José Antonio Lorente: "El Papa nos pidió usar la ciencia para luchar contra el tráfico de personas"

ENTREVISTA

Recientemente nombrado director de la estrategia andaluza de Investigación e Innovación en Salud, el doctor Lorente aborda todos los campos de su prolífica trayectoria profesional

José Antonio Lorente en la terraza del Gran Hotel Almería / Javier Alonso

CATÓLICO y creyente confeso (aunque no le influya en su trabajo, matiza), José Antonio Lorente lamenta el desahucio intelectual que viene atravesando el país a nivel investigador como consecuencia de la crisis y la fuga de cerebros. Recién nombrado director de la estrategia andaluza de Investigación e Innovación en Salud y catedrático de medicina legal y forense, en esta entrevista aborda su polifacética trayectoria tomando como punto de partida 1961, el año que lo vio nacer.

-Nació en Serón y pasó su infancia en varios pueblos del Almanzora, pero estudió y trabaja en Granada tras formarse en otros países, ¿de dónde se siente realmente?

-Siempre digo que me siento del Alto Almanzora, porque a cada uno de los pueblos en los que he estado me unen aspectos diferentes que tengo interiorizados. En Serón la infancia inicial y los primeros contactos con la escuela. En Tíjola las correrías de niño con las bicicletas y el fútbol, Macael lo disfruté menos porque estuve interno en Los Maristas de Murcia y luego en Olula del Río dos años de Insituto y los 30 que mi padre ha estado de médico fueron muy importantes. También está Purchena, donde mis padres tienen casa en La Estación. Me inventé un nombre, Setimaolupu, que parecía de una ciudad india y en el fondo es Serón, Tíjola, Macael, Olula y Purchena, pero la ligazón más importante es con Olula.

-Vino al mundo en 1961. En enero de ese año un italiano, Daniele Petrucci, lograba varias fecundaciones de óvulos humanos en una probeta. ¿Cómo ha evolucionado la investigación médica desde esa época, a grandes rasgos?

-Radicalmente. Es como si ahora nos fuésemos a la Edad de Piedra y la comparásemos con la actual. En investigación biomédica el cambio es grande porque el ADN estaba ya descrito desde 1953, pero apenas se conocía bien su funcionamiento. Se hacían las cosas a nivel macroscópico, lo que se podía ver, pero había poco conocimiento de cómo funcionaba con detalle, a nivel íntimo, el cuerpo humano. Se sabía qué pasaba cuando no funcionaba, que era la enfermedad, pero no cómo tratarla adecuadamente y prevenirla. No es que la medicina estuviera mal, pero en investigación y desarrollo estos últimos 50 años han supuesto un cambio radical, y más concretamente los últimos 30, desde el 85-86.

-En enero del 61 Kennedy tomaba posesión de la presidencia de Estados Unidos. Muchos años después usted logró ser el primer no policía admitido para trabajar con el FBI bajo la administración Clinton, ¿cómo recuerda aquella experiencia?

-Cuando llegué estaba aún George Bush padre y Clinton ganó las elecciones porque me acuerdo de vivir todo ese periodo y los debates en la academia del FBI. Era el único médico entre más de mil policías de todo tipo y fue muy intenso porque hicimos un trabajo de gran repercusión a nivel científico con tecnologías nuevas que hoy en día son las que se están utilizando. Lo bonito es que mantengo la relación y el contacto y busco siempre algún hueco para cursos cada vez que me invitan.

-A través del 'Programa Fénix' para la identificación de cadáveres también colabora con la Guardia Civil, ¿los resultados son productivos?

-España fue el primer país del mundo que hizo ese programa de identificación de personas desaparecidas, que sin ADN no se podrían haber identificado jamás. Desde el punto de vista científico y humano es muy satisfactorio porque se han podido solucionar más de 500 casos. Está automatizado y depende del Ministerio del Interior, otros muchos países lo desarrollaron, fueron capaces de copiar el modelo y adaptarlo.

-En marzo del 61 los 'Beatles' actuaban por primera vez en 'La Caverna' y en abril Yuri Gagarin se convertía en el primer ser humano en viajar al espacio; los niños de esa época tenían buenas fuentes de inspiración, ¿su vertiente polifacética le viene dada por haber nacido ese año?

-Nunca lo había pensado. Pero la posterior llegada del hombre a la luna en 1969 recuerdo que me pilló en Tíjola siendo niño y no paraba de mirar a la luna pensando que allí había unos americanos. Eso quieras que no te abre la imaginación. A lo mejor hoy en día los niños la tienen demasiado abierta con tanta tecnología, pero en aquella época apenas había acceso a la televisión, que estaba empezando. En mi casa se leía mucho el periódico, mis padres hablaban con mis tíos de temas de Rusia, Cuba, épocas de hambruna en África, las guerras de Vietnam y Corea... También me han influido problemas que contaba mi padre a mi madre relacionados con gente pobre. Pudo ser una época que me hizo abrir la mente pese a estar metido en el valle del Almanzora.

-La silla de Pedro en El Vaticano la ocupaba entonces Juan XXIII, el 'Papa Bueno'. No hace mucho usted tuvo la ocasión de conocer al Papa Francisco, interesado por el programa DNA Pro-Kids para evitar el tráfico de menores, ¿cómo fue el encuentro y qué peticiones le trasladó?

