Preocupación vecinal por los robos en la zona del polígono industrial y la barriada de Huitar

Los actos delictivos se han reducido en el último mes tras las identificaciones y controles del Consistorio

Barriada de Huitar.
Barriada de Huitar.
P. Martínez Olula

12 de septiembre 2015 - 05:01

En Olula del Río, en la zona del polígono industrial y en la barriada de Huitar, los vecinos se quejan porque en los últimos tiempos se han cometido una veintena de robos. Casas y naves son las destinatarias, donde ponen el ojo los amigos de lo ajeno. Joyas, electrodomésticos y todo aquello que tenga algo de valor, es sustraído por los ladrones. También si le gustan unos tenis o unas chaquetas, se las llevan. La mayoría de esos robos han sido denunciados y tanto la Policía local, como la Guardia Civil, se han puesto manos a la obra.

El Ayuntamiento llamó a una reunión, donde además se pidió a los vecinos que colaboren en cuanto a tomar precauciones y evitar la posibilidad de un hurto; tratar de no colgar en las redes sociales un viaje programado, encender luces, persianas a medio cerrar, dejar la radio o la tele encendidas o cuanto artilugio sirva para no tentar a los cacos, fueron algunas de las recomendaciones. Desde entonces las fuerzas del orden están trabajando, siguiendo pistas, de hecho hace más de un mes se detuvo a una banda cuyos integrantes provenían de la región de Murcia y se dedicaban a entrar en las naves del polígono, pero las investigaciones continúan.

Ahora, hace más o menos un mes que no se producen robos y puede deberse al trabajo de identificación, control y presencia de los uniformados. Los vecinos están con miedo, "lo peor es la sensación de vulnerabilidad", nos dice una vecina que tiene dos hijos. "De mi casa se llevaron varias piezas de oro que heredé de mi familia y que me había comprado. Eso y un par de tenis de mi marido", dice mientras afirma que "no creo que pueda recuperar lo que se llevaron, porque seguramente lo han sacado fuera del país".

Hace referencia al modo de trabajar de quienes reducen el botín; las joyas es más fácil. Se las colocan como si fueran propias y las venden fuera. Aquí las casas de compra venta de oro tienen la obligación de identificar al vendedor y eso pone en peligro a los ladrones. Así las cosas, hasta el momento las líneas de investigación son dos; por un lado los ladrones locales, por lo general jóvenes que habitan en la zona y aprovechan un descuido o una salida para cometer el delito, y por otro, grupos organizados, que ven en el norte de la provincia la posibilidad de llevar a cabo acciones delictivas.

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