Regreso a la Plaza Pavía
Crónicas desde la Ciudad
Maestro, poeta, diplomático, conferenciante… Fermín, Francisco, Nicolás (¿por Salmerón?), Simón Estrella Gutiérrez (Almería, 1900- Buenos Aires, 1990), un niño fruto de la emigración forzosa que logró renombre universal
RRECORRIENDO las calles y plazas de Zamora, Madrid, Cáceres o Sevilla es fácil leer inscripciones del tipo Aquí nació, Aquí falleció, Aquí compuso, En este taller creó… Cualquier ciudad medianamente culta y civilizada recuerda a sus hijos ilustres con, al menos, una dedicatoria que advierta al paseante de su existencia pasada. Pero no en el caso de Almería. Hasta hace muy pocos años sólo existía una placa a García Lorca en la placita Balmes, junto al Hospital Provincial, donde residió con su maestro Rodríguez Espinosa, coincidiendo con la marcha a Argentina de Fermín Estrella. La otra, en honor de José Padilla, sigue erróneamente en la plaza de San Pedro pese a que el músico no nació en la Glorieta.
A cambio, el viajero despistado puede admirar como si Almería fuese su cuna natal la estatua del barón de Coubertin, Rodríguez de la Fuente, Alfredo Kraus y alguno más que olvidaré. Y el que quiera ver la de Carmen de Burgos, Juan Cristóbal o Villaespesa que viaje más y se queje menos. Tratando de paliar la falta de señalizaciones conmemorativas, años atrás intenté por mi cuenta y riesgo hacer campear una placa en la vivienda-comercio (calle Granada) del concertista de guitarra y compositor Julián Arcas y Lacal. No tuve suerte, me aburrieron. Pensé que canalizando la iniciativa a través de la AA.VV. "Casco Histórico" sería posible y acerté, no sin antes superar el ninguneo y frialdad inicial del Ayuntamiento. De un listado de veinte mujeres y hombres seleccionados, desde el año pasado ya la tienen Gaspar Vivas, autor del Fandanguillo de Almería, en la plaza de Pavía; y Julio Gómez "Relampaguito", en la calle del Encuentro. Para el próximo están perfiladas otras dos más ¿Tapia Garrido y el maestro Padilla en el 50º aniversario de su fallecimiento?
ALMERÍA QUIEN TE VIERA
Los lectores de Diario de Almería recordarán que el pasado viernes se colocaban sendas placas-recordatorias en la casa donde naciera Concha Robles Pérez, actriz dramática asesinada en enero de 1922 por su esposo, el comandante Verdugo, en el teatro Cervantes. Y la siguiente, dedicada a Fermín Estrella Gutiérrez en el núm. 9 de la plaza Pavía, a los pies de La Alcazaba. "Una casita que hoy está ocupada -en palabras suyas- por una modesta panadería"; propiedad de su abuela María y en la que nació el 28 de octubre de 1900. Un lugar sucio, abandonado, sin encanto… Si don Fermín levantara la cabeza se espantaría al ver en que quedó aquella "plaza, cuadrada y redonda, con una fuente en el centro, llena de agua casi hasta el borde y algunas piedras en el fondo. De la construcción de mampostería que surgía en el medio de la fuente, salía un caño del que manaba un agua pura y cristalina ". Aquí el plan Estratégico de Empleo del Gobierno -gestionado por el Ayuntamiento a su libre albedrío, ha dejado los mismo beneficios que el Bienvenido míster Marshall. ¿Ocurrirá igual con el Urban?
Fermín, el padre -empleado primero y vicecónsul de Ecuador y Cuba después-, al arruinarse económicamente optó por emigrar a Ultramar. Junto a su esposa Dolores -capitalina oriunda de El Marchal de Eníx; él lo era de Roquetas y Cádiz-, abuela y cuatro hermanos, el 19 de abril de 1910, tras adquirir los pasajes en el consignatario M. Berjón, zarparon rumbo a Argentina prácticamente con lo puesto en el gran trasatlántico "Atlanta" de la compañía Austro Americana. "El día que yo embarqué / en el puerto de Almería / más lágrimas derramé / que agua tiene tú Bahía". Otra familia trasterrada; una más abocada al exilio que sumar a los 14.200 almerienses del año anterior (4.755 a Buenos Aires).
