Gazpacho de Almería
Con el verano se incrementa el consumo de este nutritivo producto Varias firmas de la provincia se han especializado en su elaboración

Pimiento verde, pepino, ajo, aceite de oliva, vinagre de vino, sal (pan o no, al gusto de cada uno) y, por supuesto, tomate. Estos son los ingredientes para elaborar un gazpacho, cuya calidad dependerá asimismo de la de los frutos elegidos a la hora de ponerse manos a la obra. Almería, huerta de Europa y tierra rica en variedades de las diferentes frutas y hortalizas, se ha especializado en los últimos años en la elaboración de este producto a escala industrial. Tanto es así que las empresas que lo comercializan han proliferado hasta el punto de que algunas se han especializado en la elaboración de gazpacho como única fuente de ingresos, mientras que otras lo utilizan como complemento extraordinario a sus ingresos, ampliando de esta forma su abanico de productos para el cliente de la gran distribución, dando en muchos casos un toque personal a la receta, que la haga diferente de los demás, ya sea por su sabor o bien por las variedades hortofrutícolas seleccionadas.
El origen de esta actividad en Almería surge con el objetivo de aprovechar aquellas categorías de hortalizas que difícilmente se pueden comercializar a un precio razonable, es decir, que no llegan a alcanzar la rentabilidad mínima para el productor en origen ni para la comercializadora de turno. Ante esta situación, este tipo de frutos, de categorías inferiores y pequeños calibres, tradicionalmente, acababa en el vertedero, mientras que desde hace algunos años forman parte del portfolio de muchas compañías, forjando de esta manera el gazpacho 'made in Almería'.
Entre las empresas almerienses que se dedican a la elaboración de este nutritivo producto se encuentran Alimentaria Andarax, Biosabor, Unica Group, Caparrós Nature y Primaflor, entre otras, que además de producirlo lo comercializan en el mercado interior y exterior, ganando nuevos mercados de forma progresiva, con cada nueva campaña, gracias a su ingente actividad promocional, con presencia en las ferias agroalimentarias más importantes en el panorama internacional, tales como Fruit Logistica, en Berlín, Fruit Attraction (Madrid), Salón Gourmets (Madrid), Alimentaria (Barcelona), World Food Moscú, Gulfood Dubai y SIAL París.
Las empresas dedicadas a ello facturan en conjunto entre 1,8 y 2 millones de euros, pues arrojan un volumen de producción anual de alrededor de un millón de litros de gazpacho.
Todas ellas tienen como principal actividad la producción de frutas y hortalizas, lo que las reporta más del 90% de la facturación, mientras que el otro 10% restante proviene de este tipo de productos complementarios, tal y como llevan a cabo todas las compañías comercializadoras almerienses, que si bien están potenciando su introducción, expansión y consolidación de determinados artículos gourmet y con un elevado valor añadido, estos aún suponen unos ingresos relativamente bajos. Sin embargo, la función que cumplen artículos como el gazpacho entre las empresas hortofrutícolas son el de sumar al portfolio, es decir, que cuando la gran superficie de turno realiza sus pedidos y cierra los contratos correspondientes, los gazpachos, cremas, sopas, salsas, etcétera, son el complemento ideal como escaparate para situar la agroalimentación almeriense a la vanguardia en seguridad alimentaria, calidad e investigación.
Ni que decir tiene que el futuro pasa porque estos porcentajes vayan cambiando, si bien, no hasta el punto de invertirse, pero sí igualarse, lo que servirá para que la agricultura almeriense dé un paso de gigante en su proceso de industrialización, que ha comenzado hace ya años en origen, con sus mecanismos de producción óptimos, pero no a la hora de comercializar, pues el hecho de dotar de más valor añadido a los productos también conlleva un incremento exponencial de ingresos.
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