"Hoy no se entendería la Legión sin Almería"
"Somos diferentes al resto de las unidades del Ejército, tenemos nuestro propio credo con el que queremos ser la más sacrificada y abnegada, la punta de vanguardia al servicio de España"
ALMERIENSE de adopción nacido en Melilla. El jefe institucional de la Legión, el general Martín Cabrero, tiene abuelo paterno nacido en esta provincia, casa en Aguadulce desde hace veinte años y cuenta con abono del Almería para la próxima temporada. Siempre ha estado ligado a la Legión que hoy dirige, como comandante en sus inicios y teniente coronel jefe de Estado Mayor que lideró el Cuartel General de la Brigada Multinacional Este Líbano I. Misión que se suma a otras tantas por el mundo como las de Angola, Bosnia, Kosovo y Afganistán donde ha visto imágenes que nunca se le olvidan a uno como el intercambio de cadáveres entre bandos e incluso como una explosivo acababa con la vida de los compañeros que viajaban en el vehículo de delante. Amante de la novela histórica disfruta con sus largos en las playas almerienses y también de sus carreras a primera hora de la mañana. Nos recibe en la Jefatura de la Brileg, unidad del Ejército que idolatra y admira y en la que seguro dejará su impronta.
-Con su nombramiento, en los cuatro últimos años han sido tres jefes que han estado al frente de la Brileg. De hecho, el mando de estad unidad suele ser de un periodo de 2-3 años. ¿Qué se pretende con la rotación frecuente? ¿No darían más estabilidad menos relevos?
- La rotación en el mando de unidades es habitual desde hace bastantes años. Como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes. Usted ha citado un inconveniente, que es la posible falta de estabilidad, pero la rotación de personal beneficia el impulso de las nuevas ideas y evita el estancamiento de una unidad. Otra cosa diferente a valorar sería si 2-3 años es el tiempo apropiado o no. En esto, también hay opiniones de todo tipo. No obstante, el tiempo máximo posible serían cuatro años que es lo que permite la Ley para un General al mando de una brigada.
- Lleva sólo unos meses, pero después de su responsabilidad al frente de los Regulares de Melilla está más que capacitado para hacer un diagnóstico de los déficits de la Brileg. ¿Tiene hoja de ruta?
- Mi experiencia al mando de los Regulares de Melilla me ha sido muy útil y fue extremadamente gratificante. La Brigada de La Legión lleva muchos años siendo una unidad de referencia en nuestro Ejército, dispone de personal muy preparado, en permanente disponibilidad, con el material y equipo más moderno y con un espíritu expedicionario, pero siempre hay aspectos mejorables que son los que tenemos que trabajar ahora. Actualmente, hay que hacer más con menos. Tenemos que poner imaginación para, con menos recursos (en el Ejército se contemplan como créditos), continuar manteniéndonos en condiciones de ser empleados en cualquier momento.
- La Legión es también una de las unidades con mayor estima dentro y fuera del país, de ahí que se le reconociera, por ejemplo, con una Plaza de España en Bosnia. ¿Cree que con el paso de los años se ha materializado ese sueño legionario de ser la mejor unidad?
- Si bien reconozco que, afortunadamente, La Legión es querida y estimada dentro y fuera de España, a nosotros no nos gusta decir que somos los mejores y, además, no somos quienes tenemos que valorarlo, pero sí somos diferentes al resto de las unidades del Ejército porque La Legión tiene su Credo con el que quiere ser la unidad más sacrificada, la más abnegada, la más dura, la entregada en cuerpo y alma al servicio de España y queremos ser empleados como punta de vanguardia, que fue la razón de ser de nuestra creación en 1920 para ahorrar vidas de los nacionales cuando La Legión era un cuerpo de voluntarios. Tenemos una personalidad especial, una idiosincrasia muy particular, un espíritu de Cuerpo muy marcado, que hace que los legionarios se sientan orgullosos de pertenecer a nuestra unidad. Esto, como en cualquier organización, es un multiplicador del rendimiento obtenido.
- Hay, sin embargo, capítulos recientes de carácter negativo como el legionario detenido en Ronda por malos tratos en Irak en 2004. ¿Pueden empañar su trayectoria?
-Primero hay que valorar si es cierto, la causa está abierta y nosotros no sabemos cómo acabará judicialmente. Sin irme a este caso concreto de Irak, es evidente que siempre hay aspectos negativos en cualquier ámbito de la sociedad, no hay nada más que ver como está España, pero siempre que surge un comportamiento negativo se tienen que tomar medidas disciplinarias. Si alguien mete la pata lo tiene que pagar como en la vida civil, aquí no se va a ocultar a nadie que haya cometido un error.
