El Jairo Ruiz, desvalijado de servicios, sin agua caliente y apenas monitores
Almería
En la picota junto al Rafael Florido y el José A. Segura, gestionados por la misma empresa
Supera, la empresa concesionaria del Complejo Deportivo Municipal Jairo Ruiz cerraba, en marzo del pasado año, la piscina dentro de un plan nacional de recortes de gastos derivado del incremento de los costes energéticos y del caos que en el sector sembró la pandemia. Pero el panorama no ha hecho más que empeorar y la lista de deficiencias ha desvalijado de servicios tan básicos como disponer de agua caliente a esta infraestructura deportiva, en la picota junto al Rafael Florecido y al Pabellón José Antonio Segura, del barrio Araceli. Tres propiedades del Ayuntamiento de Almería gestionadas por la misma empresa que arrastra considerables pérdidas.
Los usuarios del Jairo Ruiz, principalmente de Los Ángeles y Colonia Araceli, creen que el límite de la paciencia, con recibos que pagan religiosamente, ha llegado a su término. El panorama que describen les da la razón y las hojas de reclamaciones se llenan desde meses atrás en el centro deportivo, en el que escasean los monitores. Según denuncian, el contar con ellos es casi una “sorpresa”, ya que en numerosas ocasiones no disponen de esta esencial figura que les dirija en las clases, como tampoco de la piscina ni de la sauna.
Dos elementos que, a tenor de las quejas, son vistas ya como un lujo de otros tiempos. La mitad de los vestuarios disponibles está cerrada y las duchas del que se encuentra en uso, en su mayoría, fuera de servicio. El colmo –manifiestan– es que no hay agua caliente. “Si encuentras grifos que funcionan, te puedes lavar las manos, pero todo el cuerpo, sin agua caliente, es otra cosa”, protesta Ángel Lao, uno de los usuarios firmantes de un escrito de quejas, que se suma a 200 rúbricas recogidas con anterioridad.
Uno de los servicios que permanece cerrado a cal y canto es el reservado para personas con discapacidad o movilidad reducida, si bien la luz del mismo permanece encendida 24 horas, todos los días, un “desperdicio” que no entiende otra usuaria, al igual que el “agua que pierde una de las duchas rotas”.
A este caos, agregan la necesidad de mejorar la limpieza, ya que el personal contratado para ello “solo va los lunes. Andas y se te quedan las suelas pegadas como si fuera chicle”, describen, bromeando con que la baja intensidad de la iluminación pueda deberse a que “no quieran que veamos la ñorda que hay”.
Las quejas en el Rafael Florido Rafael Florido son similares y llegan al Ayuntamiento de Almería también desde el Pabellón José Antonio Segura. Estas tres instalaciones forman parte, según ha explicado el concejal de Deportes, Juan José Segura, de una misma concesión, entregada a Supera en febrero de 2006 y que aún se mantiene por una prórroga de cinco años, contemplada en el contrato, que le fue concedida y aún está vigente.
La situación a la deriva de estas instalaciones está siendo “muy seguida” por el Ayuntamiento, que ha incoado expedientes sancionadores por la ausencia de servicios y falta de mantenimiento que son considerados por los técnicos municipales incumplimientos contractuales a los que les corresponderá, a su término, penalizaciones económicas. El futuro de estos centros deportivos está siendo negociado a la espera de la marcha de Supera y el inicio de una nueva concesión.
Segura: “La empresa nos está haciendo un daño impresionante”
La situación económica que arrastra Supera le está afectando al Ayuntamiento de Almería ya que, como admite el concejal de Deportes, Juanjo Segura, los usuarios, aunque sean conocedores de que estás instalaciones están gestionadas por una empresa, “ven en el cartel centro municipal” por lo que las quejas se dirigen también directamente al Consistorio. “Nos está haciendo un daño impresionante”, afirma el edil, quien explica que, al tratarse de un concesión, “el Ayuntamiento no puede entrar sin más” y recuperar las riendas del centro. El responsable municipal considera que el Patronato “está haciendo todo lo que puede” en referencia a los expedientes sancionadores incoados por incumplimiento de los servicios contratados. La rescisión de esta relación contractual no parece estar a la vuelta de la esquina y la postura por la que se inclina el Ayuntamiento, que mantiene contactos con la empresa, es la de esperar la salida de la misma sin agotar la prórroga que vence en el año 2026, reconociendo que “están haciendo servicios mínimos”.
Además de inspecciones y expedientes sancionadores, el Ayuntamiento está trabajado en la confección del proyecto deportivo y pliegos para sacar de nuevo a concesión las tres instalaciones y entregar la gestión a una nueva empresa.
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