El ‘Rastro de Almería’ echa raíces en el parque Nicolás Salmerón
Almería
De los 10 puestos planteados inicialmente, en su tercera edición, prevista para el próximo sábado 30 de abril. habrá 175 vendiendo antigüedades
Cualquier cosa, incluso la más insospechada y a excepción de ropa y alimentos, se puede encontrar en este rastro de acento almeriense que, antes de su tercera cita, ha enraizado fuertemente en el parque Nicolás Salmerón; el pulmón verde de la ciudad que, el último sábado de cada mes, respira de nuevo el bullicio de antaño, una de las metas a la que aspiraban los vecinos cuando se plantearon el pasado año esta iniciativa.
“Nos pareció una buena idea para dinamizar el parque y el casco histórico”, explica Elodia Ortiz, presidenta de Asociación de Vecinos Puerta de Europa, una de los colectivos que junto al Foro Almería Centro y Gran Sol comenzaron a dar formar a esta idea y buscaron la colaboración del Ayuntamiento de Almería surgiendo así el Rastro de Antigüedades, Pintura y Artesanía, un atractivo añadido para el Nicolás Salmerón.
“El parque es un espacio desconocido para mucha gente y es el pulmón verde de la ciudad”, comenta Ortiz, a la que incluso le ha sorprendido la excelente acogida que este mercadillo de segunda mano ha tenido desde su germen.
Pensaban que iban a ser apenas unos diez puesto, pero ya en su estreno, la superficie reservada –el tramo del parque que discurre entre el Gran Hotel y la Fuente de los Peces–, desplegó medio centenar de mesas dedicadas a la venta, animadas, además, con actividades para los niños, como talleres de pintura, y la música y el baile del Grupo Folclórico.
“La verdad es que ha sido un éxito desde el primer día, no nos lo esperábamos”, comenta la representante vecinal, porque a la siguiente edición el número de puestos se duplicaba. En este tercera (día 30 de abril), suspendida en marzo por las lluvias, serán 175 los puestos a visitar.
Un espacio especial para la cara solidaria de las compras de chollos
Una vajilla antigua, espejos, jarrones, collares o una sombrilla de la playa que parece nueva y esos juguetes de madera para niños. Se puede encontrar infinidad de cosas necesarias y caprichos, entre actividades de dinamización y la música, pero este rastrillo tiene también un componente solidario. Hay objetos, pinturas, obras de artesanía y el libro ‘Mi cara norte’ a la venta y cuya recaudación es en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer y la Fundación Poco Frecuente. Estos puestos, y el rastrillo en su conjunto, pueden visitarse el último sábado de cada mes, desde las 10:00 hasta las 14:00 horas. Los cinco euros que cuesta montar un puesto están destinados a cubrir gastos y también a esta recaudación solidaria.
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