Muere María Cassinello, una mujer almeriense adelantada a su tiempo
Sociedad
Desde muy joven sintió la llamada por la filantropía, por el altruismo, por ayudar a los demás
Conocía las familias, los clanes y los secretos de la Almería social como poca gente
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Los Cassinello llegaron a Almería por casualidad. Los hermanos José y Juan Bautista Cassinello Viacaba, naturales de Génova, comerciaban por los puertos del Mediterráneo a principios del siglo XIX. Al navegar, en 1817, por la Costa de Almería el buque encalló y decidieron instalarse definitivamente en nuestra ciudad y criar a sus hijos.
La saga de los Cassinello Baglietto comenzó a crear riqueza en la capital. La familia se multiplicaba, se extendía y comenzó a ocupar distintas responsabilidades profesionales y mercantiles y a hacerse un hueco en la sociedad provincial.
El 28 de septiembre de 1933 nace María del Pilar Cassinello Pérez en la calle Eduardo Pérez, junto a la Catedral. Padeció la temprana muerte de su padre cuando él tenía 42 años, pero la fortaleza espiritual de su madre salvó a aquella familia numerosa “Ella nos supo contagiar a todos la fe para aceptar la voluntad de Dios” afirmó María en una autobiografía que publicó hace 38 años. No en vano, se definía sin pudor y sin esconderse “como una almeriense católica y derechas”.
Desde muy joven sintió la llamada por la filantropía; por el altruismo. Por ayudar a los demás. Eran años en los que la Sección Femenina ocupaba un espacio destacado en la gestión de la solidaridad y en 1952 fue nombrada regidora provincial. También coordinó el área de asistencia social de Cáritas y fue responsable de la ONG cristiana en la Catedral.
Con 26 años ya era dama auxiliar en la Cruz Roja Española, organización a la que se dedicaría en cuerpo y alma. Allí heredó la filantropía de su madre, Adela Pérez, y fue nombrada subjefa de enfermeras, presidenta del Hospital (31/12/1972) y presidenta de la Asamblea Provincial, cargo que ostentó desde 1980 a 1986.
Cuando la mujer apenas tenía presencia en la vida pública de la ciudad, en noviembre de 1973 se presentó a las elecciones municipales del régimen por el tercio de representación familiar, resultando elegida. Llegó al Consistorio diciendo que buscaba “una Almería cada vez mejor y del agrado de todos los almerienses y un mayor acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad y de trabajo.” Eso sí que era pelear por romper los techos de cristal. Porque María fue una mujer adelantada a su tiempo. Su trayectoria municipal fue corta, aunque ostentó la concejalía de Asistencia Social, Sanidad y Cementerios con José Luis Pérez-Ugena y Sintas como alcalde.
En 1976 fue nombrada sexta teniente de alcalde, ya en el mandado de Rafael Monterreal Alemán, cesando el 19 de abril de 1979 con la llegada del ayuntamiento democrático.
Padeció los sinsabores de distintos avatares familiares, pero siempre mantuvo una acrecentada fe en Dios. Fue presidenta provincial de UNICEF, colaboró con la Asociación contra el Cáncer, la hermandad de la Virgen del Mar y durante años responsable del gabinete de comunicación del obispado. Conocía las familias, los clanes y los secretos de la Almería social como poca gente.
Descanse en paz María Cassinello, una mujer con una vida fructífera de entrega y de servicio a los demás.
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