El Oasys Minihollywood se consolida como el referente provincial del turismo en Almería

En el punto kilométrico 464 de la Nacional 340 en pleno desierto de Tabernas, entre Sierra Alhamilla y Los Filabres, se encuentra la joya del turismo provincial, un referente del ocio familiar que visitaron más de 160.000 personas en el último año y que en ejercicios anteriores a la pandemia superó la barrera de 200.000 usuarios. Un balance muy superior al de cualquier otro enclave turístico en Almería que sólo está al alcance de las playas. La Alcazaba, principal conjunto monumental de la provincia, tuvo 141.799 visitas el pasado año, lo que pone de manifiesto la importancia del Oasys Minihollywood, del grupo Senator Hotels & Resorts, como el principal atractivo y soplo de aire fresco para un destino turístico encorsetado en el sol y costa.

El mercado doméstico se queda con el 70% de las entradas y el 30% restante corresponden a viajeros procedentes de otros países. Este año han vuelto las excursiones del Imserso y también los grupos de escolares -entre 7 y 10 autobuses semanales que desplazan a medio millar de menores- a un parque temático que te permite viajar en el tiempo disfrutando de un día inolvidable en la franja fronteriza entre Estados Unidos y México, el lejano oeste de mediados del siglo XIX sin salir de Almería. El Oasys Minihollywood tiene un departamento de educación que fomenta la divulgación de la conservación de la biodiversidad y el respeto del medio ambiente al contar con una reserva zoológica con más de 850 animales, cueva de murciélagos, reptilario y jardín de cactus único en la península con 250 especies, además de los 4.000 árboles y 20.000 plantas. Ocio y cultura de dan la mano en este privilegiado enclave ubicado en el mayor desierto de Europa a 30 kilómetros de la capital cuyos orígenes se remontan al poblado Yucca City que fue construido en 1965 para el rodaje de la segunda película de la Trilogía del Dólar de Leone: La muerte tenía un precio.

Una de las claves de su éxito en una tierra mermada por el déficit de comunicaciones ferroviarias y aéreas ha sido la transformación y mejora permanente desde que fue adquirido por José María Rossell hace ya cuarenta años. Lo que en su día eran cuatro fachadas con andamios de madera, escayola, adobe y cartón, hoy son edificios totalmente renovados que acogen todo tipo de servicios sin perder la esencia del spaghetti western: dos restaurantes, tienda de disfraces, museo del cine y otro de carruajes y salones con espectáculos diarios de cancán y cowboys. De ahí que se haya convertido con el paso de los años en visita obligada para los turistas del destino almeriense y en un icono para las productoras de largometrajes, documentales, videoclips y spot publicitarios sin olvidar convenciones y congresos y eventos comerciales.

Y ese proceso de renovación de este parque que ha revolucionado el ocio familiar en Almería no ha llegado a su fin y en los próximos meses verán la luz proyectos que harán todavía más sorprendente una experiencia inmersiva en una película de vaqueros y sheriffs en alegres cantinas. La dirección del parque ultima la puesta en marcha de una tirolina de doble caída que conectará el mirador de la reserva junto a la zona de osos con la zona minera. También se trabaja en el acondicionamiento de los accesos a las taquillas, que en hora punta pueden congregar entre mil y dos mil personas, para que su primera impresión sea más amable por la amplitud y protegido del sol con nuevas espacios de sombra.

Una de las actuaciones de más inversión será la ampliación de la zona ferroviaria con una estación con el diseño del jefe de arte de la serie británica-estadounidense Penny Dreadful que contempla set de rodaje de interiores y un nuevo vagón que llegará de Bilbao en las próximas semanas. El parque no ha dejado nunca de potenciar su pasado cinematográfico, pero hoy más que nunca está avanzando para ser icono de los cinéfilos. La última adquisición precisamente fue el rancho que aparece en la cuarta temporada de The Crown en el que se recrea el viaje de los Príncipes de Gales a Australia en 1983. Y están valorando ampliar los decorados con una réplica del Fuerte El Cóndor y otros enclaves de culto para la industria del cine.

Mejora de señalética y luces en el Museo del Cine

El interior de uno de los decorados de la célebre Trilogía del Dolar en el Minihollywood se convirtió en un Museo del Cine hace un par de décadas y hoy es cita obligada de los amantes del séptimo arte con una colección de proyectores de diferentes tamaños y épocas, con caleidoscopios, linternas mágicas, zootropos, sombras chinescas y otras piezas que se remontan, en algunos casos, al año 1.800. Era el banco que han atracado cientos de forajidos, entre los que destaca Lee Van Cleef. La dirección del parque hará un esfuerzo inversor en los próximos meses para darle mayor realce a ese patrimonio cinematográfico con la mejora de la iluminación y señalética de los proyectores y de la cartelería de las películas de un género intrínsecamente ligado a esta tierra, el spaghetti western.

La valiosa colección de máquinas y proyectores permanece cedida por Juan Carlos Jiménez e incluye una de los primeros de doble rollo que supusieron un salto de calidad en las antiguas salas de cine al acabar con la pausas para el cambio. Uno de los productores más relevantes de nuestro país, Enrique Cerezo, suele visitar el Museo del Cine al menos una vez al año y recorre el pasillo del centro identificando, entre los más de 200 afiches de los filmes que cuelgan en las paredes, las que contaron con su inversión o se hizo con los derechos.

El Museo del Cine del Oasys complementa el legado cinéfilo de un parque temático al que acuden cada año productoras de todo el mundo para filmar documentales, spot publicitarios y videoclips con una media de 50 sesiones al año de grabación en el Minihollywood. El último director de renombre que se ha interesado por el decorado ha sido Pedro Almodóvar. Junto a su hermano y equipo artístico hizo un recorrido por las instalaciones, si bien no ha comunicado todavía si finalmente su próxima película se rodará en Tabernas. Tenía una previsión de seis semanas en las que precisaría el cierre completo en algunas jornadas, algo inusual porque normalmente conviven la actividad ordinaria y los rodajes.

El poblado sumará decorados de cine y una estación de ferrocarril

El presidente del grupo Senator Hotels & Resorts, José María Rossell, visita el Minihollywood con frecuencia. Está enamorado del poblado cinematográfico que salvó de acabar convertido en un amasijo de maderas y cartones como la mayoría de decorados de la provincia y también de lo que representa. Quiere que el parque no pierda su esencia y proyecta seguir creciendo en dirección a sus orígenes para potenciar las películas que se han rodado aquí. El rancho de The Crown, una nueva estación de ferrocarril y posiblemente algún decorado de futuro como el Fuerte El Cóndor, que se está cayendo a pedazos a pocos kilómetros, además de la mejora del museo del cine, harán más especial y atractivo el legado del séptimo arte del parque para los visitantes y las productoras.