- Ha iniciado una ronda de contactos con las autoridades de la provincia. ¿Es uno de sus objetivos abrir la Brileg a la sociedad?
- A pesar de ser una de las instituciones más valoradas por los españoles, seguimos siendo una de las más desconocidas. Los españoles no conocen lo que sus militares hacen día a día, y eso no es bueno, ni para el Ejército, ni para España. No hay nada que ocultar y somos parte de la sociedad. Cada uno de los legionarios es un conciudadano más de la provincia en la que vive, tanto aquí en Viator como en Ronda. Estamos seguros de que mientras más conocimiento tenga la sociedad española sobre el trabajo que desarrollan sus militares dentro y fuera de España, las Fuerzas Armadas serán más valoradas todavía. Y ese es el reto actual, dar a conocer a la sociedad española el trabajo de sus militares, empezando por las reuniones institucionales con las autoridades civiles, las visitas de algunos colegios a nuestras instalaciones o por las relaciones con la Universidad de Almería y la de Granada o con los medios de comunicación, como es el caso del seminario de periodistas.
- La Legión y Viator es una alianza que va camino de las dos décadas. ¿Qué significado tiene para el Ejército el vínculo que se puede forjar con una tierra? ¿Qué aporta la Legión a Almería y viceversa?
- Gracias a mi primer paso por la Brigada de La Legión como comandante en su Cuartel General puedo hablar en primera persona porque viví los primeros años de La Legión en Almería. Cuando llegamos había una pequeña reticencia de una parte de la sociedad almeriense, pero cuando pasaron varios años y nos conocieron, la relación empezó a estrecharse y actualmente creo que no me equivoco si afirmo que, celebrándose el año que viene los veinte años de la creación de la Brigada de La Legión en Viator, no se entendería La Legión sin Almería, ni Almería sin La Legión.
- ¿En qué ha cambiado la provincia que conoció de la de hoy?
- Soy de Melilla, pero tengo que reconocer que desde que vine de comandante en 1996 soy almeriense de adopción, roquetero de Aguadulce dónde me compré una casa. Estuve como comandante y también como teniente coronel y ahora de general. La evolución de Almería la he visto enormemente y uno de los principales reflejos sería la capital. La transformación de la Rambla fue espectacular, no tiene nada que ver la de ahora con la de hace 19 años, parece que estás en otro sitio. Y Aguadulce que es donde vivo también ha ganado mucho. Esta provincia se ha situado en un nivel muy alto dentro de España. Las playas que tenemos en Almería es difícil encontrarlas en cualquier otro sitio y los almerienses son personas muy agradables. Me siento ya muy de aquí, estoy absolutamente integrado y creo que todos los cuadros de mando que vienen de fuera me dicen estar muy a gusto en Almería. Eso sí, en infraestructuras de transporte no hemos ganado nada, lo del AVE sigue siendo un desastre, una pena para los que tenemos que desplazarnos a Madrid por motivos de trabajo y encontramos graves dificultades con el tren.
- El jefe de la Futer decía hace unas semanas que Andalucía está cobrando peso estratégico en las Fuerzas Armadas. ¿Qué peso podríamos decir que La Legión?
- En el seno de las Fuerzas Armadas, La Legión es una unidad altamente preparada y en permanente disponibilidad y tiene un gran prestigio. Vivimos con orgullo que el mando cuente con La Legión y suela utilizarla como primera unidad en desplegar en un nuevo escenario. Por tanto, la importancia de La Legión para las Fuerzas Armadas es muy alta. En cuanto a Almería, el hecho de disponer de la base militar en Viator, a diez minutos de un aeropuerto y a veinte de un puerto, ambos de gran capacidad, es un aspecto estratégico muy importante a la hora de la proyección de una unidad a cualquier lugar del mundo.
-En los últimos meses se ha puesto en valor el papel de la UME ante catástrofes y emergencias, pero también La Legión ha sido partícipe de todo tipo de dispositivos cuando la sociedad más lo necesitaba. ¿Qué tiene que ocurrir para que los legionarios presten su colaboración? ¿Cuál es el procedimiento?
- Las Fuerzas Armadas en general, y La Legión en particular, tienen como una de sus misiones, para las que se preparan dentro de su exigente plan de adiestramiento anual, el apoyo a las autoridades civiles ante catástrofes o calamidades. Actualmente, la UME que creó el anterior Gobierno tiene este apoyo como misión fundamental, pero no quiere decir que el resto de las FAS no realicen esta misión. De hecho, en los últimos acontecimientos desgraciados que han ocurrido en los alrededores de Almería, La Legión ha sido la primera en acudir en ayuda de la población (inundaciones de Vera y Pulpí, terremoto de Lorca...) Lo normal para pedir su intervención es hacerlo a través del Ministerio de Defensa que hace el encargo a la Brigada de la Legión o a la UME. Tenemos plena disposición, estamos para resolver problemas.
