí para medicalizar el avión que traería a uno de los heridos, pero lamentablemente falleció antes”, señala.
Cabe recordar que a los 16 miembros del grupo de Espeleosocorro desplazados por la Federación Andaluza de Espeleología no se les permitió colaborar. Las autoridades marroquíes tampoco quisieron aceptar el ofrecimiento que estos le hicieron para que utilizaran su material, ni permitieron que la médico especialista en este tipo de accidentes que acompañaba al grupo llegara hasta los accidentados para prestarles ayuda.
“Desde entonces colaboré activamente con la Federación Andaluza de Espeleología, la Federación Andaluza de Montañismo y con la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía, Guardia Civil de Montaña, Bomberos y Protección Civil, con distintos uniformes de las distintas administraciones para las que he trabajado: EPES 061, Fuerzas Armadas y ahora el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Y seguiré colaborando siempre que se me requiera, porque yo mismo podría ser una futura víctima o un familiar cercano”, afirma rotundo.
A principios de este mes, Óscar ya pudo subir a entrenar al circo del Alhorí en Jerez del Marquesado, impartiendo un día después una jornada de estas clases. Y sin apenas descanso esa misma semana practicó el barranquismo en Río Verde.
Considera que lo más complicado es encontrar a facultativos que tengan las competencias y puedan moverse por “distintos medios naturales”, tanto de “alta montaña, barrancos, espeleología, paredes verticales o espacios confinados”.
“Es muy difícil encontrar un sólo profesional que cubra esas áreas deportivas y además se dedique a las emergencias y urgencias extrahospitalarias”, insiste.
Ha explicado que “muchas veces el rescatador tiene que hacer las labores de médico con la incertidumbre, la preocupación y sin los conocimientos y medios materiales. No siempre salen bien las cosas”, apunta.
Garrido asevera que el modelo que se busca ya está “implantado en otras comunidades” y que se pretende que estos profesionales tengan un apoyo para que la “medicina de urgencias llegue hasta el último sitio dónde esté el paciente”, sea un deportista, un agricultor, alguien que haya sufrido un accidente de tráfico o industrial, o una persona atrapada por el colapso de un edificio.
Este capitán médico promueve un intercambio de formación y procedimientos con Guardia Civil y Bomberos, ofreciendo asesoramiento, apoyo de gestión y logístico, mientras que la última fase es la asistencial, es decir “hay determinados accidentes, rescates en los que sí o sí tiene que ir un facultativo porque, sí o sí, hay que atender con un alto nivel de calidad asistencial”.
Asegura que hasta ahora lo normal para médicos como él era recibir una llamada y “dejar lo que estás haciendo, coger la mochila y salir corriendo”, algo que pasaba también en otras comunidades en las que ya hay “equipos específicos” porque esta labor se ha ido “instrumentalizando y profesionalizando”.
Ahora existen varias iniciativas “casi a título personal” en provincias como Málaga, Granada o Almería, de sanitarios que “colaboran desinteresadamente”.
La espeleología no era el único “escenario en el que podía ocurrir accidentes”, por lo que en 2017 intentó articular un proyecto “un poco más grande, reglado con la administración” que se presentó en un congreso de la Sociedad Española de Montaña.
Sus deberes como militar lo dejaron congelado durante un tiempo pero ahora, al encontrarse en excedencia en las Fuerzas Armadas, vuelve a “retomar esta iniciativa” y a poner todo su “apoyo” y conocimiento a la gente que “se juega la vida todos los días por sacarnos de los sitios más difíciles y angustiosos”.
Unas jornadas en El Ejido para evitar muertes
Esta semana se ha desarrollado en el Teatro Auditorio de El Ejido otra de las iniciativas impulsadas por Óscar Garrido, las Jornadas Solidarias de Control de Sangrado y Hemorragias, dirigidas a agentes de la Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. También a bomberos y personal médico y de enfermería de los servicios de urgencias de Atención Primaria. “Este tipo de jornadas forma parte de una de mis líneas de trabajo desde hace muchos años. La medicina táctica o en ambientes hostiles que me viene interesando desde muchos años atrás junto a la medicalización de los rescates”, explica. El objetivo es que estos profesionales puedan conocer técnicas y habilidades para hacer frente a hemorragias exanguinantes e hipotermia y, al mismo tiempo, mejorar la coordinación de la cadena de supervivencia táctica que intervine en un caso de emergencia de este tipo.
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