Investigan la meningitis que causó la muerte a una joven

Hasta el momento sigue siendo una incógnita la tipología de meningitis que ocasionó el fallecimiento de una joven de 19 años el pasado martes y que no fue detectada por los médicos hasta una tercera revisión. El departamento de Salud Pública de la Delegación provincial de Salud ha abierto una investigación para determinar el tipo de germen que dio lugar al trágico desenlace.

En un primer momento la chica acudió al servicio de Urgencias de la Bola Azul donde presentaba dolores de cabeza y malestar físico. El reconocimiento médico dio como resultado una faringitis. Un día después, el pasado domingo, el estado de salud de la joven empeoró y la familia decidió acudir al Centro de Alta Resolución de El Toyo.

Fue en este hospital donde según fuentes de la Delegación de Salud, los facultativos advirtieron de que la infección había evolucionado hacia síntomas que podrían ser compatibles con la meningitis. Ante esta situación los médicos de El Toyo decidieron derivarla hasta el Hospital Torrecárdenas, donde permaneció ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en estado de coma cerebral ocasionado por el germen. Tras conocer las causas de la muerte y como medida de precaución, Salud activó el protocolo preventivo que aplica en estos casos que consiste aplicar a todas las personas del entorno de la víctima la quimioprofilaxis.

La medida consiste en suministrar un antibiótico que si se aplica en la fase apropiada destruye por completo el germen y reduce al 0% el riesgo de infección y contagio a otras personas. Expertos informaron de que existen básicamente dos grandes grupos de meningitis. Las producidas por virus que habitualmente tienen un curso benigno, las cuales no requieren tratamiento antibiótico y excepcionalmente dejan secuelas. En segundo lugar existen las producidas por bacterias que son graves y que requieren tratamiento medico precoz. Estas pueden dejar secuelas incluso producir la muerte.

Una variedad son las llamadas Sepsis Fulminantes que además de la inflamación de las meninges se produce una invasión sanguínea por parte de dichas bacterias causando una catástrofe orgánica que puede causar la muerte dado la rapidez y agresividad en la instauración de los síntomas.