Megaproyecto para hacer de Almería la capital mundial de la marihuana medicinal
Cultivo legal de cáñamo para uso terapéutico
Hospital oncológico, de 150 camas, con centro de investigación y protonterapia, más una residencia. También en la Vega, un hotel de cinco estrellas y arquitectura singular con 8 plantas y 420 habitaciones. Cinco invernaderos, en Retamar y Níjar, con plantas de producción farmacéutica y de extracción de aceite
A mediados del próximo mes de septiembre se plantará la primera semilla de un megaproyecto que hará de Almería la capital mundial de la marihuana medicinal en todos sus ámbitos, desde la producción al tratamiento y la investigación terapéutica. La empresa promotora, GSG & Associates, avanza en sus planes para cultivar cáñamo (Cannabis sativa) en cinco invernaderos, levantar un hospital y centro de investigación, un hotel de lujo y una planta de extracción de aceite, entre otras infraestructuras, para las cuales hay calculada una inversión que puede superar los 300 millones de euros e incluso alcanzar los 400.
La primera pieza de este ambicioso proyecto, que tiene como denominador común las propiedades medicinales de dos de los componentes de la marihuana, el CBD o cannabidiol, que actúa sobre el cerebro (ansiedad, depresión, epilepsia, fobias, adicciones, Alzheimer, etc.), y el THC o tetrahidrocannabinol, con la capacidad de aliviar el dolor (esclerosis múltiple, artrosis, artritis reumatoide, cáncer, etc.), es el invernadero de Retamar.
Con una superficie aproximada de diez hectáreas, situadas en la carretera hacia Cabo de Gata y cercanas al centro de Michelín, el invernadero está preparado para comenzar la plantación en septiembre con el objetivo de recolectar en noviembre. Una primera cosecha que está ya comprada por una de las farmacéuticas líderes en el sector, la canadiense Mandara Pharma. Los responsables de la empresa promotora calculan que de este invernadero saldrán 21 toneladas por cosecha, estando previstas seis anuales lo que arroja, pues, la cifra de 126.
De los cinco invernaderos en cartera, el de Retamar es el único dentro del término municipal capitalino, si bien la ciudad recibe las inversiones de dos grandes infraestructuras, claves en el entramado en el que se ha embarcado GSG & Associates.
Se trata de la construcción de un hospital puntero, de 150 camas (ampliables), y especializado en oncología, ictus, Alzheimer y enfermedades raras. “Es un centro científico y hospitalario que vamos a edificar en la Vega de Acá”. La ubicación está cerrada y contará, según prosigue el presidente de la compañía, Antonio Veiga, con un centro de protonterapia (terapia con protones), y un centro de investigación de nuevos tratamientos basados en el uso del CBD (aceite extraído de la planta del cáñamo), con laboratorios de biología genética y farmacéuticos.
Detrás de esta pieza del proyecto está WHM (World Health Management), consultora experta en procesos de negociación entre la industria farmacéutica y las administraciones públicas, y en ofrecer soporte en investigación clínica y pre-clínica en el desarrollo de nuevos fármacos, entre otros ámbitos. Esta infraestructura queda completada en el proyecto de GSG & Associates con una residencia para familiares de enfermos y personal médico de 1.400 camas.
Será un edificio singular cuyo diseño le ha sido confiado Antonio Moneo, quien “ha desarrollado su arquitectura en diferentes continentes, desde Argentina y República Dominicana, hasta Camerún y Kuwait, además de su país de origen, España. Su trabajo abarca desde el Hotel Intercontinental en Santo Domingo a la remodelación de edificios de gran prestigio en Madrid, tanto hospitales como oficinas”, resume la ficha de su estudio. De hecho la labor encomendada toca los palos en los que el arquitecto es especialista. Sobre todo en hoteles.
Y es que Moneo tiene ideado el hotel de diseño que GSG & Associates pretende edificar también en la Vega, en las proximidades del centro hospitalario y de investigación. “Es un hotel de cinco estrellas, de ocho plantas y 420 habitaciones” que, presumiblemente (los suelos están siendo objeto de negociación), tendrá, como atractivo añadido, vistas al mar.
Pero los proyectos interrelacionados se extienden fuera de los límites del término municipal de Almería. La de Retamar no será ésta la única producción bajo plástico de cáñamo medicinal sobre el que operará GSG & Associates. Según ha avanzado Veiga, están en marcha otros cuatro invernaderos, distribuidos en núcleos distantes, todos dentro del término municipal de Níjar.
Retamar y Los Jimenillos
Las primeras cosechas están ya vendidas con destino a Canadá y Estados Unidos
En Saladar y Leche (pedanía perteneciente a Campohermoso, entre la carretera de Las Negras y Rodalquilar), en El Panadero (en el cruce de El Nazareno y Níjar, por debajo de Michelín), en las proximidades de El Pita y en Los Jimenillos que, con una superficie de 20 hectáreas, la venta de la producción, 273 toneladas al año, está ya cerrada e irá a Estados Unidos. Dispondrá, además, de una planta de extracción de aceite de cáñamo, la joya de la corona en el mercado de la marihuana medicinal. Ocupa una superficie de dos hectáreas, quedando el resto reservado para invernadero, parcelado en diez zonas y automatizado. “Este invernadero está rodeado de una carretera perimetral para el recorrido y vigilancia de seguridad, y estará completamente vallado”, detalla sobre las estrictas medidas de seguridad a aplicar en todos los puntos de producción el presidente de la sociedad.
El invernadero de mayor extensión de los cinco planificados es el de Saladar y Leche, con una superficie total de 40 hectáreas. En esta pedanía de Campohermoso, y dentro de las instalaciones que se encuentran en fase de proyecto, la promotora pretende crear una planta de centro de producción farmacéutica, con una nave de 10.000 metros cuadrados, dentro de las referidas 40 hectáreas. “Vamos a hacer un laboratorio científico y productos farmacéuticos y experimentaremos aquí con ellos”, explica Veiga.
El Panadero suma 10 hectáreas y el invernadero próximo a El Pita, otras cinco. Son en total 85 hectáreas de cultivo de marihuana medicinal en la provincia.
Drones y sensores más vigilantes armados y perros
Las medidas de seguridad serán férreas en cada uno de los proyectos, especialmente en los cultivos bajo plástico de la marihuana medicinal. La empresa promotora detalla que las ubicaciones de los invernaderos han sido estudiadas de forma minuciosa y se habilitarán caminos perimetrales e internos al objeto de facilitar la vigilancia del personal de seguridad, armado. Se ayudarán de perros adiestrados y de sensores de movimiento, y las áreas serán sobrevoladas por drones para ofrecer las imágenes de lo que acontece en los recintos a vista de pájaro. Se plantean además pedir la protección como zona franca.
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