- A la hora de abordar la preparación de unidades para participar en misiones internacionales, ¿qué aspectos se tienen en cuenta?
- La preparación de las unidades es una tarea diaria dentro de un plan anual que hacemos en el que se abarcan todos los aspectos como combate convencional, en poblaciones y en el momento que se prevé que vamos a salir a una misión concreta con tiempo suficiente se orienta a esa operación. Comienza una preparación específica en la que se estudia la población autóctona, sus costumbres, el conflicto existente en detalle, el terreno de forma exhaustiva, pero lo importante es el adiestramiento diario porque no sabemos dónde vamos a ir y podemos salir en cualquier momento tenemos que estar preparados de forma genérica para cualquier misión.
- La vuelta a casa requiere también preparación psicológica...
- Nosotros en todas las misiones tenemos un equipo sanitario en el que va incluido un psicólogo que te ayuda en momentos de debilidad porque no hay que olvidar que todos tenemos en la retaguardia a nuestras familias, mujeres, padres e hijos. Durante las misiones a veces tenemos que evacuar a personas por problemas que pueden tener ellos o porque los tienen las familias que suele ser lo más común. En mi experiencia no he conocido a nadie que haya tenido problemas en la vuelta a casa, no he vivido los episodios de los americanos cuando volvían de Vietnam.
- Después de trabajar codo con codo con varios ejércitos y unidades de diferentes países, ¿cuál ha sido el que más le ha sorprendido por sus capacidades y valías?
- Cada ejército tiene sus particularidades; unos tienen mejores medios, otros mejores procedimientos, otros personal mejor instruido, pero sería difícil destacar a un ejército en particular. No queremos parecernos a los americanos porque tenemos una idiosincrasia que ellos no tienen. Si nos gustaría tener los medios que ellos tienen. Pero sí le puedo decir, que el ejército español está perfectamente preparado para cualquier misión. Allá donde ha participado ha sido distinguido positivamente por el trabajo realizado. Tenemos unas Fuerzas Armadas muy preparadas y a la altura de las mejores.
- ¿En qué ha cambiado el ejército al que entró del que existe hoy?
- Nuestras FAS han mejorado de una manera muy considerable en los últimos 30 años. El soldado, elemento esencial del mismo, es ahora profesional, por lo que está mucho mejor preparado que el soldado de reemplazo que yo conocí que llevaba un fusil y cuatro cargadores. Respecto a los materiales, hemos evolucionado en las nuevas tecnologías conforme lo ha hecho la población civil, los medios y los equipos son modernos y sofisticados y requieren de una alta preparación técnica.
- El nuevo Rey Felipe VI es una persona que siempre ha tenido como su padre y abuelo un fuerte vínculo con La Legión. ¿Cree que se estrechará más esa unión? ¿Cómo valora la sucesión?
- Nuestra vinculación con la Casa Real comienza con el Rey Alfonso XIII, que da nombre a nuestra Brigada por haber sido el que firmó el Real Decreto de creación de La Legión en 1920. El Rey Juan Carlos I nos visitó en varias ocasiones. incluso en la creación de la brigada en 1995 y al año siguiente al darle el nombre de su abuelo, y siempre ha mostrado un cariño especial a La Legión. El Rey Felipe VI también nos visitó como heredero de la Corona en varias ocasiones y, al igual que su padre, ha mostrado siempre un gran respeto y preocupación especial por esta unidad. En cuanto a la sucesión, creo que ha sido una prueba de normalidad dentro de una monarquía constitucional como la nuestra.
- La base vivió hace unos años uno de sus episodios más negros con la muerte de tres artificieros. ¿Se han tomado medidas para evitar este tipo de accidentes?
- No estaba aquí pero lo viví profundamente desde lejos porque un legionario aunque se marche siempre está aquí. Los militares tenemos que trabajar con explosivos, armamento y munición real si queremos estar bien preparados para cualquier operación militar. La preparación debe hacerse aquí, en las operaciones las misiones son reales y nos jugamos la vida, hay que ir preparados, y para ello hay que instruirse de la forma más real posible. Pero, como comprenderá, tomamos todas las medidas de seguridad adecuadas para evitar accidentes pero, como en cualquier otro ámbito, ocurren y más, si habitualmente trabajas con materiales peligrosos.
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