Más de 220 incidencias y una muerte al paso de la gota fría por la provincia

Almería ha sido la provincia andaluza más castigada por el temporal de lluvia y tormentas asociado a a la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) a su paso por el sureste peninsular y durante la madrugada del viernes se registraron más de 220 incidencias y cuantiosos daños en infraestructuras, viviendas, carreteras y explotaciones agrarias de una veintena de localidades. En menos de doce horas se multiplicaron las inundaciones de ramblas y calles y las anegaciones en garajes y viviendas obligando a activar a todos los servicios de emergencia para coordinar una respuesta efectiva a una situación de alerta roja por las inclemencias meteorológicas que llegaron a descargar más de 130 litros por metro cuadrado en Pulpí, Serón y María y 97 en poco más de una hora en la capital.

“Ha sido una noche muy intensa, aquí no se ha dormido nadie”, reconocía la alcaldesa de Huércal-Overa, Francisca Fernández, durante la visita por la tarde del ministro de Cultura en funciones, José Guirao, en la que manifestó el compromiso del Gobierno estatal con las zonas afectadas. Horas antes la titular de Defensa, Margarita Robles, ya había anunciado que 400 efectivos de las Fuerzas Armadas trabajarán en las próximas horas para contribuir a que los municipios más damnificados por las lluvias torrenciales puedan recobrar la normalidad. También se desplazaron a varios puntos negros los consejeros de Presidencia y Agricultura de la Junta, Elías Bendodo y Carmen Crespo, y el presidente Juanma Moreno reunió a un gabinete técnico para estudiar medidas de apoyo, sobre todo para el campo almeriense que ha visto cómo el agua que tanto necesita se volvía en su contra destrozando casi mil hectáreas.

Pero los cuantiosos daños materiales no han sido la peor consecuencia del temporal que ha arreciado sobre el levante peninsular. Pasadas las cinco y media de la madrugada, un hombre fallecía atrapado en el interior de su vehículo en el paso subterráneo de la intersección entre la avenida del Mediterráneo y la carretera de Níjar. Según fuentes municipales, no se dio cuenta de que estaban balizando el túnel y accedió a toda velocidad al interior de uno de los puntos más conflictivos junto al túnel de la Goleta. Vecino de El Quemadero, de nacionalidad senegalesa y 45 años de edad, perdió la vida y su cadáver fue recuperado horas más tarde por los buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil. Previamente agentes de la Policía Local habían rescatado a su acompañante y al ocupante de otro turismo que también se vio sorprendido por la rápida crecida del caudal embalsado en el túnel.

No fueron los únicos que tuvieron que ser auxiliados del resurgir de las riadas. De las 224 incidencias contabilizadas por el 112, la mayoría se corresponden con anegaciones, siendo las restantes las relativas a operaciones de salvamento y anomalías en los servicios básicos. Una quincena de personas tuvieron que ser rescatadas de sus vehículos en ramblas, túneles y garajes. Una madre con su hija fueron salvadas al verse atrapadas en el barrio de San Vicente de la capital y la Guardia Civil y los bomberos del Levante se emplearon a fondo por las crecidas del agua en el paraje Las Norias en Huércal-Overa y Canales en Taberno. Un anciano de 76 años en estado de hipotermia fue evacuado al hospital de La Inmaculada al ser localizado fuera del vehículo.

Una pareja de sexagenarios y su perro tuvieron que ser evacuados por el helicóptero de la Benemérita al verse rodeados por un río que brotó en el desierto de Tabernas. También se recibieron peticiones de asistencia por las lluvias torrenciales del carril hacia la ermita de San Antonio en Vélez-Rubi y en Pulpí que recibió la primera tromba de agua de la gota fría. “La suerte es que dejó de llover”, aseguraba ayer el ministro Guirao en su localidad natal. La Rambla Nogalte estuvo a punto de desbordarse a su paso por el núcleo urbano de Pulpí, pero conforme avanzaba la madrugada las precipitaciones se desplazaban hacia otros puntos de la geografía almeriense.

El término municipal de Níjar fue el que registró mayores daños poco antes de que amaneciera, siendo el aviso prioritario el de 60 personas alojadas en el camping de Cabo de Gata al quedarse bloqueadas por un torrente de agua y barro. Todo apuntaba a una tragedia de grandes dimensiones cuando por las fuertes corrientes tuvieron que subirse a los tejados de los bungalós, incluso se llegó a movilizar a la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, pero el agua volvió a su cauce y nadie resultó herido. Fueron evacuados al Centro de Exposiciones de El Toyo y atendidos por los voluntarios Cruz Roja, siendo posteriormente acogidos por los hoteles del residencial.

Y a primera hora de la mañana, una vez rescatado el cuerpo del fallecido en el túnel de la avenida del Mediterráneo, los avisos concentraron en la capital almeriense donde se descargó una fuerte tormenta de más de 90 litros por metro cuadrado en poco más de una hora. El Ayuntamiento activó su Plan de Emergencias Municipal y se sucedieron decenas de incidencias en garajes y sótanos anegados, problemas en la redes de abastecimiento, tuberías y torres de comunicaciones, además de cortarse al tráfico la carretera de Viator y la de Retamar a Costacabana. A escasos metros del núcleo costero, el aeropuerto se veía obligado a poner en marcha a primera hora el Plan de Autoprotección por Inundaciones por el que se cancelaron dos vuelos, uno se retrasó y otros dos se modificaron. Una treintena de carreteras sufrieron cortes íntegros y parciales y se fueron reabriendo al tráfico a lo largo de la tarde.

A las nueve de la mañana no había escolares de camino al colegio porque la Junta había informado, a través de los directores de los centros educativos, de la suspensión de las clases en nueve municipios de la capital, levante y zona norte: Huércal, Níjar, Antas, Cuevas del Almanzora, Huércal-Overa, Vélez-Rubio, Vera, Pulpí y Almería. Más de 40.000 alumnos se quedaron en casa para evitar males mayores, una decisión que no se comunicó, sin embargo, a los profesores que han protestado por la falta de previsión de la Consejería de Educación.

Los vecinos de una veintena de municipios se pasaron la mañana achicando agua de sus hogares y mirando al cielo de reojo por si la gota fría no se marchaba. Pero la pesadilla ya había pasado. A media mañana los pronósticos meteorológicos invitaban al sosiego. Las inundaciones han dejado un balance ya de cinco víctimas mortales en España: tres fallecidos el viernes en Redován (Alicante), Baza (Granada) y Almería y los dos hermanos muertos en Caudete (Albacete) el pasado jueves.

José Guirao: “Lo que se tenga que ayudar desde el Gobierno, se hará”

El ministro almeriense de Cultura y Deporte, José Guirao, recorrió ayer por la tarde zonas agrarias del municipio de Huércal-Overa con graves daños por el temporal de lluvia. Trasladó la disposición del Gobierno central para actuar ante los “cuantiosos daños” que comprobó in situ y destacó la “buena coordinación” entre todas las administraciones públicas para hacer frente a los efectos de la alerta roja meteorológica en Almería. Desde el puesto de mando que se habilitó en la Jefatura de Policía Local de Huércal-Overa, Guirao aseguró, al ser preguntado sobre ayudas a los damnificados, que “por supuesto, desde el Gobierno, lo que se tenga que ayudar, se hará”, si bien recalcó que habrá que coordinarse con la Junta que es la que tiene la mayoría de competencias”.