-Fue emocionante e interesante porque estás delante del Papa, jefe del Estado pero también líder del Cristianismo y del Catolicismo. Te encuentras ante una parte viva de la historia, pero es una persona muy cercana y con una visión directa de los problemas. Nos hizo peticiones directas de usar todo lo posible para luchar contra la lacra del tráfico de seres humanos y concretamente el de niños, utilizando la ciencia con compromisos específicos. A consecuencia de eso trabajamos en Centroamérica para blindar esos países frente a problemas de niños de esa zona que hay en Estados Unidos de manera ilegal. Pidió un esfuerzo especial y lo ves totalmente centrado en el mundo en el que vive, lo cual está bien.

-Y ya está teniendo su aplicación en territorio nacional, concretamente en Melilla...

-La Policía y la Guardia Civil empezaron a ver casos de mujeres que tras haber entrado con niños en el país, con posterioridad identificaban en la península y alegaban haberlos perdido. Eso en Uganda puede ser normal, pero no en España, chirriaba. Empezaron a sospechar y comenzamos a hacer análisis que el Gobierno de Melilla antes enviaba fuera y aparte de que tardaban mucho, el coste era muy alto. Se enteraron de DNA-Pro Kids, pese a que nunca imaginamos que ese problema pudiera darse aquí y comprobamos que al menos el 30% de casos que se daban en el CETI de Melilla eran fraudulentos, de supuestos madres, también padres, con niños que no eran suyos. La Policía lo tiene automatizado ya dentro de sus procesos de trabajo.

-Volviendo al 61, en primavera era ajusticiado Leónidas Trujillo tras 30 años como dictador de la República Dominicana, lugar que hace unos años usted visitaba para analizar los posibles restos de Cristóbal Colón, ¿cómo recuerda aquella investigación tan mediática y en qué quedó?

-Pudimos identificar los huesos que hay en Sevilla tras un montón permisos administrativos del Cabildo de la Catedral, el Gobierno central y autonómico y la familia de Colón. Estudiamos sus huesos y los comparamos con los de su hijo y hermano, coincidiendo el ADN. Lo que ocurre es que en Sevilla hay menos de la mitad de los huesos de una persona y la otra parte puede estar en otro lugar y puede ser la República Dominicana. Yo estuve allí varias veces y al final no nos dejaron hacerlo. La investigación no está cancelada, pero sí en espera, en el limbo, porque no creo que se haga a corto plazo. Tengo el convencimiento pleno de que lo que hay allí también son restos de Cristóbal Colón, aunque saben que no es el cuerpo completo de una persona. Cuando lo sacaron para llevarlo a Cuba dejaron la mitad en cada sitio. Los de Cuba llegaron de vuelta a España y la otra mitad se quedó allí, eso es casi seguro. Estamos intentando indagar sobre los orígenes de Colón basados en el cromosoma Y de personas que tienen ese apellido, pero es muy complejo y con limitaciones técnicas. No podemos hacer análisis porque nos arriesgamos a perder todo el material, ya que al estudiar el hueso se pulveriza y se desperdicia. Es jugársela a una bala y hay que ir con mucho cuidado.

-El 2 de julio se suicida Ernest Hemingway. En su currículum figuran cientos de publicaciones cienfíticas y el libro 'Un detective llamado ADN', ¿alguna vez se ha planteado atreverse con la novela?

-Sí, se me ha cruzado el cable varias veces y tenía títulos para novelas, pero hacerla bien necesita tiempo. A lo mejor más que una novela, si el tiempo me lo permite, haría algún ensayo relacionado con experiencias personales. Me gusta escribir y lo abordaré algún día.

- 'Viridiana', 'Desayuno con Diamantes' o 'Los Juicios de Nuremberg' son de 1961. Usted ha colaborado con 'Discovery Channel' en programas televisivos de investigación forense, ¿es más difícil divulgar con pedagogía que investigar?

-La experiencia fue muy interesante en los programas que hicimos. Son gente muy profesional que planifica muy bien todo y saben lo que están buscando. El montaje es como grabar una película. Ellos planteaban un tema sobre el que les gustaría hablar pero te dejaban escribir el guión científico. Trabajaban sobre eso, no venían para insinuar lo que había que decir con cosas sin importancia. Es más difícil divulgar bien de forma científica con una base de realidad para que la gente te entienda. Hacerlo de forma bananera sí es fácil.

-En 1961 ganaba la Liga el Real Madrid, ¿alguna predilección futbolística o deportiva?

-Me gusta mucho hacer deporte, todas las mañanas que puedo salgo con un grupo de gente en Granada y corremos entre 5 y 7 kilómetros, los fines de semana 10 o 12. En invierno me gusta esquiar, también practicar pádel y fútbol. Yo era muy del Bilbao porque por el Almanzora había mucha afición a ese club, aunque como el Madrid era el que más ganaba me aficioné bastante para no complicarme mucho la vida. Al Bilbao le sigo teniendo mucho cariño y ahora vivo obsesionado con el Granada y el Almería, menos mal que la injusta lucha fratricida por la salvación al final salió bien. Hay una curiosidad, sigo de manera sistemática los resultados de Madrid, Almería y Granada, los únicos que me importan. La única vez que coincidieron en Primera fue la temporada pasada y la única jornada que ganaron los tres a la vez fue cuando estuve en El Vaticano. Como pedí el favor de que se consiguiera a la semana siguiente también ocurrió, una tontería enorme pero fue así y solo se dio esas dos veces, el 2-3 y 9-10 de noviembre. No rezo porque ganen pero parece que a cierto nivel uno tiene sus influencias (risas).

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