Mancheño, Hueli o Marchalico Viñicas, ya en el olvido
Hueli era una de las más de treinta pedanías con las que contaba Sorbas. A inicios de los ochenta, apenas cuatro casas quedaban habitadas, pero sus habitantes terminaron marchándose o muriendo. La falta de una carretera en condiciones pudo ser determinante para la despoblación de este núcleo. Lo mismo sucede con Mancheño, otro núcleo de Vélez Blanco que ya es fantasma. Está compuesto de algo más de treinta viviendas en las que se llegaron a aglutinar cerca de 100 habitantes. Una nevada en 1978 que los tuvo cinco días incomunicados terminó con las ganas de quedarse en esta población a los cinco habitantes que vivían por allí entonces.
Otra pedanía de Sorbas que vio como perdía toda su población es Marchalico Viñicas, como su propio nombre indica, una zona dedicada al cultivo de la uva. Su principal problema era la falta de agua, la que tenían no era potable. La misma suerte corrió Portocarrero, en la Comarca de Los Filabres. Cuando corría agua por la Rambla de Gérgal, su situación era privilegiada, pero se secó y eso fue causando bajas en el núcleo.
Antaño, localidades como Bacares, que daba hospedaje y trabajo a sus jóvenes y personas de pueblos vecinos gracias a la minería y la agricultura, se dirigen hacia un destino cuanto menos pesaroso. La localidad, que hace 100 años poseía 2.156 habitantes, hoy sólo cuenta con 247. Un halo de esperanza se abrió con la implantación de una residencia de ancianos, que ha atraído a jóvenes que antes había emigrado a Almería.
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