Nervios, colas y accidentes en el tramo más negro de la A-7

La redacción del proyecto para el tercer carril, adjudicada en agosto de 2018, se encuentra en fase de evaluación ambiental

Casi una decena de colisiones en lo que va de año, más de medio centenar en dos anteriores cierres del Cañarete

Nervios, colas y accidentes en el tramo más negro de la A-7

Es el calvario de cada mañana de la Autovía del Mediterráneo. Miles de conductores de todo tipo de vehículos, desde los camiones a los autobuses escolares, atascados entre los enlaces 429 de Roquetas y el 438 del acceso a la capital por Bayyana. Como si de la entrada a las grandes urbes se tratara, pese a no tener ni una décima parte del tráfico que generan estas ciudades con millones de usuarios, cada día toca suplicio al volante y prende la llama de la impaciencia cuando se colapsa la A-7 en la ida al trabajo y al colegio. Entre el exasperante concierto del claxon de más de un turismo y la psicosis colectiva del que sabe que llegará tarde cuando lo esperan, se genera una tensión que propicia imprudencias y más de un accidente. En poco más de un mes, desde que se cerrara al tráfico el Cañarete por el enésimo desprendimiento de rocas, se han registrado una decena de alcances y colisiones ante la impotencia de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico y Policía Local roquetera en el tramo provincial más negro de la Autovía del Mediterráneo.

Más de 50.000 vehículos diarios a los que se suman otros 15.000 que con anterioridad circulaban, como alternativa de una A-7 al borde del colapso, a través de los nueve kilómetros de ensueño en las estribaciones sur de la Sierra de Gádor junto a la orilla del mar. De nada sirve el refuerzo de las medidas policiales ni los mensajes en paneles ni nuevas señales si los conductores se encuentran con la retención cada día. No hay forma de apaciguar las hostilidades y la exigencia al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez es máxima, tanto en la reapertura del Cañarete una vez finalizadas las obras que estos días darán comienzo como para la construcción de un tercer carril en la A-7 que si dispone de estos hilos de descongestión de la circulación desde la Comunidad Valenciana hasta la frontera francesa. Es más, desde febrero de 2018 se trabaja en el proyecto de construcción de un tercer eje entre Crevillente y Alhama de Murcia. 72 kilómetros con una inversión que rondará los 415 millones de euros, más otros 25 en expropiaciones.

El tramo del Cañarete sigue cortado al tráfico a la espera del inicio de obras / Rafael González

En Almería se reclama el tercer carril de la autovía desde hace más de una década e inicialmente se configuró durante el Gobierno de Zapatero entre el municipio de Viator y el núcleo de El Parador con un coste aproximado de 55 millones de euros. La crisis aparcó la infraestructura viaria que más necesita la provincia y se rescató ya en el Ejecutivo de Rajoy con un itinerario más reducido, entre la capital y Roquetas, licitándose el proyecto en octubre de 2017 para ser adjudicado en agosto del año siguiente. La inversión estará en torno a los 32 millones de euros, si bien la redacción de la actuación acumula un importante retraso. El Ministerio de Transportes informa a este periódico que el proyecto se encuentra actualmente en fase de evaluación ambiental, si bien no precisa los plazos para la finalización del expediente y el inicio de la licitación. El tercer carril en estos diez kilómetros tendrá un ancho de 3,5 metros en los dos sentidos, no siendo un obstáculo los túneles porque se ejecutaron con la posibilidad de ampliación de su capacidad viaria.

La actuación dará mayor fluidez al tráfico, sobre todo cuando esté abierto el Cañarete, e incidirá en la seguridad de los usuarios en una zona comprendida entre Almería, Roquetas y Enix en la que residen más de 300.000 habitantes. En los dos anteriores cierres al tráfico de la Nacional 340 se contabilizaron medio centenar de incidentes en la A-7. Cuatro durante los trabajos de restauración paisajística del 16 de octubre al 5 de noviembre de 2017 y nada menos que 49 (24 con heridos) en las obras de emergencia que se realizaron noviembre de 2015 a junio de 2016.

Mociones y reivindicaciones de los ayuntamientos y partidos políticos

Desde que se produjera el corte al tráfico de la carretera N-340 entre la capital y Aguadulce, se han sucedido las reclamaciones por parte de los ayuntamientos y partidos políticos de la oposición (PP, Vox y Ciudadanos) al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez para que se iniciaran las obras de inmediato tanto del arreglo del Cañarete como de la puesta en marcha de un tercer carril de la A-7. Precisamente ayer, los diputados nacionales de Vox, Rocío de Meer y Carlos Fernández-Roca, realizaron en el Congreso una serie de preguntas sobre las actuaciones que se van a adoptar para paliar el colapso de la circulación en ese tramo de Autovía del Mediterráneo. Antes lo hicieron los diputados del PP y concejales y cargos de Cs han recorrido el Cañarete exigiendo celeridad en el arreglo del eje.

El observatorio de los vecinos de Las Colinas

Más allá de las quejas cada día más habituales por el colapso de la A-7 en redes sociales de los miles de usuarios e incluso de la pirotecnia propagandística de los partidos de la oposición, destaca una iniciativa vecinal en la que se analiza el impacto del cierre del Cañarete en el punto más negro de la autovía. Desde la Asociación Las Colinas de Aguadulce, uno de los núcleos más afectados por las largas retenciones a pesar de que se abriera el tráfico un semienlace directo a la A-7 en noviembre de 2016, se puso en marcha un observatorio vecinal a principios de año en el que informan de las incidencias, así como de las medidas que han planteado en los últimos años al Gobierno y al Ayuntamiento de Roquetas.

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