Greenpeace despliega esta pancarta en el Cable Inglés de Almería aunque les ha durado poco
Almería
La Policía retira el mensaje contra una de las acciones del Ayuntamiento de Almería
Activistas de Greenpeace, Ecologistas en Acción y el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) han desplegado esta mañana una pancarta de 15 metros en el Cable Inglés de Almería para criticar la falta de ambición de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y que ha sido rápidamente retirada por la Policía Portuaria.
Con el mensaje “Zona de Bajas Emisiones sí, chapuzas no”, las organizaciones quieren llamar la atención sobre la ordenanza de la ZBE, aprobada inicialmente en pleno y que actualmente se encuentra en proceso de revisión de alegaciones por parte del Ayuntamiento. Consideran que la norma presentada actuará sobre una zona en la que no se concentra el mayor número de desplazamientos en coche y, por consiguiente, parece ser más una fórmula para “cumplir con la obligación” impuesta por la Unión Europea que una herramienta que pueda tener una repercusión real en la salud ambiental y de las personas de la ciudad.
Tal y como establece la Ley de Cambio Climático y Transición Energética los principales objetivos de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son la reducción de emisiones derivadas de la movilidad, la reducción de contaminación acústica, el cambio en el reparto modal hacia una movilidad activa y la recuperación del espacio público actualmente conquistado por la movilidad a motor. Sin embargo, la ZBE propuesta por el Ayuntamiento de Almería no cumple dichos objetivos.
Por un lado, porque la zona establecida no se corresponde con las zonas de mayor tráfico de la ciudad. Es una zonificación que no aborda eficazmente los puntos críticos de tráfico en Almería y que deja fuera de sus límites las zonas con mayores problemas de contaminación del aire y concentración de emisiones, como el Paseo o la Rambla. Por otro lado, porque las medidas propuestas por el Ayuntamiento para la ZBE deja fuera la Vía Parque (Nicolás Salmerón), calle que recoge la mayor parte de la contaminación por tráfico de la zona, pues el tráfico interior de las calles incluidas en la ZBE es reducido. Esto hace improbable por tanto, que la medida sea efectiva para la reducción de la contaminación tras su implantación.
“Las Zona de Bajas Emisiones deberían ser una herramienta efectiva para mejorar la calidad del aire y proteger la salud de la ciudadanía. Sin embargo, la propuesta actual parece ser más un esfuerzo para cumplir con las obligaciones europeas que un compromiso real con la reducción significativa de emisiones", ha declarado Luis Berrraquero, coordinador de Greenpeace en Andalucía.
Las organizaciones critican por otro lado, que el propio Ayuntamiento haya manifestado abiertamente, en más de una ocasión, que la ZBE está diseñada para "no molestar" a los vecinos, y haya excluído el centro de la ciudad y las zonas con mayor afluencia de tráfico sin ni siquiera imponer ninguna restricción para la circulación en la zona delimitada como ZBE. Las tres organizaciones ecologistas señalan que esta visión subestima la realidad del problema de contaminación que sufre la ciudad y minimiza la urgencia de abordar una reducción efectiva de las emisiones en un escenario de emergencia climática cada vez más incuestionable.
“Aquí somos todos vecinas y vecinos de la ciudad de Almería, y queremos dejar claro que no nos están haciendo ningún favor al descartar la gravedad del problema; más bien están poniendo en riesgo nuestra salud al no abordar de manera integral los problemas de calidad del aire actual y del de las generaciones futuras al no querer actuar frente al cambio climático”, ha declarado Manuel Pérez Sola, portavoz del Grupo Ecologista Mediterráneo.
Frente a esta situación, Greenpeace, Ecologistas en Acción y el GEM hacen una llamada al Ayuntamiento para que deje de minimizar la problemática que tiene la movilidad y adopte una postura más comprometida con la creación de ciudades sostenibles y saludables, en lugar de promover medidas cosméticas y poco ambiciosas. Por otra parte, Greenpeace insta al consistorio a que tenga en cuenta las alegaciones que esta organización ha presentado a la propuesta de la ZBE, en la que se realiza un análisis de las deficiencias del proyecto actual y se realizan propuestas de mejora. Estas organizaciones hacen hincapié en que no son pocos los colectivos que han expresado públicamente su malestar con el texto de la ordenanza, por lo que instan a que el trámite de exposición pública no sea “otro formalismo más” para salir del paso, tal y como ocurre en la actualidad con la propuesta de ZBE.
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