Cuando la Legión volvió a la guerra

Fuerzas Armadas

25 aniversario del despliegue en Bosnia

Era la primera misión internacional y marcó su historia

Edificios completamente destrozados por la metralla y los bombardeos. / Diario De Almería

La Legión cumplirá a finales de mes 98 años de historia, después de ser creada por el Real Decreto del 28 de enero de 1920 por el entonces ministro de la Guerra José Villalba Riquelme con el nombre de Tercio de Extranjeros. Nació para hacer frente a la dureza de los combates del Rif (Marruecos) y después vinieron la Guerra Civil, la de Ifni -con el trágico episodio de la XIII Bandera en Edchera el 13 de enero de 1958- y la Marcha Verde del Sáhara. Los legionarios entraron en combate por primera vez en enero de 1921, cayendo el cabo Baltasar Queija de la Vega en Beni Hassan, el hecho que inspiró la letra del Novio de la Muerte, y se mantuvieron en el frente hasta los años setenta. Después vino un periodo de paz, adiestramiento y reajustes internos, como los del reclutamiento, cuando peligraba su continuidad. Y entonces llegó Bosnia para marcar un antes y un después en su historia. La Legión volvió a la guerra y se convirtió en un referente del ejército español. Había muchos soldados jóvenes que no habían escuchado un tiro de verdad en su vida, sólo habían sido desplegados en maniobras. Y en su camino se cruzó el teatro de operaciones internacionales más complicado. La Resolución 776 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue un hito para la Legión. En su intento de acabar con la primera contienda en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, la de los Balcanes, recurrió a una unidad que parecía estar condenada a su desaparación.

Lo reconocía el propio general Francisco Javier Zorzo en un seminario sobre misiones internacionales en Almería: "La Legión estaba en entredicho con la amenaza real de disolución si hubiéramos fallado". Pero no fue así, sino todo lo contrario. Un año después del despliegue recibieron el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional a los entonces 'cascos azules' de Bosnia y el cariño de la población aún se mantiene, también el recuerdo de los 24 fallecidos, con la plaza de España en Mostar sobre la antigua línea de frente bélico de la ciudad. Las encomiendas desde entonces se han ido sucediendo y unidades de la Legión han formado parte de 24 contingentes desde 1992. En la actualidad hay dos despliegues en Mali e Irak de los efectivos de la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, la más joven del Ejército de nuestro país asentada desde 1995 en el cuartel general de Viator.

La primera a Bosnia fue de las misiones de paz más difíciles de Naciones Unidas para garantizar la llegada de ayuda humanitaria a la población. España sólo había enviado observadores de paz de la ONU en África y Centroamérica a finales de los ochenta, pero no se había enfrentado nunca a un conflicto bélico. Entre noviembre de 1992 y septiembre de 1993 se desplegaron dos agrupaciones, la Málaga y la Canarias, más de dos mil hombres en una aventura que no esperaban. La primera rotación embarcó en el puerto de Almería en noviembre del año de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona con el objetivo de mantener infraestructuras vitales para la población como la arteria señalada por el río Neretva. Pasó de denominarse ruta de la muerte a ruta de la vida y los españoles. La segunda llegó en abril de 1993 y fue más convulsa al mediar entre milicias de un país desgarrado por el fanatismo. Supuso el bautismo de fuego de la Legión después de años de estabilidad y consolidó su potencial y capacidades militares.

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