“La ayuda de Manos Unidas siempre llega y permite dignificar la vida de familias desfavorecidas”
Campaña 65 “el efecto del ser humano”
Un misionero de Guatemala visita Almería para explicar proyectos en marcha gracias a los fondos que envía la ONG
Se reúne con los Grupos de Scout para sensibilizar sobre el cambio climático
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Manos Unidas ha lanzado su Campaña número 65 bajo el lema “El efecto ser humano”, en la que advierte a la sociedad española de la urgente necesidad de terminar con la injusticia climática que están sufriendo los pueblos más vulnerables. Precisamente para sensibilizar y concienciar sobre las consecuencias del cambio climático, de la importancia del ahorro energético, de llevar a cabo unos hábitos de vida sostenibles..., ha venido a la provincia de Almería Marlon Napoleón Salazar, un misionero laico de Guatemala que durante una semana se ha dedicado a trasladar el mensaje a los almerienses junto con representantes de Manos Unidas. Su misión en Almería no ha sido otra que dar testimonio del apoyo que ONG brinda en Guatemala y de la importancia de los fondos que le llegan para poder poner en marcha proyectos, así como hablar de la realidad de los efectos que pueden provocar las acciones del ser humano en el mundo, para bien o para mal.
Reuniones con los Scout, eucaristías en varias parroquias de la ciudad, entrevistas con los principales medios de comunicación y charlas con distintos grupos de población como por ejemplo con jóvenes estudiantes, han servido a este representante de la Asociación ACDEBI, que lleva casi diez años trabajando con la comunidad Chortí del lugar, para conocer cómo se trabaja en el primer mundo para combatir este tipo de fenómenos, cuáles son las consecuencias aquí y la grave dimensión que adquieren en las zonas empobrecidas. Como ejemplo, explica que “la falta de lluvia en estas zonas vulnerables provoca que no crezca la cosecha de huertos que se han construido con ayuda de Manos Unidas y que a día de hoy son una forma de desarrollo para muchas familias, además de una vía para el autoabastecimiento y la lucha contra el hambre. Así como también la gravedad de las riadas que arrasan las plantaciones y hacen que se pierdan las semillas que tanto esfuerzo ha costado adquirir”.
Doce meses para cambiar nuestro estilo de vida
Según datos de Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), se estima que entre 3300 y 3600 millones de personas viven en contextos considerados “altamente vulnerables” al cambio climático. Por ello, a lo largo de los próximos doce meses, Manos Unidas planteará propuestas de cambio en nuestro estilo de vida que pueden tener una gran repercusión en el cuidado del planeta: reduciendo el consumo de agua y energía; evitando el desperdicio de alimentos; reciclando o reduciendo las compras indiscriminadas. Cuestiones sobre las que Marlon Napoleón Salazar ha hablado con los estudiantes de varios institutos y colegios almerienses y a quienes ha intentado convencer de la tragedia que suponen para muchas poblaciones como la Chortí, de Guatemala, muchas de las acciones que hoy tenemos instauradas en nuestra forma de vida y que son muy dañinas.
Marlon ha sido el misionero invitado en esta ocasión por Manos Unidas Almería con motivo del inicio de la nueva campaña que la ONG ha puesto en marcha. Para él “Manos Unidas ha sido en la comunidad Chortí una luz en la oscuridad”. Como explica, “estamos promoviendo los huertos familiares, tratando de recuperar plantas y hortalizas nativas para que las dietas diarias de los niños pueda ser tres veces al día y luchar contra la desnutrición crónica. Las familias quieren herramientas para autogestionarse y sobrevivir de forma autónoma y digna, no quieren limosna de un día”, sentencia, orgulloso de lo que se ha logrado en estos años casi diez años de trabajo con tantas familias que hoy han conseguido sacarle rentabilidad a sus parcelas.
El misionero ha querido hacer hincapié en la importancia de la ayuda que Manos Unidas envía para poner en marcha o dar continuidad a los proyectos que han impulsado a estas familias para salir adelante. “Como asociación lo único que hacemos e la planificación del proyecto en las comunidades, un trabajo que enviamos a Manos Unidas y para el cual después recibimos los fondos para ejecutarlos. Tengo que decir que es impresionante el trabajo que realizan las delegaciones de la organización y el apoyo de los ciudadanos a las campañas que promueven. Como guatemalteco, como Chortí, como miembro de una asociación colaboradora con Manos Unidas, sólo puedo decir que todo el dinero que las personas donan a las campañas llega a las comunidades desfavorecidas y esto nos ha permitido dignificar a las familias con las que trabajamos”, asegura el misionero.
“Allí la agricultura es básica para la supervivencia”
Marlon Salazar explica que la Comunidad Chortí está al oriente de Guatemala, a 200 kilómetros de la capital. “Es un pueblo descendiente Maya, muy postergado de cualquier desarrollo. Para los gobiernos sus ciudadanos sólo son números que cuentan únicamente para los procesos electorales. Sus ciudadanos sufren el hambre y el cambio climático es uno de los fenómenos más dañinos, sobre todo teniendo en cuenta que se encuentran en las zonas de montaña más altas y donde depende de la lluvia para tener alimentos. Viven de la agricultura y en los últimos años han tenido muchas sequías prolongadas con una temperatura de entre 38 y 40 grados de temperatura, lo que ha provocado que las tierras estén muy erosionadas e infértiles. Allí la dieta diaria básica de las familias es el grano y si no pueden cultivar es cuando hablamos de esa inseguridad alimentaria que existe”. “Allí se vive escasez de alimentos, las comidas están racionadas a dos veces al día y los niños se ven obligados a trabajar a edades muy tempranas cogiendo café para ganar un jornal. La situación para las niñas es aún peor, pues no terminan los estudios porque tienen que trabajar en el cuidado de la casa y de sus hermanos. A los 14 o 15 años ya tienen su propia familia, con bebés que ya nacen con desnutrición crónica”. Con estas comunidades trabaja Marlon y su Asociación ACDEBI, que es la entidad que gestiona la ayuda de Manos Unidas allí y la que ha asesorado a la ONG sobre las necesidades de esta población y el proyecto adecuado para transformar la vida en esta región.
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