El Museo de la Vega de Almería derriba los 17 años de espera

Almería

Comienza la demolición del viejo cortijo ante la atenta mirada de uno de sus antiguos propietarios para abordar una nueva edificación que abrirá sus puertas al público el próximo año

Demolición del antiguo cortijo del parque del Andarax / Javier Alonso

Bajo la mirada convergente de añoranza e ilusión del que fuera uno de los propietarios del viejo cortijo del parque del Andarax, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Almería han comenzado los trabajos para hacer realidad el Museo de la Vega, que rescatará a finales del próximo año la rica historia de la agricultura almeriense en un edificio que albergará también talleres y actividades culturales dirigidas a todas las edades.

Desde primera hora de la mañana la pala hacía posible el rápido derribo de la vieja casona situada junto a la entrada norte del parque del Andarax para dejar expedito en cuestión de una semana este solar donde se edificará el Museo de la Vega, un proyecto que formaba parte hace 17 años de aquel anillo museístico que por aquel entonces anunciaba el concejal de Turismo bajo el mandato de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, Miguel Cazorla, en la actualidad portavoz de Cs.

Recordaba estos años de espera mientras se procedía a las tareas de demolición Paco López Ramón, quien pasara su infancia entre los cultivos de la zona y las estancias de esta vivienda que perteneció a su hermana hasta 2004, cuando se procedía a la creación del pulmón verde de la ciudad aledaño al Centro Municipal Zoosanitario. “Se empezó a hablar del Museo de la Vega en 2005, y con qué ilusión he llegado yo también a este día” de inicio de trabajos, sobre el que habla con entusiasmo porque “va a dar contenido y soporte a la historia de nuestra Vega” y con cierta tristeza por aquellos recuerdos “de nuestras costumbres y nuestra forma de vida”.

Escobar y Martínez Labella, atendiendo a los medios de comunicación / Javier Alonso

Es ese sentir sobre la “coexistencia ente la Vega y la capital, sin que ninguna pudiera subsistir sin la otra” sobre el que se cimentará el nuevo Museo, con una inversión de 1.303.676, 47 euros exactos, de los que el 80% procedente de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) del Bajo Andarax y los fondos europeos FEDER.

“Todo llega cuando se le pone trabajo e impulso”, ha comentado el vicepresidente, Ángel Escobar, quien ha detallado que la demolición de la casa cortijo –con problemas estructurales que hacían inviable su restauración– es la primera fase del proyecto a la que le seguirá, de forma continuada, la colocación de la primera piedra para la construcción de este futuro espacio cultural y turístico sobre una parcela de 7.305 metros cuadrados

Diputación ha tramitado este proyecto “dando voz a la apuesta decidida del Ayuntamiento de Almería por recuperar y poner en valor esta zona de la capital con un Museo de la Vega que completa los equipamientos y la oferta del parque del Andarax. El objetivo de esta obra es recuperar las tradiciones de la Vega y que los almerienses y turistas disfruten de la Vega”, apunta Escobar, quien ha compartido micrófonos con la concejal de Urbanismo, Ana Martínez Labella, para quien el inicio de la demolición del viejo cortijo es “un día muy importante. Todo llega”, añadía la edil, quien ha querido ensalzar el compromiso del actual alcalde con los agricultores de la Vega para dar forma a este espacio sobre la tradición almeriense. Se espera que la primera piedra se coloca en “una o dos semanas”.

La vida de los vegueros

El futuro ‘Eco-Museo’ reinterpretará el ‘cortijo-tipo’ con un interior musealizado que va a recrear el estilo de la vida de los vegueros con el objetivo de mostrar el enorme contraste entre los paisajes y los estilos de vida de esa zona hace unos años y en lo que se ha convertido ahora. Acogerá los valores etnográficos de la Vega, desde la primera parte del siglo XX hasta los años 50. Tendrá cafetería-restaurante, una placeta de juegos infantiles, talleres y actividades.

Con una superficie de 426 m2, en el interior del edificio podrán exhibirse enseres de un cortijo de la época de la subsistencia, podrán realizarse recreaciones de las dependencias con las que contaba este tipo de edificaciones, exponerse maquetas de construcciones tradicionales, etc. Además de la zona expositiva, interactiva y pedagógica, y atendiendo a la posibilidad de una futura ampliación del edificio, esta primera fase contempla además la disposición de zona de conferencias/educativa, administrativa y de servicios, completándose esta fase con la urbanización del entorno próximo del edificio y de los accesos al mismo desde el exterior de la parcela.

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