Pablo Iglesias González. Declaraciones

Los Coloraos

Iglesias realizaba numerosas referencias a cuestiones generales, pero sin profundizar en nombres y cuestiones concretas de la planificación liberal que en Londres presidía Espoz y Mina

La expedición de Pablo Iglesias en Agosto de 1824, la de los Coloraos, partió desde Gibraltar.
Martín García Valverde

27 de enero 2019 - 05:11

Después de ser encarcelado en Cúllar Baza Pablo Iglesias, General de la reciente expedición liberal contra Almería, se las ingenia para ocultar su verdadera identidad, se hace llamar Luciano González, su nombre era Pablo Luciano Iglesias González, mantenía que era comerciante de Cartagena y que había sido robado en los caminos, careciendo de documentos de identificación; semejante relató mantuvo Santos, que apresado y ante las autoridades de Cúllar se hacía llamar Antonio Sabino, su nombre real era Antonio Sabino Santos.

La presencia del Secretario Puga en las interrogaciones en Cúllar, que reconoce a Iglesias como Regidor en Madrid y la falta de ánimo de Santos, posibilitaron descubrir sus verdaderos nombres.

En sus primeras declaraciones Iglesias realizaba numerosas referencias a cuestiones generales, pero sin profundizar en nombres y cuestiones concretas de la planificación liberal que en Londres presidía Espoz y Mina. Afirmaba que el Gobierno liberal de Mina mantenía relaciones con Francia, Alemania, Italia, Portugal, siendo muy intensas las mantenidas con Inglaterra, igualmente con las nuevas naciones de Ultramar, con los Gobernantes de Nueva España, Colombia, entre ellas. Además en Londres espiaban los acuerdos de la Santa Alianza, encargándose Michelena de esa importante misión.

Decía Iglesias que el Ministro de marina liberal – no mencionaba su nombre, mas sabemos que era Díaz Morales- estuvo en mayo de 1824 en Gibraltar y tenían noticias que había negociado con los capitanes de los tres buques insurgentes que se encontraban en el Estrecho - Iglesias declaraba que pertenecían a Buenos Aires, cuando realmente sabía que eran colombianos, San Martín envío sus naves contra costas de España hasta 1824, de 1824 a 1828 el litoral español era atacado por naves de Simón Bolívar, colombianas, así lo mantiene el historiador polaco Andrzej Dziubinski y otros historiadores españoles e iberoamericanos estudiosos de la época-.

En estas fechas los insurgentes independentistas americanos recibieron treinta mil duros por las presas de navíos españoles que realizaron (seguimos el legajo 7279 A. M. Justicia, Madrid), recibiendo tal cantidad del Ministro de Marina liberal –era López Baños, aunque Iglesias no mencionase su nombre-.

Anunciaba Iglesias que en 1825 saldrían 10 expediciones desde Gibraltar, con 1000 equipos y armamentos de infantería y cientos de Caballería, material que llegaría a Gibraltar antes de Septiembre de 1825. El Ministerio de Guerra, tal Ministro liberal era Salvador Martínez Muñoz, se encargaría del armamento y equipamiento. Para la formación del ejército liberal se habían librado entre 4 ó 5 millones (pensamos que eran reales), se ejecutarían los planes desde primavera de 1825 (Consejos, legajo 6090, en A. H. Nacional, Madrid).

Huecija, en la Taha de Marchena, en la Alpujarra almeriense, destaca su Iglesia.

Exponía que en España se establecería un Gobierno Republicano, semejante en la forma al de Nueva España, estableciéndose Estados Federales en las diferentes Provincias de España. Habría elecciones en los Ayuntamientos. Se formarían Juntas Provinciales. Se suprimirían los conventos. Existirán fábricas de moneda en todas las Provincias, con la inscripción correspondiente a cada una de sus cecas, así, por ejemplo, aparecería en la moneda “Estado Federal de Alicante”.

