A revisión el Mapa de Ruidos y la zona acústica saturada de la capital
Almería
Vuelven los sonómetros a calles y balcones para actualizar las mediciones realizadas hace
ocho años y las medidas correctoras
Los sonómetros volverán a calles y a los balcones en los barrios sometidos a niveles altos de presión sonora para obtener una representación cartográfica de la ciudad con la que poder actualizar el Mapa de Ruidos de Almería. El Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, ya se ha puesto manos a la obra y, en proceso de licitación, se encuentra la contratación de una empresa especializada en la materia que aporte el estado actual del exceso, o no, de decibelios, que podría redefinir los límites de la zona saturada o las medidas de corrección del Plan de Acción Municipal contra el Ruido.
Aunque las iniciativas de dicho plan llevan relativamente poco tiempo poniéndose en marcha –fue aprobado en mayo del pasado año, si bien con anterioridad hubo acciones de impacto como la modificación de los horarios de apertura de las terrazas de los bares–, el Mapa de Ruidos, sobre el que se sustentó el mencionado Plan, tiene ya una antigüedad de ocho años, puesto que fue finalizado en 2013 y la toma de datos se realizaba un año antes.
La decisión de Urbanismo ha sido la de revisar el Mapa con un nuevo muestreo de emisión de decibelios al tener en cuenta las disposiciones normativas existentes. La Ley 37/2003 establece la obligación de actualizar los mapas de ruidos cada cinco años.
Cerrado el periodo de presentación de ofertas, la Mesa de Contratación se reunirá para evaluar las propuestas y optar por una empresa que repase las mediciones y conclusiones de 2013, realizando controles de sonido durante un periodo de seis meses, que incluye el trabajo de campo y la exposición de los resultados, que vendrán a perfilar, si así se considera y lo estima el Ayuntamiento, el Plan de Acción y los límites de la zona acústicamente saturada (ZAS). O detectar nuevas, como recoge el pliego de condiciones de este contrato valorado en 60.500 euros (presupuesto de licitación).
Por decisión plenaria el pasado año, la zona saturada fue ampliada en Almería (Plan Zonal), duplicando los límites geográficos restringidos a la apertura de nuevos establecimientos hosteleros. La ZAS actual alcanza Puerta Purchena y Plaza Vieja, manteniendo como punto de partida el parque Nicolás Salmerón y quedando pues extendida desde la plaza San Pedro, punto de referencia de la acotación anterior.
El Plan de Acción puesto en marcha contempla ocho líneas estratégicas, que incluye, además actuaciones dirigidas al planeamiento urbanístico y la gestión del ruido urbano, el control de actividades, ocio y zonas saturadas por ruido; la gestión de licencias de terrazas, veladores y actividades al aire libre; los servicios municipales de recogida de residuos, limpieza y jardinería; campañas de información y concienciación ciudadana; una actualización de normativa, así como la implantación de procedimiento municipal para la gestión de quejas y denuncias por ruido y otros parámetros medioambientales.
El actual Mapa fue confeccionado por las empresas Tecnitax Ingeniería, Eygema y Acusttel, que, tras evaluar la situación acústica de Almería concluyeron, a raíz de las mediciones llevadas a cabo y cálculos matemáticos, que la mayoría de los almerienses disfruta de una ciudad, en líneas generales, poco ruidosa al estar por debajo de los decibelios legalmente permitidos. Según el diagnóstico, el 84,9% de la población, que equivale a 104.604 personas, está por debajo de los 65 dB durante el día, mientras que por la tarde el porcentaje se eleva en casi un punto, si bien la vida nocturna almeriense parece, a tenor de aquellos datos registrados, mucho más activa.
La principal fuente de ruido detectada entonces no procedía de la hostelería, sino del tráfico rodado con tres arterias conflictivas: la autovía del aeropuerto, la carretera de Ronda y la Vía Parque (calle Nicolás Salmerón).
Un desempate de ofertas con criterios de política social
Una de las cuestiones de interés de los pliegos de condiciones redactados para este contrato es la introducción de criterios sociales en el caso de que se produzcan empates a la hora de valorar las ofertas de las empresas que entren en liza. Si bien la baremación premia en primera instancia la baja económica, en el caso de que dos o más empresas obtengan idéntica puntuación, la adjudicación se la llevará aquella con un mayor porcentaje de trabajadores con discapacidad o en situación de exclusión social, valorando el empleo fijo, así como el porcentaje de mujeres empleadas. Además, establece como condición especial de ejecución del contrato, que el personal que forme parte del equipo de elaboración del Mapa de Ruido y que tenga a su cargo hijos menores de doce años deberá tener la posibilidad de disponer de flexibilidad horaria para poder efectuar la entrega y recogida de los alumnos en los centros de enseñanza correspondientes.
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