Montañas de basura ensombrecen la vida cotidiana en El Puche Viejo

La otra Almería

El derribo de viviendas deja solares libres para toneladas de insalubridad. Los vecinos apuntan al mercadillo ilegal y protestan por la falta de control y un exiguo servicio de limpieza

Una mujer atraviesa por el descampado de basura tras dejar a su hijo en la guardería / Rafa González

El PucheViejo se ha convertido en un pequeño valle de miseria rodeado de montañas de basura y donde la insalubridad campa a sus anchas adueñándose de la vida cotidiana de los vecinos, que cruzan entre todo tipo de vertidos y entre los que juegan los niños. Están hartos, pero dispuestos a continuar plantando cara ante las administraciones con la firme intención de desterrar el mercadillo ilegalmercadillo ilegal, de donde aseguran que procede mucha de la tanta porquería, y reclamar unos servicios de limpieza acordes con la estampa.

“No pueden más, viven rodeados de basura y los fuegos consecuentes de la quema de las mismas”. Con este llamamiento, la Asociación de Vecinos de El Puche convocaba a los medios de comunicación para mostrar el estado del descampado resultante del derribo de viviendas dentro de los planes de rehabilitación de la Junta de Andalucía.

Contenedores de hierro con altura superior a la de una persona, repletos de basura / Rafa González

Es, sin necesidad de mayor descripción, para llevarse las manos a la cabeza. Sin que la Administración andaluza le haya dado aún uso, el solar de la cita informativa es que el ahora ocupa, sábados y domingos, el mercadillo ilegal. “Vienen vendedores de diversos lugares y lo que se permitió para que unas pocas familias del barrio tuvieran un sustento, se ha ido de las manos”. Explican que es un “mercadeo de chatarra” y donde “si te desaparece ropa del tendedero, vienes aquí y la encuentras seguro”, ironiza María Jesús Martínez, una de las vecinas que lleva dos años desde la Asociación reclamando actuar a las administraciones implicadas. También al Ayuntamiento de Almería.

Otra imagen impactante de la suciedad en El Puche / Rafa González

“Lo que no se vende se deja abandonado y lo que tenemos son montañas de basura. Aquí juegan mis hijos”, protesta otra vecina, quien dirige su mirada a la guardería de El Puche, cuyas puertas dan a esta indecencia.

Lo cierto es que el Ayuntamiento ha hecho operaciones de limpieza, mostrando incluso fotos del antes y después, pero la evidencia es que las mismas no obtienen resultado alguno con esas montañas que reaparecen en el paisaje urbano. Casualmente, durante el encuentro informativo, aparecen dos barrenderos con un carrito. Son como dos pulgas frente a un elefante. Poco podrán hacer.

Una paisaje que se repite en las calles aledañas

La acumulación de vertidos no solo se produce en el solar del Escuela Infantil Alcazaba que ocupa los fines de semana el mercadillo ilegal. A los pocos metros se reparten entre las calles bloques de viviendas que están literalmente sitiados por la basura. Entre los restos, hay residuos vegetales y, por ende, insectos y ratas. Otro problema añadido es que la celebración del mercadillo “bloquea el barrio” y deja sin accesibilidad a los servicios de emergencias, explican.

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