Ana Julia sacó a Gabriel de un pozo y lo llevaba a su casa de Vícar
La novia del padre se convirtió en pieza clave de la investigación cuanto encontró la camiseta con ADN del niño.
Madrid/"¡No he sido yo, he cogido el coche esta mañana!". Y estaba en lo cierto. Lo cogió esa mañana, pero los agentes de la UCO ya sabían para qué. Boca abajo y sobre el capó, la actual pareja de Ángel Cruz, padre de Gabriel, exclamaba su versión. Pero Ana Julia Quezada ya había quedado retratada. Fue fotografiada por los agentes esa misma mañana cuando intentaba cambiar de lugar el cadáver de Gabriel Cruz. Al final, se derrumbaba. Confesó. Lo hizo en público. "He sido yo, te quiero", dijo dirigiéndose al pequeño, aún en el maletero, según varios testigos presenciales de la calle Horacio de la Puebla de Vícar, vía paralela a donde se sitúa la casa en la que venía viviendo Ana y posee una cochera.
La detenida participó en muchas de las batidas de la búsqueda de Gabriel e incluso estuvo presente en la manifestación del pasado viernes, llevando, como el resto, la camiseta de Todos somos Gabriel. No ha tenido reparo alguno en exponerse a los medios y a una sociedad que pedía, como ella, la 'liberación' del pequeño. Ana fue interrogada el pasado viernes por la Guardia Civil. Quizás, el nerviosismo, precipitó sus movimientos.
Este domingo, cuando se cumplían trece días desde la desaparición de Gabriel, Ana salió temprano de casa. Lo hizo en uno de los dos automóviles a los que se ha visto utilizar durante los trece días de búsqueda. Eligió el gris. Como si tuviera alguna intención de despistar a alguien, parecía circular sin rumbo concreto por el término municipal de Níjar, haciendo zig-zag en torno a la pedanía de Las Hortichuelas.
A Ana la estaban siguiendo. Pasó a ser pieza clave de la investigación para los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil cuando encontró la camiseta con ADN del pequeño Gabriel cerca de la depurada de Las Negras, a tres kilómetros del lugar de la desaparición.
El trayecto aturdido de Ana terminó en un pozo del término municipal de Rodalquilar, a escasos siete kilómetros de Las Hortichuelas y dentro de una finca de familia. Entonces, según apuntan fuentes cercanas a la investigación, sacó una manta del automóvil, entró al pozo y salió con un bulto. La Guardia Civil siguió el recorrido. El objetivo de Ana era llegar su casa, en Vícar, un municipio del Poniente almeriense a una hora de Las Hortichuelas. Allí ha venido compartiendo vivienda con Ángel Cruz, padre del pequeño, desde hace en torno a un año. Pero no le dio tiempo a entrar. Los agentes de paisano de la UCO interrumpieron su trayectoria, abrieron el maletero y confirmaron que el cadáver de Gabriel Cruz estaba en el interior.
Ana quedaba detenida como presunta responsable de la muerte de Gabriel y era conducida a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, mismo lugar al que fue trasladado el pequeño Gabriel, cuyo cuerpo finalmente fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Almería para que le fuera practicada la autopsia.
La investigación sigue abierta. De hecho, el propio Juan Ignacio Zoido, ministro de Interior, presente de forma mediática durante estos días en el proceso de búsqueda, ha pedido respeto para la continuación de las pesquisas: "Estamos en horas fundamentales de la investigación, de ahí la importancia de que se respete ese trabajo minucioso que viene desarrollando la Guardia Civil desde el momento en que se supo la desaparición del niño y que no entorpezcan las investigaciones".
Ana Quezada pasó a ser noticia el sábado 3 de marzo. Encontró, mientras paseaba con su pareja, una camiseta de manga corta blanca que decía ser de Gabriel. Resultaba raro, el barranco del Águila, cerca de la depuradora del núcleo de Las Negras, ya había sido rastreado en varias ocasiones. La detenida llegó a sufrir daños al abalanzarse a por la camiseta. Aunque, en todo momento, precisaron que nadie tocó la prenda para no contaminar la zona.
Días después, el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil afirmaba que la camiseta tenía ADN de Gabriel. Pero ahí se quedó el mensaje. Quizás, no proporcionaron más información porque no interesaba. Había que despistar. Aunque era evidente que si fue Ana quien vistió a Gabriel el día de la desaparición, la prenda debería llevar también su ADN. Sin embargo, lo único que se argumentó fue que "la camiseta arrojaría más información".
Y sí. Ha sido clave por todo. Llevó a los agentes a fijar aún más su atención en Ana, la mujer que transportaba a Gabriel en su maletero en el momento de ser detenida por los agentes de paisano de la UCO.
La búsqueda de Gabriel Cruz ha movilizado, durante los 13 días de rastreo, a 1.500 profesionales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a más de 2.500 voluntarios. Un movimiento sin precedentes en la historia de los rastreos por desaparición.
Gabriel inició un recorrido de 100 metros que nunca terminó
La abuela paterna de Gabriel Cruz vive en Las Hortichuelas, una pedanía del municipio de Níjar. El hijo de Ángel y Patricia, de apenas 8 años, solía pasar varios fines de semana al año en la barriada nijareña. Tras pasar la mañana con sus primos, Gabriel regresó a la casa. En ella estaban su abuela y Ana. Nada más comer, le dijo a su abuela que quería volver a casa de su tía Rosita para reanudar los juegos. En torno a las 15:30 horas del 17 de febrero, Gabriel cogió la puerta, inició el camino de 100 metros que separan las dos casas... y nunca más se supo de él. Desde entonces, 13 días de búsqueda sobre un radio de 12 kilómetros en torno al lugar de su desaparición. Pero Gabriel no ha estado solo, ha recibido el apoyo de toda España. Ha hecho famoso el apodo de 'pescaíto' debido a su pasión por el mar. Las redes se han inundado de mensajes plasmados sobre peces, una iniciativa que los familiares quisieron lanzar a la sociedad.
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