Se darían proclamas para incorporar al nuevo ejército liberal español a los franceses del ejército francés de liberación, se les ascendería un grado a Jefes, Oficiales, Sargentos, Cabos, que se incorporasen. Manifiesta que la expedición sobre Tarifa se financió con aportaciones de emigrados y del comercio de Gibraltar. La expedición de Valdés debía sacar recursos y realizar reconocimiento sobre Algeciras, confiaba que se les unirían las tropas de O’Donell, de no realizarse tal unión marcharían sobre Huelva.

Confiaba que la acción de los Círculos y Dirección revolucionaria conllevaría que las tropas francesas de ocupación no intervendrían y no saldrían de Cádiz –las tropas francesas intervinieron a favor de los realistas en Tarifa-. Afirmaba que en la expedición sobre Almería se obtendrían grandes cantidades de plomo y alcohol, por lo que necesitarían guías. Además pensaban obtener grandes cantidades de dinero de realistas de Almería, Málaga y Calpe, ciudades por las que se deseaba extender la expedición liberal, una vez tomada Almería.

El dinero obtenido en Huecija, Almería, unos 42.000 reales, fueron entregados a Isidoro Pérez, pagador de la expedición, que embarcó en el bergantín. En sus declaraciones Iglesias no aportaba nombres de los miembros de la Junta Revolucionaria de Gibraltar, tampoco de los Ministros Revolucionarios, manifestando que eran siete los Ministros liberales, tres residían en Londres y cuatro en Gibraltar, aunque no los delataba, por juramentos realizados que mantenía.

Realmente el Gobierno de Fernando VII estaba informado de estas organizaciones, en tales fechas conocían, por informes de cónsules, policía y Capitanes Generales, quienes eran y donde actuaban, aunque deseaban continuar la investigación y prisión de Iglesias y Santos para ampliar datos y cercar a destacados liberales.

En su afán por conseguir la libertad Iglesias se ofrece a realizar una fuga fingida, dirigirse a Granada y desde allí a Gibraltar, ya que conocía un Registro Secreto en Gobernación de la Península en Gibraltar, además de gozar de la amistad de Núñez Arenas, Ministro liberal de la Península, obtener nombres de implicados en numerosos círculos peninsulares, destacando los existentes en Madrid, además de los enemigos del Rey.

En su afán por conseguir la libertad Iglesias se ofrece a realizar una fuga fingida

Consideraba que como rehenes quedaría su familia que vivía en Madrid, pero su ofrecimiento fue considerado falto de sinceridad por los realistas. Iglesias y Santos fueron enviados de Cúllar a Madrid.

Iglesias daba datos generales, mas no concretaba, afirmaba que el trono tenía enemigos, así un sector del Clero apoyaba al hermano del Rey don Carlos, éste infante mantenía contacto con los revolucionarios, que el Gran Dictador, Mina, sabía la manera de hablarles, y los enemigos del Rey Fernando les daban a Mina informes de las planificaciones del Trono (legajo 7279 A. M. de Justicia).

También alrededor del trono había revolucionarios republicanos, siendo numerosos los revolucionarios en la Corte, Barcelona, Málaga, estaba con ellos su Gobernador - Marqués de Zambrano-, Badajoz, Almería, Calpe, Altea, Cartagena, Tarragona, Sevilla, Granada Cádiz, etc. Implicó al Marqués de Heredia, manifestando que entre los revolucionarios causó desánimo la caída de Heredia como Jefe del Gobierno, ya que tenían confianza en éste para restablecer las Cámaras, que Heredia contaba con el apoyo del General Brumont, Jefe del ejército francés de ocupación, formando el llamado partido francés, partidario de Reformas políticas en España, hasta el punto de conocido el Julio de 1824 el cese de Heredia y el giro hacia el absolutismo del nuevo Gobierno, Brumont recomendaba al cónsul francés en Gibraltar que comenzasen los Rompimientos liberales contra costas españolas. El Marqués de Heredia se defendería acusando de falsedad tales declaraciones de Iglesias.

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