La vieja N-340 pasa a la historia y presume de nueva entrada a la ciudad desdoblada
El alcalde y Megino comparten la inauguración de la primera fase de obras con la que el acceso a Almería desde Granada escapa de los atascos · La actuación prosigue con el acerado
Dos calzadas, con dos carriles cada una, de siete metros de anchura más sus correspondientes arcenes, y cinco rotondas han dejado para la historia la imagen tercermundista que ofrecía Almería capital en su principal acceso a la ciudad. Nada recuerda desde ayer la antigua carretera nacional 340 y el cuello de botella característico de la Rambla Iniesta tras la ejecución del proyecto del desdoblamiento, una de las viejas aspiraciones de la ciudad que, por fin, el Ayuntamiento ha podido ver cumplida.
El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y el concejal de Urbanismo, Juan Megino, junto al subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, pudieron cortar la cinta inaugural con la que el Consistorio da por concluida la primera fase de este proyecto del que se lleva hablando desde la legislatura del socialista Fernando Martínez y que ha tropezado con más de una piedra. Hay una historiada hemeroteca de grandes titulares, como la búsqueda en el Ayuntamiento de un supuesto convenio con Fomento para el desdoblamiento que luego no existía. Sólo para la obtención de los terrenos ha sido necesario emplear más de cuatro años en negociaciones con los propietarios que, en el caso, del desaparecido restaurante El Andaluz acabó en los tribunales. Es otro botón de muestra.
Sin embargo, las dificultades, aunque no fueron obviadas por los responsables públicos en el acto de recepción de obras celebrado en la mañana de ayer, quedaron relegadas a un segundo plano por los buenos resultados cosechados en la ejecución ejemplar de la primera fase de las obras, que se han extendido a lo largo de casi dos kilómetros de longitud y han ocupado una superficie de 120.000 metros cuadrados para el encauzamiento previo de la Rambla Iniesta con la construcción de un gran cajón de hormigón armado de las citadas proporciones.
Rodríguez-Comendador lo dijo bien claro: "Ha sido muy complejo, pero el desdoblamiento ha supuesto un cambio sustancial para Almería. La antigua Rambla Iniesta -continuó el regidor- ha quedado escondida, cambiando la imagen de la entrada más fea de la ciudad. Pronto, con la segunda y tercera fase, será la más bonita".
Los almerienses podrán comprobarlo el próximo año, cuando finalice la creación de un bulevar de 1.800 metros de longitud y una ocupación de 48.052 metros cuadrados, sobre los que se distribuirán carriles bici, zonas verdes, equipamientos lúdicos y deportivos y hasta un zoco comercial permanente. El equipo del arquitecto Ignacio Mendaro Corsini, ganador del concurso de ideas internacional convocado por Urbanismo, perfila esta nueva Rambla de suelo de mármol color blanco, que contará, además, con un palmeral, "áreas de frescura" con agua pulverizada, zonas adaptadas para la celebración de ferias temporales, entre otros elementos por determinar.
El Ayuntamiento pretende poder iniciar la creación de este bulevar tras el verano. Antes, y a partir de hoy mismo, la empresa Tejera tiene que llevar a cabo la adecuación del espacio existente entre la vía de servicio y las edificaciones y comercios, con la creación de aceras e instalación de alumbrado y mobiliario urbano -de material acorde con el nivel del proyecto-, y la dotación de aparcamientos en las márgenes exteriores de la antigua rambla.
Esta segunda fase comienza de inmediato ganando incluso los cuatro días que Tejera no ha consumado del plazo de ejecución de 18 meses del que disponía para la urbanización de la 340, desde la rotonda del cementerio hasta su enlace con la carretera de Ronda y la calle Granada. "Llevo muchos años en el Ayuntamiento y quizás ésta sea la única obra en medio urbano que se haya ejecutado por debajo de los plazos", afirmó el concejal de Urbanismo, quien quiso destacar el carácter local de la empresa adjudicataria.
El plazo de licitación era de 24 meses y el coste de 11.550.000 euros, que Tejera rebajó a 10.233.300 euros. La cantidad que absorbe el global de las obras con las tres fases, incluido las expropiaciones -la consecución de los terrenos ha supuesto un desembolso para las arcas municipales de 11,6 millones de euros-, es superior 30 millones.
El Ayuntamiento ha podido hacer frente a esta elevada inversión por el convenio que, el 20 de febrero de 2007, el alcalde firmó con el Ministerio de Fomento. Un acuerdo éste por el que el Gobierno transfería al Consistorio la titularidad de 40 kilómetros de carreteras y entregaba, a cambio de liberarse de su mantenimiento, casi 22,6 millones de euros, que van a ser empleados en su totalidad en la Nacional 340. El subdelegado del Gobierno puntualizó ayer al respecto que han sido transferidos ya a favor de las arcas municipales 9,5 millones de euros correspondientes a las certificaciones de obras presentadas por el Consistorio capitalino.
La falta de financiación, y también el no contar con la titularidad de los terrenos, fue otro de los escollos que tuvo que sortear el actual equipo de Gobierno con el convenio ministerial. De hecho, durante la Corporación 1995-1999, con Megino como alcalde, se contrató la redacción del proyecto a la empresa IMCA Ingenieros y Arquitectos, trabajo que entregó en 2001 y que, cinco años más tarde, tuvo que contratarse su actualización.
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