Luis Rogelio dimite: "No es un paso atrás, sino al lado"
El regidor renunciará a su acta en el pleno del jueves después de 24 años en el Ayuntamiento, los últimos 12 como alcalde Su candidatura al Senado hace incompatible el bastón de mando
La de ayer fue la crónica de una dimisión anunciada, aunque se hiciera mediante convocatoria de urgencia después de un largo fin de semana de meditación. Luis Rogelio Rodríguez-Comendador dejará de ser alcalde de Almería en el pleno extraordinario que se celebra este jueves para concurrir como candidato al Senado por el criterio de incompatibilidad que ha impuesto el PP andaluz. Una persona un cargo, una consigna que se viene repitiendo desde la conferencia política del verano, posibilitará al regidor almeriense una marcha que venía sopesando desde la legislatura anterior. Así se lo trasladó, una hora antes de hacer público que renunciará a su acta, a los partidos políticos con representación municipal en la junta de portavoces. Antes estuvo con el secretario general atando cabos y cerrando los flecos de un proceso de relevo en la Alcaldía por el que será investido el 28 de noviembre su sucesor y actual concejal de Urbanismo, Ramón Fernández-Pacheco, una vez que Ciudadanos ya ha comunicado que la hará posible mediante su abstención. Una secuencia con dos hitos plenarios este mes a los que seguirá una reestructuración del equipo de gobierno que va a suponer, tal y como reconoció el alcalde saliente, "el punto final al tiempo que he permanecido al frente del Ayuntamiento", nada menos que cuatro mandatos en los que ha presidido gobiernos de mayorías absolutas y bipartitos, pero también a otros doce en los que fue concejal en la oposición.
El alcalde manifestó ayer, en el salón de plenos rodeado por la docena de concejales con los que ha gobernado apenas seis meses, que la renuncia a la Alcaldía se ha "anticipado" a su previsión inicial debido al reciente anuncio del PP andaluz de que no será posible compaginar cargos para evitar las duplicidades de los que tienen el bastón de mando y aspiran a un escaño en las Cortes Generales. "Mi personación formal como candidato al Senado va a hacer incompatible mi permanencia a la Alcaldía", señaló Luis Rogelio Rodríguez, para matizar después que es una "decisión política y personal". De hecho, el senador electo ha sido el primero de los que se enfrentan a la duplicidad de cargos públicos en presentar su dimisión, mientras que otros siguen deshojando la margarita sin ponerle fecha a su salida. Los estatutos del partido no recogen la incompatibilidad de los cargos ni tampoco la ley, como sí ocurre en el Parlamento de Andalucía del que se tuvieron que apear seis alcaldes del PP en la recta final de la legislatura anterior por una ley electoral autonómica avalada por el Tribunal Constitucional. Los populares se han caracterizado en las últimas citas con las urnas por aprovechar el tirón electoral que tienen sus alcaldes y ahora, sin embargo, los aparta. Empieza a interiorizar la imposición de una nueva realidad social por la que resultará cada vez más difícil compatibilizar más de un cargo institucional e incluso orgánico. Pero no todos están a favor y más de uno tratará de aprovecharse de las lagunas de un directiva sin demasiada determinación. Junto al de Almería tendrán que dejar su acta en Huelva los alcaldes de Valverde, Loles López, secretaria general del PP, y el de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, que ni siquiera han hablado aún de su salida. En Málaga concurrirá al Congreso como cabeza de lista del PP, José María García Urbano, que es alcalde de Estepona y está haciendo todo lo posible por no soltar el bastón de mando. El de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, ha sido el único en hacer público el anuncio de su marcha que tendrán que concretarse en los próximos días. En Cádiz, sin embargo, el regidor de Algeciras, José Ignacio Landaluce, trata de esquivar la incompatibilidad con una maniobra por la que cambia su escaño en el Congreso para ser candidato al Senado como si en la Cámara Alta no se computara la misma duplicidad de cargos. Y el de Vejer, José Ortiz, tampoco ha previsto su renuncia avalado por el censo de población inferior a los 20.000 habitantes. Es lo que ocurre con el de Gádor, Eugenio Gonzálvez, pendiente de si esta consigna de los populares se hace extensible a todos los municipios o si se mantiene para los grandes. En Granada, por ejemplo, habrá dos renuncias pero no serán en los ayuntamientos, Ana Gámez deja una delegación de la Junta, como la socialista Sonia Ferrer en Almería, y Santiago Pérez hará lo mismo con la Subdelegación del Gobierno.
Rodríguez-Comendador no ha querido centrar el análisis de su salida en las incompatibilidades y argumentó que "no se trata de un paso atrás, sino de un paso al lado para dejar que los ciclos naturales impongan su propio ritmo y que el servicio público se actualice con nuevas fórmulas y modelos". A juicio del aún alcalde, "una nueva generación reclama con justicia, dentro y fuera del Ayuntamiento, su necesario papel protagonista". Renovación por la que dejará el equipo de gobierno en manos del primer teniente de alcalde, Fernández-Pacheco, del que expuso que "es la persona que mejor concita los intereses para ser el alcalde de todos los almerienses y al que voy a prestar toda mi ayuda".
No pudo contener Luis Rogelio las lágrimas después del abrazo del que fuera su mano derecha y vicepresidente de la Diputación, Javier García, al hacer balance de las cuatro legislaturas al frente del consistorio. "Ser alcalde ha sido un privilegio, mi gratitud hacia cuantos me han acompañado en este camino y a los que yo ahora, desde otra responsabilidad, voy a acompañar en el supremo afán de servir a todos los ciudadanos". El acta del alcalde pasa a Juan José Segura, si bien será Fernández-Pacheco el que determine, ya en diciembre, la reestructuración.
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