Nuevo sondeo en Los Vélez para esquilmar sus recursos

Dicen los expertos que las guerras del futuro serán por el agua. Se trata de un bien elemental, a la vez que escaso en muchas zonas del mundo, y precisamente en la España seca, donde se localiza la provincia de Almería, están comenzando los problemas de abastecimiento debido al cambio climático y su consecuente falta de precipitaciones.

En la provincia, si hay una zona especialmente castigada, esa es la comarca de Los Vélez, donde además de sufrir el revés de la naturaleza (es donde menos lluvias se registran), tampoco ayudan las extracciones de empresas lechugueras directas al acuífero de Sierra de María-Mahimón, y a las que la sociedad velezana apunta como únicas responsables de una sequía que comenzó a hacer estragos hace ya casi dos décadas y que hoy día no tiene precedentes.

La situación hizo que se creara la Asociación por la Defensa del Agua de Los Vélez para denunciar esta situación y reclamar el cese de las extracciones once pozos localizados de ingentes cantidades de agua de forma incontrolada, provocando una merma considerable de las reservas del acuífero y poniendo en peligro los manantiales que afloran tanto en su parte occidental como en la oriental, pero siendo ésta ultima la más trascendente, toda vez que de ella depende el abastecimiento de la población de Vélez-Rubio para consumo humano, y por otra parte la agricultura de los pueblos de Vélez Blanco y de Vélez Rubio.

El año pasado se plantaron muchas menos hectáreas, de 500 a medio centenar, "y nos dicen que fue por la presión ejercida por la Asociación, pero no lo tenemos claro", explica Pascual Soriano, presidente de la Asociación, que consiguió movilizar a más de dos millares de personas llegadas de todos los puntos de la comarca, así como de Cúllar, Oria y Orce, que se reunieron en el Pozo de la Rueda para defender su agua.

Sin embargo, la mala noticia ha llegado estos días cuando miembros de la Asociación han localizado un nuevo sondeo. En este caso sería el decimosegundo pozo y lleva aparejado un embalse del que aseguran es el mayor hasta el momento.

Se trata de un sondeo ubicado en la zona de El Boquerón, en uno de los montes dentro del paraje del Pozo de la Rueda. Según fuentes de la Asociación por la Defensa del Agua de Los Vélez, este pozo fue construido hacia la década de sesenta y se venía utilizando por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir como piezómetro para controlar la evolución de los niveles.

El caso es que recientemente se ha instalado y se ha construido una balsa de unos 100.000 metros cúbicos de capacidad (tiene una superficie de 10.000 metros cuadrados) para riego de una nueva superficie, y que estiman puede ir destinada a una superficie de cultivo que alcance unas cien hectáreas.

La sorpresa ha sido mayúscula, más aún cuando desde la Asociación obtuvieron el compromiso político, "en especial el del Partido Popular, ya que las confederaciones están adscritas a Gobierno Central, para que de momento no se dieran más concesiones. Y ahora nos encontramos con esto, que no es cualquier cosa", aseguran.

Desde su constitución, incluso antes como plataforma, la Asociación en Defensa del Agua de Los Vélez ha intentado demostrar como la extracciones por parte de estas empresas del sector agroalimentario en la zona del Pozo de la Rueda, por sus estudios y experiencia, son las causantes de los bajos niveles del acuífero de Sierra María-Maimón de manera directa.

Las reuniones con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han sido varias y los estudios solicitados a esta por la Subdelegación del Gobierno en Almería para comprobar la causa real del descenso de la masa de agua en Los Vélez, nunca han convencido a su sociedad. En los análisis de la administración se describe la masa de agua Orce-María-Cúllar y se detalla que los bombeos de los campos de Orce y Falces no influyen a los manantiales de Los Vélez pero sí la escasez de lluvia. Algo que choca frontalmente con los análisis realizados por los propios hidrogeólogos de la Asociación, que mantienen la relación directa y que apuntan a que la falta de precipitaciones solo agudiza aún más esta situación.