Allí estudió Magisterio y "de maestro he llegado a viceministro de Educación en Buenos Aires y vocal de Instrucción. Me jubilé como profesor titular en Filosofía y Letras… Al margen de esto he publicado cuarenta libros. El primero fue en el año 1929 que yo mismo me pagué la edición. Se titulaba el "Cántaro de Plata", que fue premio municipal en Buenos Aires. Trece son de poesía, seis de cuentos, uno de viajes, otro de memorias y todos los demás de ensayo, historia literaria y discursos", le comentaba a A. Fernández Gil en noviembre de 1974 con motivo de su segunda visita a Almería. Fundador y presidente de la Sociedad de Escritores Argentinos, vicepresidente de la Academia Argentina de las Letras, embajador literario volante; Miembro correspondiente de la Academia de las Letras de México, Hondura y Venezuela, docente ejemplar, enamorado de España y añorante de su Almería… Los interesados en el detalle de la vasta obra literaria pueden consultar el prólogo que Juan José Ceba realizó a la antología poética "Claro tiempo de cristal" (Colección Alhucemas, 2001). De las plumas locales que han glosado su figura desde cualquier soporte escrito, cabe reseñar los nombres de Castro Guisasola, Fernández Doris, Martínez de Castro, Florentino Castañeda, Martín del Rey, José Mª Artero, Bartolomé Marín y Manuel del Águila, además de los citados Ceba y Fernández Gil.
VIAJES A LOS ORÍGENES
Amigo de Neruda y Borges, a principios de 1929 regresa a España, siendo atendido y agasajado en Madrid por Azorín, Pérez de Ayala, Gómez de la Serna, Pedro Salinas, Ortega y Gasset, García Lorca y presumiblemente Carmen de Burgos. Seguidamente realiza una visita relámpago a su ciudad natal. Después de saludar a la familia, hace lo propio con su querido maestro Vicente Gomis, con quien tomó clases en la calle Ulloa y plaza Castaños. El domingo 3 de marzo un grupo de amigos le brindó un banquete íntimo en el restaurante El Montañés, c/. Sebastián Pérez (Concepción Arenal), aunque don Fermín, debido quizá a un lapsus, cita la Venta Eritaña; en cualquier caso, fue en honor de "nuestro paisano, el joven escritor, poeta de mérito y profesor de Literatura". Tras la lectura de unas cuartillas de Azorín, el homenajeado pronunció un emotivo discurso henchido de nostalgia y amor hacia su patria chica. Al día siguiente fue publicado íntegro por Diario de Almería. Recorrió Andalucía antes de que a final de mes partiese del puerto Vigo para Río de la Plata.
Su segunda y última visita -de una semana de duración- tuvo lugar en noviembre de 1974, en la que recibió continuas muestras de afecto. El miércoles día 6 dictó una conferencia en la Casa de Cultura "Villaespesa" bajo el titulo "La Almería de principios de siglo"; al día siguiente la repite en el salón Siena del Casino Cultural. Acompañado por su esposa, el momento más satisfactorio para ambos coincidió con la comida campestre organizada por simpatizantes y familia -con música flamenca a cargo del guitarrista Manolo de las Arenas- en el Marchal de Enix, solar de sus abuelos maternos.
"Cuidad que la vieja Almería no muera del todo. Salvad los lugares y las casas que aún quedan en pie de una Almería que el llamado "progreso" va destruyendo de prisa, inexorablemente. Salvad el alma de Almería, suma de muchas generaciones que hicieron y amaron a esta ciudad".
Una sencilla placa le recuerda hoy en su Plaza Pavía. ¡Bienvenido, don Fermín!
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