La Plaza de Toros de Almería, nuevo Bien de Interés Cultural en la ciudad
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía lo ha publicado hoy en su BOJA
Fue construida entre 1887 y 1888 e inaugurada con una corrida de toros de Rafael Molina 'Lagartijo' y Luis Mazzantini
La Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental ha decretado este jueves, a través de su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), la inscripción, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, de la Plaza de Toros de Almería.
El edificio que entra a formar parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la máxima figura de protección, ha servido, además, como escenario de espectáculos a lo largo de su historia que lo configuran como lugar emblemático de la ciudad. Las actividades alternativas que se han celebrado en la Plaza de Toros de Almería han sido diversas; circos ecuestres, compañías gimnásticas, concentración de bandas de música y conciertos, cinematógrafo público (durante la Guerra Civil funcionó como cine Katiuska), e incluso como refugio improvisado para los huidos de la ocupación de Málaga por las tropas franquistas, en enero de 1937.
Fue en el último semestre de 2019 cuando la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Almería informaba de forma favorable acerca de la idoneidad de inscribir la plaza de toros de Almería como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Monumento. Incluso el partido Ciudadanos solicitó a Cultura retomar esta decisión. En aquellos entonces, la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, indicó que tras el dictamen del órgano consultivo, paso previo necesario, la delegación tramitaría ante la la Consejería Cultura y Patrimonio Histórico el expediente para la valoración de la inscripción de la plaza de toros almeriense como Monumento, como ya queda plasmado desde este 19 de noviembre en el BOJA.
El coso almeriense, construido entre 1887 y 1888, posee un valor artístico digno de protección dada la variedad de estilos arquitectónicos empleados en su construcción, que lo dotan de una gran originalidad y un eclecticismo que se sale de la norma en este tipo de construcciones del mismo periodo, que responderían en su mayoría a la tradición neomudéjar de la arquitectura española del momento. Igualmente, la calidad de los materiales empleados y su procedencia almeriense, así como el uso destacado del hierro como nuevo material constructivo a finales del siglo XIX distinguen la peculiaridad del proyecto.
Fue inaugurada en 1888 con una corrida de toros de Rafael Molina ‘Lagartijo’ y Luis Mazzantini, durante las fiestas de la Virgen del Mar, el edificio almeriense es una pieza clave del ensanche decimonónico de la ciudad y un elemento representativo conectado a través de tres grandes ejes almerienses relacionados con las tres portadas principales del coso taurino.
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